Ayer saltaba la noticia de la dimisión en bloque de la cúpula de Bomberos de Navarra. Tanto los tres jefes de sección como el jefe de servicio, Víctor Rubio, bombero y a la sazón diputado de Bildu, todos ellos nombrados por el nuevo gobierno.
La situación ha dado lugar a un importante enfrentamiento entre Uxue Barcos y la consejera Beaumont y, por extensión, entre Geroa Bai y Bildu.
Geroa Bai reprocha a Bildu haber llevado a Bomberos de Navarra hasta una situación límite, al punto de tener que dimitir todos los jefes elegidos hace sólo unos meses al gusto de Bildu. Resulta un tanto paradójico que a los 9 meses de poner al frente de los bomberos a quienes más protestaban por la situación no sólo no hayan arreglado los problemas, sino que su impotencia para resolverlos se traduzca tan pronto en su dimisión.
Geroa Bai lógicamente responsabiliza a Bildu de la situación de los bomberos, pero además reprocha a la consejera Beaumont no haber informado al Gobierno de la gravedad de la situación. A Uxue Barcos le ha estallado literalmente en la cara esta crisis sin apenas advertencia ni antelación. El enfado de la presidenta con la consejera fue patente durante la sesión de Gobierno que abordó la situación.
El Desmantelamiento de la Agencia Navarra de Emergencias en el origen del caos
Al margen de las posibles carencias y necesidades del cuerpo, para entender la situación límite con la que se ha encontrado la cúpula de Bomberos y que ha desencadenado las dimisiones hay que retroceder hasta el pasado mes de agosto, cuando la consejera Beaumont decide desmantelar la Agencia Navarra de Emergencias, un organismo autónomo bajo la batuta de un director gerente que había facilitado el mando, organización y gestión de los bomberos, pero que tenía el pecado original de haber sido creado por UPN. Bildu consideró por ello que había que eliminarlo y hacer depender a los bomberos del Director General de Interior. Una de las diferencias relevantes es que el Director Gerente, al ser la ANE un organismo autónomo, tenía una disponibilidad presupuestaria que no tiene un director de servicio, o podía resolver un problema o una emergencia con sólo una llamada, mientras que ahora la resolución de un problema puede llevar días. El nuevo gobierno presumió de haber simplificado la estructura, pero en este caso fue a costa de una pérdida apreciable de eficacia.
La liquidación de la Agencia Navarra de Emergencias, de hecho, no era una petición de los bomberos, sino que fue una decisión política de Bildu. Cuando se anunció el desmantelamiento, hasta el sindicato LAB, mayoritario entre los bomberos, se mostró contrario a la decisión de la consejera:
“Entrar en este tipo de cambios nos parece un problema, y desde luego, demuestra una total falta de conocimiento de lo que es la problemática de la agencia. El problema fundamental que tiene la señora consejera no es que tenga una Agencia Navarra de Emergencias, sino que no tenga bomberos; en mayo nos dimos una alegría pensando que las cosas iban a cambiar; dese luego sería un fiasco mayúsculo para todas las personas que pensamos que las cosas se pueden hacer diferentes”.
El tiempo ha demostrado efectivamente que la liquidación de la ANE por parte de Bildu no sólo no ha resuelto nada, sino que ha generado un caos que se consideran incapaces de resolver hasta las personas designadas por Bildu para dirigir a los bomberos. La situación ya no se puede disimular más precisamente por la dimisión en bloque la cúpula de Bomberos.
La Policía Foral no está mucho mejor
El caos en que se encuentra sumido Bomberos de Navarra extiende la crisis hasta el Departamento de Interior, puesto que al desaparecer la ANE los bomberos dependen ahora de Interior, como la Policía Foral, y de su director general, Agustín Gastaminza. Existen rumores de que la situación en Interior no es mucho más pacífica que con los bomberos y que se podría asistir a un episodio similar al sucedido ayer con la cúpula de Bomberos. Es más, hace escasas fechas tuvo lugar el cese, a peticion propia, de Pilar Zapico Revuelta, una de las directoras de servicio de Interior, lo que ya se interpreta como un antecedente en Interior de lo sucedido con la cúpula de Bomberos, aunque llevado con más discreción.
En este situación llegan los incendios forestales
La campaña forestal de verano, seguramente el momento más delicado del año para los bomberos, se encuentra además a la vuelta de la esquina en un año que promete ser complicado por las lluvias primaverales y la cantidad de combustible verde que dentro de unos meses ya no será tan verde. Pues bien, la campaña de verano va a llegar con la cúpula en el aire, los bomberos mal organizados y una crisis política en torno a ellos. Para solucionar al menos los problemas organizativos seguramente habría que revertir el desmantelamiento de la Agencia Navarra de Emergencias, o crear una estructura similar a la eliminada, lo que a su vez significaría reconocer implícitamente el error cometido al eliminarla, una situación muy comprometida para Beaumont.
5 respuestas
Día a día, caso a caso, la ciudadanía navarra va viendo, se va dando cuenta, que una cosa es predicar y otra muy diferente dar trigo.
Los miembros del cutrepartito en la oposición, pregonaban por todo y aseguraban que su advenimiento proporcionaría ríos de letxe y miel, pero llegado al poder, soy hay leches!, y los ríos son de miel….da, eso si, con letrina al canto.
Y es que aparte de ideología sectaria, inoperante, inútil e ineficaz a la par que ineficiente, no hay nada más. No saben llevar el barco, salvo hacia al acantilado unos, hacia el iceberg los otros, y poco más.
Y a pesar de todo, en las locales de los bomberos no veo pancartas, carteles, tijeras que se veían no hace mucho (un año más o menos). ¿? ¡Ah, vale!
Dormir en el cliché de que los organismos descentralizados de la Administración son derroche y mamandurria para Directores puestos a dedo se torna en la demostración patente de que una descentralización sin abusos puede ser una manera mucho más eficiente de gestionar. Partidos, políticos y opinionistas de todo signo deberían hacer una reflexión en torno a todas las críticas que en muchos casos de manera injusta se han vertido sobre entidades satelitales de la Administración y sus responsables.
Lloren ahora por lo perdido cuando se queme algo…
En las próximas elecciones calcaremos a Guipuzcoa. Se irán a la oposición por su sectarismo sin límites pero, sobre todo, por su incompetencia, su inoperancia y su inutilidad.
Ojalá nos sirva como vacuna
El desastre de la gestión de este Gobierno es palpable. El paro se desboca, la deuda se acumula, la gestión es poco menos de nula, o peor, terriblemente perjudicial… Esto ocurre en todas las consejerías.
La pregunta ante este caos, esta anarquía que ha invadido Navarra en los últimos doce meses es qué hace la oposición. ¿Dónde están las preguntas parlamentarias? ¿Dónde los líderes no nacionalistas denunciando todo esto?
Pónganse las pilas, por favor. La caída del desgobierno de Navarra está asegurada, como estuvo asegurada la caída del inane Garitano y el infame Izagirre. Pero la oposición tiene que dar la impresión de que puede hacerlo mejor.