Ser solidario con los refugiados desde la distancia es una cosa fabulosa. Gente que en su domicilio tiene una puerta pregona sin embargo eliminar vallas y fronteras: que entre todo el que quiera. Este tipo de discurso nos hace sentir bien, nos hace sentir buenos. Al mismo tiempo, este discurso permite señalar como inhumano al gobierno que restringe la entrada de inmigrantes o los devuelve a su lugar de origen. Todo es particularmente sencillo, como decíamos, cuando el fenómeno ocurre lejos del país de uno, o por lo menos lejos de la puerta blindada con cerraja de seguridad de su casa.
En medio de la última polémica a cuenta de la devolución de refugiados sirios a Turquía, que ha llevado por ejemplo a la retirada de la bandera de la UE del Parlamento de Navarra, llama la atención que haya pasado casi inadvertida la postura de Syriza, el Podemos griego.
¿Sabían ustedes que Syriza ha votado a favor de la deportación a Turquía de los refugiados?
Una cosa es hablar de quitar todas las vallas, de dejar entrar a todos los pobres y refugiados del mundo, y además ofrecerles vivienda, sanidad, educación y hasta una jugosa renta básica universal., pero parece que otra muy distinta es hacerlo en la práctica. En la práctica, los podemitas griegos votan a favor de la expulsión de los inmigrantes. Una cosa es acoger a 1.000 refugiados y hacerse la foto. Cuando son 1 millón el asunto empieza a cambiar un poco. El problema es que ahí fuera hay cientos de millones de personas que viven en la miseria o en países con conflictos. No podemos solucionar su problema trayéndonos a vivir aquí a todos los pobres del mundo. Y mucho menos pretender eso sin ser conscientes de que supondría repartir los recursos que tenemos entre muchas más personas. Por no hablar de las dificultades para asimilarlos sin que formen ghettos y bolsas de miseria y delincuencia.
Imagínense que acuden con su barco a rescatar a los supervivientes de un naufragio.
Imagínense, sin embargo, que en el barco naufragado hay 1.000 pasajeros y que en su barco de rescate sólo tienen plazas para 200 pasajeros. Si intentan meter mas pasajeros, su propio barco también se hundirá. Llegará un momento en que tendrán que empezar a rechazar supervivientes, por dramático que resulte hacerlo, por mal que nos haga sentirnos.
Si alguien intenta meter en el barco de rescate a todos los supervivientes, el barco de rescate se hundirá de modo que ni siquiera se salven 200, y además se ahogarán los pasajeros del barco de rescate.
Naturalmente hay que acudir a ayudar a la gente que está en un barco que se hunde, pero hay que tener en cuenta al menos tres cosas cuando lo hagamos:
1-Que a lo mejor no podemos meter en el barco de rescate a todos los naúfragos.
2-Que a lo mejor una estrategia alternativa o complementaria que puede salvar vidas es tratar de tapar la vía de agua en el barco que se está hundiendo.
3-Que quizá sea imposible un final rosa en el que no haya ninguna vícitma. No hay un final en el que de algún modo no acabemos con las manos manchadas, sirva el caso de Syriza como ejemplo. Obivamente es muy fácil hacer política internacional desde la lejanía del balcón del Parlamento foral.
Es evidente que, dadas las circunstancias y teniendo que gobernar ellos, cuando el problema ha adquirido un volumen inasumible los podemitas griegos han actuado votando a favor de la deportación de refugiados. ¿Qué habrían hecho los podemitas españoles en sus circunstancias? ¿Realmente alguien cree que habrían hecho algo distinto? Y si hubieran hecho lo mismo, ¿en qué les convierte eso a nuestros podemitas de salón, en inconscientes o en hipócritas?
3 respuestas
Es muy curioso saber que desde que los podemitas syrizos llegaron al poder, los podemitas locales no nos cuentan nada de sus logros podeMÍTICOS, en la Secta no hay Especiales Siryzos , en la Cuatro se calla sobre las Pensiones Griegas, que ahora son Habitaciones por Horas, en la Cinco no nos sacan a esos efebos griegos, o polifemos podemitas, haciendo un griego a sus conciudadanos.
#Podemosesmentira , y lo saben.
Y además de todo lo que el artículo dice, están otras cosas.
1º) Solo el 29% de los «refugiados» son procedentes de Siria.
2º) De este 29% el 80% son hombres jóvenes que deberían estar luchando para salvar a su país, como siempre se ha hecho en todas las guerras.-
3º) Curiosamente, entre estos inmigrantes, sirios y no sirios, apenas hay algún cristiano aislado, cuando son estos los mas perseguidos.
4º) Se ve por las fotos que estos inmigrantes (sirios y no sirios), están bien nutridos, van bien vestidos, con ropas buenas, limpias y planchadas, exiben móviles modernos y portan relojes «ad hoc».
Los hambrientos, los miserables, los enfermos….Ni vienen ni pueden venir.
Salta a la vista que es una «invasión» querida y protegida.
Y nosotros ¡a abrir las puertas de Europa a todos ellos!.
Ainhoa GRAZNArez lo que tiene que hacer es su numerito, y hacerlo, como bien dice el artículo, desde la distancia y sentadita en su buen sillón. Seguro que en casa tiene un par de camas libres y dos baños, y seguro que sobra sitio en el chalet articano de su comadre Laura.
Que el movimiento se demuestra andando, y el talante hospitalario alojando!!