La última vez que hubo un atentado islamista en Europa dijimos que, desgraciadamente, volvería a haber otro. Eso mismo tenemos que decir otra vez: que habrá más. Y habrá más porque esto es una guerra y por un lado hay unos frentes y unos ejércitos, pero por otro hay una retaguardia a la que bombardear, como en las guerras clásicas. Los atentados terroristas son la manera que tienen los islamistas de bombardear la retaguardia enemiga, a falta de aviones u otros medios convencionales. Respecto a una guerra tradicional, eso sí, además de los elementos comunes existen un par de diferencias clave que de nuevo conviene reiterar.
La primera se refiere a la ideología, propósito y método del enemigo islamista, convertido ya prácticamente en una especie de culto al mal por su crueldad innecesaria y indiscriminada. Enfrentarse a cultistas del mal supone una evidente dificultad añadida en esta lucha puesto que se trata de fanáticos que por un lado no temen la muerte, y por otro carecen totalmente de límites morales.
La segunda particularidad es que los autores de los atentados viven en Europa, tienen documentos, habitan entre nosotros. El enemigo no necesita pasar la frontera para cometer atentados, ya lo tenemos dentro. Lo cual no quiere decir que no puedan entrar más para agravar el problema.
Intentar ser justos sin ser ingenuos
Todo lo que está sucediendo es también la constatación del fracaso del discurso progresista y buenista. Según ese discurso no iba a pasar lo que está sucediendo. Como no había riesgo en la inmigración musulmana, ni choque de culturas, ni debate alguno entre solidaridad y seguridad, ni riesgo en abrir las fronteras, el atentado no ha sucedido, no hay un resurgimiento de la extrema derecha y debemos insistir aún más en las ideas que nos han llevado a donde estamos. Obviamente eso es una falsedad: hay atentados y sus autores pertenecen al colectivo inmigrante musulmán, que algunos sean de tercera generación no hace sino confirmar el diagnóstico y la gravedad del problema. ¿Dónde está la asimilación y la convivencia prometida? En parte la hay, obviamente no todos los musulmanes son terroristas, de hecho hay policías musulmanes y víctimas musulmanas, pero igual que no se puede negar eso tampoco tiene sentido negar la otra parte de la ecuación. El colectivo inmigrante musulmán no es la piraña, pero sí es la pecera donde está la piraña y hay una relación entre el tamaño de la pecera y el de la piraña. El 25% de los habitantes de Bruselas son musulmanes, a propósito de lo anterior. Lo cual, por otro lado, nos sitúa ante la necesidad de resolver el problema de los refugiados e inmigrantes en origen. Hay quien dice que el problema no se resuelve lanzando bombas, ¿pero ha funcionado en algún momento no hacer nada? Al ISIS sí que parece que le funciona lanzar bombas, por lo menos cuando tiene más bombas. Por lo demás, obviamente ahora estamos en un punto del debate, ¿pero en qué punto estaríamos si estos atentados fueran diarios? ¿Llegaremos a ese punto?
Dentro de los límites forales, la noticia de los atentados se tradujo en el habitual esperpento. Bildu, Podemos e IU no fueron capaces de suscribir una condena a los atentados con la propuesta de izar la bandera de la UE a media asta porque la presidenta del Parlamento, personalmente, se había encargado pocos días antes de quitar la bandera de la UE del balcón, como medida protesta. Lejos de rectificar al ser pilladas por la realidad con el pie cambiado, estas formaciones añaden al despropósito de haber quitado la bandera de la UE el de que ahora no se puede izar a media asta como muestra de condolencia.
Otro capítulo disparatado tuvo lugar en el Ayuntamiento de Pamplona, donde Podemos-Aranzadi se negó a condenar el atentado por problemas semánticos con la palabra “condena”. Unos problemas que en este lugar y ocasión no tuvo ni Bildu.
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4 respuestas
Ha sido La ETA
El relativismo moral de las sociedades occidentales, es campo abierto para aquellos con una mentalidad rígida, sencilla, y atroz.
La Caída del Imperio Romano. Una Sociedad con un cierto nivel de comodidad, anestesiada en sus derechos como ciudadanos, varada en sus contradicciones y en su parálisis política y de gestión, en frente de unos «bárbaros» con poco que perder, capaces de entrar en las estructuras porosas de poder del Imperio y con una cultura totalmente diferente, que no comulga con sus valores, pero de gran habilidad en su uso para beneficio propio. Nada que no hayamos visto ya. Europa, 476 d.C. 1540 años más tarde.
Lo de siempre Agila y los hijos de Witiza dando paso y acompañando a los bereberes mal islamizados de Tariq y a los jinetes de Musa y cuando se dieron cuenta o conviritiendose en maulas casianos o teodomiros o quzmanes ,para salvar la piel y no pagar impuestos o tajelando para los montes de los astures o de los antiguos cantabros o los jacetanos, o 100 años mas tarde rebelandose los béticos con Samuel Hafsun( Omar ben Hafsun) pero ya tarde, todos crucificados en las murallas de Córdoba , hasta los restos de los fallecidos.. Esos fanáticos , muchos de ellos nacidos en casa, ganando el paraíso de las huries ,estan dispuestos a morir a millares matando a los infieles, kafires, o sometiendonos hasta la humillación en nuestras personas , nuestras mujeres y nuestros hijos, los de aqui y estos europeos satisfechos de festín y descreídos, estan dispuestos a pagar la dimma como cobardes antes que luchar. ¿Van a llamar a las legiones de germanos y provincianos para que los defiendan? . Ni hay germanos, ni legiones ni provincianos. Así que nosotros seriamos las legiones y me parece que más bien aqui no hay espiritu de defensa. .Vamos espiritu a lo Chamberlain aunque quede un poco «demodé.