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Las cuentas ya tenían mal aspecto incluso antes de la crisis.
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El análisis de las cuentas de una serie de ayuntamientos navarros, que en absoluto forman una lista exhaustiva de ayuntamientos con problemas, ha puesto de manifiesto varios asuntos. Por una parte, ya en el año 2006 y 2007 hay un número de ayuntamientos pésimamente gestionados. Se trata, particularmente, de aquellos que muestran ahorro neto negativo en sus cuentas y un remanente de tesorería en números rojos. La situación resulta especialmente grave cuando esa situación se produce ya con carácter previo a la crisis.
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La crisis de liquidez y el crash del ladrillo.
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La naturaleza de esta crisis, en la que el sector inmobiliario y el sector financiero se encuentran particularmente afectados, agrava sustancialmente la situación de los ayuntamientos. Como se ha mostrado caso a caso a lo largo del análisis, un ingreso fundamental a lo largo de estos años pasados ha sido el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras). Una bajada abrupta del ICIO, como la que inevitablemente va a producirse en los tiempos venideros, hemos podido ver que va a situar a muchos ayuntamientos ante una total incapacidad para hacer frente a sus gastos con sus ingresos corrientes.
La naturaleza de esta crisis, en la que el sector inmobiliario y el sector financiero se encuentran particularmente afectados, agrava sustancialmente la situación de los ayuntamientos. Como se ha mostrado caso a caso a lo largo del análisis, un ingreso fundamental a lo largo de estos años pasados ha sido el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras). Una bajada abrupta del ICIO, como la que inevitablemente va a producirse en los tiempos venideros, hemos podido ver que va a situar a muchos ayuntamientos ante una total incapacidad para hacer frente a sus gastos con sus ingresos corrientes.
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La crisis histórica del sector bancario y la severa falta de liquidez dificultará extraordinariamente, además, el acceso al crédito. Máxime ante los números de algunos ayuntamientos en un momento en el que, como es lógico, se endurecen bruscamente los estándares para la concesión de créditos. Por esta misma razón, tampoco resultará sencilla la captación de recursos mediante la enajenación de patrimonio. En el caso de quien lo tenga, naturalmente. La mala noticia para los contribuyentes es que la vía más evidente de financiación para estos ayuntamientos será la elevación de algunos impuestos, la contribución como ejemplo más inmediato. Este aumento de la fiscalidad, no obstante, tampoco será suficiente para compensar la caída del ICIO.
La crisis histórica del sector bancario y la severa falta de liquidez dificultará extraordinariamente, además, el acceso al crédito. Máxime ante los números de algunos ayuntamientos en un momento en el que, como es lógico, se endurecen bruscamente los estándares para la concesión de créditos. Por esta misma razón, tampoco resultará sencilla la captación de recursos mediante la enajenación de patrimonio. En el caso de quien lo tenga, naturalmente. La mala noticia para los contribuyentes es que la vía más evidente de financiación para estos ayuntamientos será la elevación de algunos impuestos, la contribución como ejemplo más inmediato. Este aumento de la fiscalidad, no obstante, tampoco será suficiente para compensar la caída del ICIO.
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Un gasto público insostenible.
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El gasto de los ayuntamientos es insostenible porque ha ido parejo a un nivel de ingresos insostenible, la mayor parte de ellos derivados del boom del ladrillo. Al evaporarse esos ingresos con el crash inmobiliario, el modelo sencillamente ha quebrado. O va a quebrar próximamente. Es el final de un modelo de gasto público.
El gasto de los ayuntamientos es insostenible porque ha ido parejo a un nivel de ingresos insostenible, la mayor parte de ellos derivados del boom del ladrillo. Al evaporarse esos ingresos con el crash inmobiliario, el modelo sencillamente ha quebrado. O va a quebrar próximamente. Es el final de un modelo de gasto público.
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La refundación del socialismo.
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Todo esto sucede mientras el mundo contempla pasmado las caídas de la bolsa y las reuniones de los líderes mundiales del G-8 y el G-20. Pero mientras estos elucubran acerca de la manera de refundar el capitalismo, es el estado del bienestar y el modelo socialista el que exige su refundación inmediata. Ya no existen los ingresos que, impulsados por la burbuja del crédito, permitían hasta ahora los desaforados niveles de gasto público. Y uno de los campos donde se manifiesta ostensiblemente esta quiebra del modelo, y que les hemos querido mostrar al detalle con números, es el de los ayuntamientos navarros. Que evidentemente no son una excepción entre el resto de ayuntamientos.
Todo esto sucede mientras el mundo contempla pasmado las caídas de la bolsa y las reuniones de los líderes mundiales del G-8 y el G-20. Pero mientras estos elucubran acerca de la manera de refundar el capitalismo, es el estado del bienestar y el modelo socialista el que exige su refundación inmediata. Ya no existen los ingresos que, impulsados por la burbuja del crédito, permitían hasta ahora los desaforados niveles de gasto público. Y uno de los campos donde se manifiesta ostensiblemente esta quiebra del modelo, y que les hemos querido mostrar al detalle con números, es el de los ayuntamientos navarros. Que evidentemente no son una excepción entre el resto de ayuntamientos.
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