Al menos así lo afirma el controvertido periodista Fernando Múgica en un artículo de El Mundo, que recuerda también el “patinazo” del presidente cuando, siendo aún alcalde de Corella y delfín de Juan Cruz Alli, declaró en una entrevista a Egin que la alternativa KAS era negociable. Cuenta además que Miguel Sanz grababa en video los discursos de Felipe González para estudiarlos y mejorar su propia oratoria.
Más interesante, sin embargo, puede resultar lo que el propio Sanz declara en la que –parece- fue su última entrevista antes de partir para Argentina.
“No caben interpretaciones diferentes porque el artículo al que me he referido lo redacté yo, por lo que sé lo que quise decir.”
Sanz insiste en su interpretación unilateral de la famosa cláusula 7.2.c. A lo largo de la entrevista, explica al respecto que “le expliqué a Rajoy la conveniencia de dejarnos un margen de maniobra, porque no podemos estar al albur de los intereses de partido. El motivo de aquel malentendido fue la reprobación del PP a la ministra de Fomento en el Parlamento, el mismo día que la consejera de Obras Públicas de Navarra pactaba el Tren de Alta Velocidad.”
Lo cierto es que, según ha llegado a oídos de Navarra Confidencial, la famosa cláusula que Sanz quiso introducir a toda costa produjo recelo en el PP desde el primer momento. Hablamos de diciembre del 2007. Concretamente, Angel Acebes en todo momento se manifestó contrario a aceptar la cláusula. En la reunión que dio lugar a la firma del acuerdo, Miguel Sanz tuvo que hacer un aparte para ofrecer a Mariano Rajoy todo tipo de seguridades. Mariano Rajoy, tras esta conversación, decidió desoír todas las advertencias que le llegaban de sus asesores y fiarse de Miguel Sanz. Parece probable que Mariano Rajoy, de todas las satisfacciones aportadas privadamente por Sanz, no pudiera en absoluto deducir la situación en la que actualmente se encuentra.
La expulsión de Cervera.
Preguntado por la posibilidad de que Santiago Cervera vote a favor de la enmienda a la totalidad que presente el PP contra los Presupuestos, Sanz adelanta que en ese caso “intervendrá el Comité de Disciplina y lo más normal es que pueda caber la expulsión por romper la disciplina de voto”.
El acuerdo de gobernabilidad con el PSN.
En otro momento de la entrevista, Sanz explica que “por ejemplo, hoy se ha rechazado la extensión de modificación de la Ley Foral del vascuence. Si no tuviéramos el acuerdo de gobernabilidad, el PSN podría haber votado con Nafarroa Bai. Somos la única comunidad que no practica abortos en los centros públicos…” Curiosa alusión de Sanz acerca de la existencia de un “acuerdo de gobernabilidad” con el PSN. Roberto Jiménez también había hablado recientemente de “compromisos” alcanzados que Sanz tendría que cumplir. Miguel Sanz, sin embargo, negó en todo momento la existencia de tales compromisos.
La ruptura con el PP “nos centra”. CDN “ya no tendría razón de ser”.
Lo más jugoso de la entrevista, tras declarar que “a mí me da igual que se refunde el PP en Navarra”, es probablemente su respuesta cuando se refiere a la posibilidad de que UPN quede debilitada por una ruptura con el PP: “Nos debilita o nos centra y, si es así, podremos conseguir votos de otras formaciones. Algunos partidos están muy preocupados ante esta posibilidad. Los nacionalistas del norte, el PSOE y CDN, que ya no tendría razón de ser. Yo me conozco bien Navarra, pueblo a pueblo, y estoy seguro de que el PP no saca tres parlamentarios forales.”
Esta declaración muestra la convicción personal de Sanz de que la ruptura del pacto con el PP favorecería a UPN, permitiéndole conseguir votos de otras formaciones. Significativa también la alusión a CDN, afirmando que la existencia de esta formación “ya no tendría razón de ser”. De hecho, en nuestro análisis sobre “los hilos del conflicto PP-UPN”, citábamos el informe elaborado por José Javier Viñes en el que ya se vaticinaba “la próxima desaparición del partidos de Alli”. Sin embargo, el mismo informe advertía que ni aún así se conseguiría la mayoría absoluta. Finalmente, destaca el convencimiento gratuito de Miguel Sanz en que el máximo perjuicio para UPN en caso de ruptura sería la pérdida de hasta 3 diputados.
Naturalmente no se ha realizado ningún estudio interno o encuesta al respecto. En virtud de la misma lógica que encarga a un despacho de abogados (muy, muy cercano a UPN) estudiar si una acción vulnera un pacto, pero sólo después de haber cometido ya la acción que puede vulnerar el pacto, el momento para encargar un estudio sobre el coste electoral de romper la unidad del centro derecha probablemente sólo se encargue después de romperla.