Dicen los presentes que Miguel Sanz andaba preocupado el viernes. A la entrada del Consejo Político se le llegó a oír decir que “si no se aprueba esto, yo sobro”. Miguel Sanz se enfrentaba a un plebiscito personal en toda regla. A la salida, a una alta dirigente del partido se le escuchó decir que “no podíamos dejar a Miguel solo”. Quizá por ello no se permitió votar por separado las seis premisas del acuerdo planteado, que incluía la abstención. Tampoco se permitió el voto secreto, rompiéndose así una costumbre según la cual bastaba que alguien lo pidiera para que se accediera a ello. Todos los votos se emitieron así bajo la mirada escrutadora del presidente. Alguno de los asistentes, después del Consejo, calificaba como “estrategia de trileros” la línea adoptada por el presidente de UPN tratando de provocar que sea el Partido Popular quien formalice la ruptura. Más aún, aludía a un cierto endiosamiento del líder del partido con el tiempo, asegurando que “yo conocí a otro Sanz, igual de vehemente pero menos colérico y falsario”.
Algunas intervenciones.
El Consejo dio lugar a algunas intervenciones llamativas. Así, por ejemplo, la de un ex parlamentario foral que dijo que si los diputados de UPN tenían que pagar una multa al grupo parlamentario del PP por indisciplina, él mismo pondría el dinero para pagarla, y sacó su cartera del bolsillo mientras pronunciaba estas palabras. “Como le pasó a Celia Villalobos con lo de los matrimonios gay”, explicaba mientras sacaba los billetes.
Otro de los miembros del Consejo exigió que si alguien no estaba de acuerdo con la abstención, entonces “que devolviera el escaño”. Paradójicamente, se comentó después que esta persona, siendo parlamentario foral por Coalición Popular, fundó el Partido Moderado marchándose con el escaño y el dinero correspondiente a la asignación del grupo.
Yolanda Barcina podría renunciar a la presidencia de UPN.
Tal y como se ha publicado en un medio nacional, Yolanda Barcina, tras el Consejo, habría comentado a algunas personas de su entorno su intención de no presentarse a la presidencia de UPN, en caso de que finalmente se produjera la ruptura del pacto entre UPN y el PP. La decisión, sin embargo, podría estar relacionada con la decisión de Miguel Sanz de ser él quien continuara en la presidencia de UPN en caso de producirse esta circunstancia. De esta forma, Yolanda Barcina evitaría el conflicto con Sanz disputándole el cargo y Sanz se sucedería a sí mismo. Una vez más.