El presidente de UPN y el del Partido Popular comieron ayer solos, frente a frente, tratando de llegar a algún tipo de entendimiento. Un entendimiento que no se produjo. La formación liderada por Mariano Rajoy esperará no sólo a hoy, pase lo que pase, sino hasta que se produzca efectivamente la votación de los Presupuestos del Estado en el Congreso para decidir una reacción. O al menos para hacerla pública.
El sector moderado trata de organizarse.
El sector de UPN que no comparte la estrategia de dinamitar el centro derecha navarro, ocupó el día de ayer en tratar de organizarse de cara al Consejo Político de hoy en el Iruña Park. El objetivo principal de este sector es ahora mismo conseguir el 25% de apoyo que resultaría necesario para proponer una votación secreta. Una meta que ya en si misma resulta complicada con un porcentaje tan elevado, pero que se contempla como la única posibilidad para obtener una hipotética victoria frente al dictado del presidente Sanz. Sea como fuere, el respaldo a la política de Sanz quedará en manos de este órgano compuesto por 232 miembros. Como mínimo, se escuchará la voz discrepante del diputado en Madrid Santiago Cervera. La reunión de este órgano tendrá lugar a partir de las siete y media de la tarde.
17 años les contemplan.
Esta jornada decisiva ha venido precedida por un posicionamiento firme de Miguel Sanz en los medios de comunicación, especialmente en Diario de Navarra y Onda Cero, socio radiofónico de Diario de Navarra. En el día de ayer, mediante una entrevista, este diario dio amplia difusión al mensaje de Sanz de que el objetivo de toda esta maniobra es evitar que el gobierno de Navarra caiga en manos de Nafarroa Bai. Editorialmente, una vez fallido el argumento de la bondad intrínseca de los Presupuestos, Diario de Navarra secunda hoy este mensaje asegurando que “al partido regionalista le mueve un objetivo de grado superior: seguir en el gobierno y cerrárselo a Nabai". Justo la tesis de Miguel Sanz. El editorial concluye advirtiendo suavemente que esta estrategia de Sanz es una “opción legítima, pero que conlleva un alto precio”. En términos de ventas de periódicos, no parece que la ruptura de 17 años de unidad del voto de centro derecha, principal defensor del orden social de la familia, la propiedad, el régimen privativo y los verdaderos sentimientos religiosos del país, vaya a producir un descalabro.