1-Análisis electoral
El programa presentado por el líder del PSOE comienza con el siguiente análisis electoral:
«La mayoría abrumadora de los ciudadanos ha dejado claro que, para la época que
ahora se inicia, ha pasado el tiempo del Partido Popular».
Lo cual no deja de ser una interpretación subjetiva, como lo sería afirmar que la abrumadora mayoría de los ciudadanos ha dejado claro que quiere que se inicie una época con un gobierno de coalición entre PSOE y Podemos liderado por Pedro Sánchez y maniatado por el separatismo vasco y catalán.
Es decir, del voto de los españoles surge un mapa político, pero el mapa político en sí no ha sido votado por los españoles. De entrada porque por definición es posterior al voto e impredecible. Para resolver esa situación en otros países tienen la doble vuelta, nosotros tenemos a Pedro Sánchez.
2-Análisis económico
El texto socialista realiza un severo, aunque acertado diagnóstico, en el que describe «cuatro años en los que el sector público nos deja una deuda del 100 por 100 del PIB, un déficit cercano al 5%, un desfase presupuestario en la Seguridad Social de más de 10.000 millones de euros y unos Presupuestos para 2016 que, para cumplirse, necesitarían, según la Comisión Europea, de un recorte del gasto de no menos de 9.000 millones de euros. Cuatro años en los que en el mercado laboral se ha reflejado, mejor que en cualquier otro sitio, las secuelas de la crisis y de las políticas económicas aplicadas por la derecha: una insoportable tasa de paro y un deterioro profundo de la realidad de nuestros trabajadores».
Les falta a los socialistas, sin embargo, aclarar que efectivamente la deuda pública es del 100 por 100 del PIB, pero que ellos la dejaron en 2011 en el 75% del PIB. O que esa insoportable tasa de paro era mayor cuando el PSOE dejó el gobierno. O que el déficit entonces tenía dos dígitos. Por lo demás, es difícil que uno pueda al mismo tiempo querer bajar el endeudamiento o reducir el déficit mientras pide más gasto y menos recortes.
3-Que Europa nos deje gastar más
El PSOE propone que «El nuevo Gobierno debe iniciar una negociación con Bruselas para acordar unos nuevos objetivos anuales de déficit y deuda pública que atiendan a los nuevos factores que están influyendo en el incumplimiento de los compromisos, flexibilización que ya se ha acordado para otros países…».
Mal comenzamos si todo el contenido del programa debe quedar supeditado a que la UE nos permita gastar más, endeudarnos más y tener más déficit, cuando la situación real de España es de rescate encubierto, o de mantenimiento vital mediante respiración asistida parcial. ¿Y si la UE, como todo indica, no está por la labor de dejar a Pedro Sánchez o Pablo Iglesias que se endeuden y gasten más? ¿Qué hacemos con todo el resto del programa que queda por leer? ¿Lo tiramos a la basura? ¿Tiene sentido presentar un programa que para poder financiarse depende de la aprobación que un tercero probablemente no va a dar? ¿Se gobernaría entonces con otro programa que no es el que ahora se nos presenta? ¿Por qué no se nos presenta directamente ese segundo programa?
De todas formas, el PSOE habla de una negociación con la UE para que se nos rebaje el objetivo de déficit al 1% en 2019 frente al 1,4% en 2017 y el 0,3% en 2018. Es decir, incluso con esa negociación estaríamos hablando de un margen de menos del 1% del gasto público, 10.000 millones de euros sobre unos Presupuestos de más de 450.000.
4-Subidas de impuestos
Seguramente consciente de ello, el PSOE propone una subida generalizada de impuestos no concretada, pero incluyendo subidas en sucesiones, donaciones, patrimonio, más impuestos medioambientales, una vuelta de tuerca a la mayoría de los autónomos y el establecimiento de un mínimo del 15% a las empresas.
Como todo documento de progreso que se precie no puede faltar la alusión a la economía sumergida y a la lucha contra el fraude fiscal como recurso mágico e inagotable de financiación, para lo que se propone la contratación de 5.000 empleados de Hacienda más para luchar contra el fraude y aumentar la recaudación. A este respecto cabe señalar las dos cosas que hay que tener en cuenta siempre que se alude a Hacienda y la economía sumergida:
-Para luchar contra el posible fraude de las grandes empresas del IBEX 35 no hacen falta 5.000 inspectores más de Hacienda (tocarían a más de 140 por cada empresa del IBEX). Esos 5.000 inspectores más son para crujirnos y exprimirnos a todos no siempre con razón. Hacienda pierde cerca del 50% de los recursos en los pleitos con los contribuyentes.
-Si redujéramos el fraude y la economía sumergida a niveles de otros países de nuestro entorno (Francia, Alemania), como mucho afloraría un 10% del PIB, unos 100.000 millones, al que incluso si le impusiéramos una fiscalidad del 50% sólo nos dejaría 50.000 millones de recaudación. Es decir, que nos dejaría lo justo para eliminar el déficit, pero no nos permitiría gastar ni un euro más.
Queda por tanto la subida de impuestos pura y dura, que a estas alturas cada vez más ciudadanos saben (aunque no hayan oído hablar de Laffer) que a lo que nos lleva es a estrangular la economía y no a recaudar más.
5-Medidas sociales varias, algunas aceptables, otras no tanto, otras con trampilla
El programa presentado por Pedro Sánchez incluye algunas propuestas que podrían ser aceptadas desde cualquier sensibilidad ideológica:
– Revisar la normativa de cláusulas, préstamos abusivos y malas prácticas bancarias, incluida la eliminación completa de las cláusulas suelo.
– Reforzar la regulación de los préstamos no bancarios, entre particulares, para evitar los intereses usureros y abusivos, así como situaciones de fraude y estafa.
Otras medidas resultan cuanto menos discutibles con carácter general, más aún en un estado de debilidad económica, aunque la ayuda española para volver a encarecer el precio del petróleo pueda encantar a los jeques de Arabia Saudita.
– Prohibir el fracking y nuevas exploraciones de hidrocarburos.
– Cierre progresivo de las centrales nucleares al cumplir los 40 años de vida útil.
Otro tipo de medidas sociales podrían ser interesantes, dependiendo del contenido, los límites y el mínimo lógico: no puede merecer la pena no trabajar, no puede subvencionarse la caradura.
-Reconocer en la Ley General de la Seguridad Social un Ingreso Mínimo Vital como prestación no contributiva para atender la situación de necesidad de las familias que carecen de todo ingreso económico.
-Aprobación de una Ley de protección de los consumidores vulnerables contra la pobreza energética que incorpore los elementos mínimos imprescindibles para desarrollar una protección efectiva a los consumidores vulnerables de suministros energéticos y para abordar la insoslayable situación de pobreza energética.
-Reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil para declarar inembargable la renta activa de inclusión, las prestaciones de Servicios Sociales, las prestaciones del Sistema para la Autonomía y Atención a las Personas en Situación de
Dependencia, las del Plan Prepara, la renta agraria y el subsidio para trabajadores eventuales del Régimen Especial Agrario, los subsidios por desempleo, las ayudas y becas al estudio, y otras análogas a éstas.
6- Sí a los desahucios y al copago
Significativamente, después de toda la demagogia que se ha vertido al respecto, el documento presenta medidas para ofrecer soluciones a las personas desahuciadas, pero no para acabar con los desahucios, lo cual es mucho más lógico que lo contrario. También habla de medidas para que el copago farmacéutico no limite el acceso a las medicinas de algunos colectivos, en vez de eliminar el copago.
-Reconocimiento del derecho de las personas que hayan perdido su vivienda como consecuencia de una situación de insolvencia sobrevenida en un procedimiento de desahucio a que se les facilite una vivienda en régimen de alquiler social a un precio acorde a sus circunstancias económicas y familiares y, en su caso, a un plan de rescate personal sobre la deuda pendiente que mantengan, que no debe superar el 30% de sus ingresos.
-Garantizar que el copago farmacéutico no sea una barrera de acceso, en especial para pensionistas.
7-Reforma laboral
La derogación de la reforma laboral ha sido una de las banderas de la izquierda durante estos cuatro años en la oposición. Sin embargo, más que en los días de indemnización por despido, la propuesta de Pedro Sánchez incide en otro elemento que las empresas han reivindicado durante la crisis como una clave esencial para conseguir sobrevivir. El PSOE, por el contrario, propone ahora su eliminación:
-Supresión de la prioridad absoluta del convenio de empresa sobre los convenios de ámbito superior que solo se mantendrá cuando no exista pacto en contrario en convenios sectoriales de ámbito superior.
8-Subida del salario mínimo a 1.000 euros
Dicho así, teniendo en cuenta que actualmente son 764 euros, parece que el PSOE ha entrado en una carrera enloquecida con Podemos por ver quién propone la medida más populista. Pero la literalidad de la subida se va desinflando según se va leyendo:
-Acuerdo de Consejo de Ministros de subida para 2016 del SMI con el fin de recuperar su pérdida de poder adquisitivo y para que alcance, en el término de dos legislaturas, el 60% del salario medio neto, cuantía que señala la Carta Social Europea como retribución mínima suficiente.
Es decir, efectivamente se propone elevar el salario mínimo hasta el 60% del salario mínimo, pero no inmediatamente. Se habla de nada menos que de conseguirlo al término de dos legislaturas, lo cual en política es el equivalente a una era geológica. Por otra parte, si la economía fuera bien es un objetivo que se puede conseguir de forma natural. La medalla sería válida incluso aunque el resultado quedara al 50% (actualmente es el 45%). Otra forma de conseguir que el salario mínimo se convirtiera en el 60% del salario medio sería bajar el salario medio, esperemos que dentro de dos legislaturas nadie pueda presumir de haber cumplido el objetivo por este camino.
9- Denuncia de los acuerdos con la Santa Sede
Los socialistas proponen garantizar «el derecho a decidir sobre su maternidad de las mujeres de 16 y 17 años». Esto es una perversión del lenguaje porque no es en el momento en que se aborta cuando se elige si se quiere ser madre. Eso sucede antes. El aborto es un momento posterior en el que una mujer que ya es madre lo que elige es eliminar a su hijo.
También proponen «aprobar una ley de muerte digna».
El remate a lo anterior es «aprobar una ley orgánica de libertad religiosa y de conciencia», la cual «debe establecer un estatuto común en derechos y obligaciones para todas las confesiones religiosas. Previamente a su aprobación, se denunciarán los Acuerdos con la Santa Sede para buscar un nuevo marco de relación entre el Estado y la Iglesia Católica».
10- ¿Acabar con el Encierro?
Como casi todo el programa de Sánchez, lo que dice puede significar desde nada a acabar con los encierros, depende lo estricta que sea la interpretación:
– «Garantizar de forma efectiva la protección y defensa de los animales y establecer los mecanismos y desarrollos legales necesarios que impidan situaciones de maltrato animal en los espectáculos públicos y festejos populares realizados en todo el territorio nacional».
11-Democracia interna en los partidos
Dentro de lo que podría calificarse como conjunto de medidas de regeneración del sistema, se cuentan una serie de propuestas no desdeñables relacionadas con el funcionamiento y la democracia interna de los partidos:
-Dotar de mayor capacidad de participación de los afiliados o militantes mediante la elección directa de determinados cargos orgánicos.
-Regular la selección de las candidaturas a la presidencia de los gobiernos nacional y autonómicos y a las corporaciones locales (a partir de una determinada población) mediante sufragio directo y secreto de las personas afiliadas del ámbito territorial correspondiente. Los estatutos de los partidos establecerán el procedimiento, pudiendo abrir la participación a quienes no están afiliados.
-Vincular la financiación que los partidos reciben del Estado, además de al resultado electoral en número de escaños y de votos, a elementos de democracia interna de los partidos, como la celebración de primarias, la limitación de mandatos o la paridad en las listas electorales.
12 – Regeneración de la Jusiticia: ¿sí, pero no?
Resulta evidente que una de las grandes carencias de nuestro sistema en la falta de independencia en los altos tribunales, tanto el Supremo como el Constitucional. Frente a esto, el partido de Pedro Sánchez propone:
-Convocatoria pública de las vacantes a cubrir; evaluación de la competencia e idoneidad de los candidatos por un Comité Asesor de composición profesional variable cuyos miembros serán designados para cada ocasión por insaculación entre los propuestos proporcionalmente por los grupos parlamentarios; publicidad de los informes de evaluación; sesiones de audiencia en las correspondientes comisiones del Congreso y del Senado; aprobación por la mayoría que proceda por la o las Cámaras competentes…
Esto afectaría a los miembros del Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal de Cuentas. El problema es que, efectivamente, al incluir una frase como «entre los propuestos proporcionalmente por los grupos parlamentarios», volvemos otra vez a la misma posible interconexión entre quienes nombran a los vigilantes y los que deben ser vigilados.
13 – Posibilidad de listas abiertas en el Parlamento y los ayuntamientos
El programa plantea una serie de medidas que se «puede» tener en cuenta sin necesidad de cambiar la Constitución. Lo que sucede cuando se dice que algo se «puede» tener en cuenta es que también significa que puede acabar no teniéndolo en cuenta. Las medidas que se citan como posibles, sin embargo, serían:
• Establecer para la elección de diputados y diputadas un sistema de listas desbloqueadas, que permita a los electores una mayor influencia sobre la elección final de sus representantes e incentive una rendición de cuentas más personalizada entre la ciudadanía y sus representantes parlamentarios.
• Considerar la posibilidad de desbloquear las listas también para las elecciones municipales.
14 – No a la cadena perpetua revisable
Después nos lamentaremos de chapuzas a lo «Doctrina Parot» y de que los etarras, los yihadistas, los violadores o los asesinos en serie salgan a la calle tras unos pocos años de encierro:
-Derogación inmediata de la prisión permanente revisable incluida hoy en el Código Penal.
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15- Reforma constitucional
Llama la atención por lo que se incluye y por lo que no se incluye. Por ejemplo, no se incluye la derogación de la Transitoria Cuarta. Lo que se incluiría en la reforma constitucional sería:
– Reconocimiento de nuevos derechos civiles y políticos.
– Reconocimiento como derechos fundamentales de derechos sociales e incorporación de garantías sobre la dotación presupuestaria de los mismos.
– Supresión de la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona.
– Revisión de las bases del sistema electoral, con remisión de su concreción a la LOREG, que debería requerir una mayoría cualificada para su modificación
posterior.
– Modificación de la composición y funciones del Senado.
– Revisión de los aforamientos.
– Incorporación del “hecho” Unión Europea al ordenamiento constitucional.
– Revisión del Título VIII y los preceptos conexos. Desarrollar concepto de Estado
Federal.
– Al finalizar los trabajos de la Subcomisión, se procederá al nombramiento de una
Ponencia Constitucional para que pueda iniciar la redacción de un proyecto a inicios
del año 2017.
El último punto ya nos advierte que la reforma constitucional sería algo que se desplaza hasta el final de la legislatura, tal vez hasta la legislatura siguiente. De todos modos, da la impresión de que una parte de la izquierda no es capaz de distinguir una constitución de su programa electoral. La constitución de un país es primero que todo el establecimiento de una serie de limitaciones al poder, el reconocimiento de unos derechos humanos inalienables y la definición de un amplio marco político dentro del cual cabe todo el mundo. Si uno pretende que el marco se reduzca hasta coincidir con sus ideas, el marco deja de ser válido para todos los que no tienen esas ideas. Por tanto el marco deja de ser estable y seguro. De hecho pasa a ser un marco rechazado por turnos, en vez de un marco estable de mínimos aceptado por todos. O casi todos.
Lo más absurdo, al margen de esto, sería intentar configurar un marco a medida de unos independentistas que lo que quieren es largarse dejando a los demás con el marco.
Resumen
En resumen, podríamos concluir que el programa para un pacto presentado por Pedro Sánchez evita definirse en casi todos los cambios que podrían ser o más temibles o más interesantes. Existe por tanto un amplio margen de interpretación, para bien o para mal. En lo que se define, deja casi todo como está, aunque añadiendo de cara a su galería alguna nota populista y anticlerical.
2 respuestas
Con estos mimbres, los Hombres de Negro controlarán ESPAÑA en 2017, o lo que quede de ella, sin Cataluña y País Vasco.
Con 1 millón de parado más antes de un año, el défict vuelta a los 2 dígitos, Europa interviene España y recorta un 20% los funcionarios, las pensiones y los sueldos públicos. ALGUNOS SE LO TENDRÁN MERECIDO, PERO….¿Y LOS DEMÁS? ¡¡¡¡Y LOS QUE NO HEMOS TENIDO CULPA!!!??????
Por todo eso el voto de los nazionalistas a Pedro Sánchez está asegurado.
Luego los comunistas, le eharán la culpa al capitalismo, como siempre.
Me llama la atención que en este medio, donde además de «cuestiones navarras» también se habla mucho de Pablo Iglesias, los titiriteros de Madrid o el mismo Pedro Sánchez (como en el presente artículo), no se diga ni palabra de lo que está sucediendo en Valencia. El Partido Popular sigue empeñado en argentinizar España con hechos consumados y ni un comentario al respecto.
¿A qué nivel de indolencia nos movemos para que el partido que gobierna se desenvuelva de semejante manera y los ciudadanos sigamos votándole?
Cualquier ciudadano que se preocupe verdaderamente por su país consideraría que semejante partido debiera ser ilegalizado. Lejos de perder, la derecha española ganaría repartiendo sus votos entre dos partidos políticos honrados (pensemos seriamente que el PP no parece ser un partido político, sino más bien otra cosa), como serían Vox para los votantes de derecha más conservadora y Ciudadanos para la derecha más liberal y/o moderada. Aunque la derecha estuviera fraccionada en dos ganaría en legitimidad y orgullo y los ciudadanos votantes en ilusión.