No lo tiene fácil el sector moderado de UPN que está intentando evitar la ruptura del centro derecha navarro. Haciendo alarde de un incomprensible aunque comparable optimismo antropológico, Miguel Sanz afirma en la prensa escrita y en la radio que el voto separado de UPN y PP en los Presupuestos, en virtud de la última cláusula añadida al pacto por él mismo, no plantea problema alguno. Afirma además no tener noticia de preocupación ninguna por parte del Partido Popular. Y mucho menos todavía de que haya queja o preocupación en absoluto de parte de Mariano Rajoy. Es más, respecto a la posible respuesta del líder del Partido Popular ante una abstención de UPN, Sanz realiza una curiosa distinción entre el PP y Rajoy. Así, explica del líder del PP que “es que no es una cuestión de qué es lo que haría él, sino qué es lo que va a hacer el Partido Popular”. Sanz explica también que él no puede decir lo que haría Rajoy, pero añadiendo a continuación un críptico “aunque lo pienso”.
Ahora mismo existiría un movimiento interno en el que el sector prudente de UPN estaría tratando de reconducir la situación y pidiendo más tiempo para estudiar los Presupuestos. Tratando también de evitar una decisión precipitada. Se piensa que Sanz está poniendo en riesgo nada menos que la integridad electoral de UPN en Navarra, cuando el posible beneficio no justifica una apuesta tan elevada. Eligiendo lo menor, se renuncia a lo mayor. Dicho en términos de mus: chiquita ganada, partida perdida.
La reunión de hoy.
En cualquier caso, conociendo a Sanz y visto lo ocurrido con Cervera, todo el mundo descarta la vía directa. Es por ello que se está pidiendo tiempo y atacando el flanco presupuestario. Mariano Rajoy, por otro lado, podría intentar hoy en una reunión in extremis hacer ver a Sanz lo arriesgado y poco productivo de su apuesta.
