El crash bancario ha secado la liquidez del sistema financiero; es decir, que se ha hecho casi imposible convertir en dinero ciertos activos. A eso llamamos una crisis de liquidez. La liquidez es la capacidad de un activo financiero (una acción, un bono, un título hipotecario) para ser convertido en dinero rápidamente y sin pérdida de valor. En esto momento, casi nada es líquido. Es por eso por lo que los bancos y cajas necesitan desesperadamente captar el ahorro de los particulares. De ahí la proliferación de ofertas de depósitos con las que los particulares estamos siendo bombardeados. Todos ellos funcionan de manera similar. Hoy vamos a ver como funciona uno de esos depósitos, en concreto uno que acaba de lanzar al mercado la CAN, y a analizar cómo y en qué medida es capaz de cumplir todo lo que promete. Un 7% TAE… Lo de TAE significa tasa anual equivalente. Ya anticipamos que no nos van a dar un 7% por nuestro dinero, no exactamente. Recibiríamos el 7% en caso de que el plazo del depósito fuera un año. Sin embargo, el depósito de la CAN ofrece un plazo de seis meses. Primera mala noticia: no nos van a dar exactamente el 7% Del 80% del capital… No sólo es que únicamente recibiremos 6 meses de intereses, lo cual deja la rentabilidad del 7% en la mitad, además esa rentabilidad sólo se refiere al 80% de la cantidad que depositemos. Supongamos que decidimos depositar en la CAN el mínimo exigido, 3000 euros. Es decir, que tendremos un interés que será del 7% pero sólo para 6 meses (con lo que queda en la mitad) y sólo respecto a 2.400 euros. Es decir, cuando nos devuelvan el principal más los intereses tendremos 2.484 euros. Esto es, habremos obtenido sólo un 3,5%. Sin embargo, a la CAN le hemos entregado 3.000 euros, veamos lo que probablemente hagan con ellos. Lo que hace la CAN con el 80% al 7% TAE. Si echamos un vistazo a las letras del Tesoro, nos encontramos con que las letras a 6 meses ofrecen una rentabilidad del 3,9%. Atención, porque a la CAN le basta con invertir en letras 2.388 euros al 3,9% para poder devolvernos al cabo de 6 meses, sin riesgo alguno, nuestros 2.484 euros. La CAN tiene disponibles por tanto 612 euros (3.000-2.388). Ha empezado a funcionar la magia financiera. Lo que hace la CAN con el otro 20% de nuestro depósito. La CAN asegura el 100% de nuestra inversión, es decir 3.000 euros. Si restamos a los 3.000 euros que la CAN nos tiene que asegurar, los 2.484 que ya nos hemos llevado, quedan 516. Esa es la cantidad de dinero que aún nos tiene que asegurar la CAN. Atención porque vuelve a funcionar la magia financiera. Si la CAN invierte 486 de esos euros en letras del Tesoro a 18 meses, rentando un 3,9%, al cabo de un año y medio (y sin correr ningún riesgo) ya tendría los 516 euros que nos tiene que garantizar y que completan los 3.000 iniciales. Es decir, que a la CAN le quedan 126 euros libres, un 21% del 20% que tenemos invertido en bolsa. Puesto que el 20% restante de nuestro depósito no es a 6 meses sino a 2 años, y está referenciado al Eurostoxx, lo que hace la CAN es invertir esos 126 euros mediante instrumentos especulativos que le permitan apalancarse en el mercado. Hablamos, por ejemplo, de warrants, u opciones y futuros. De esta forma, cada 1% de subida en el Euro Stoxx le permite un 2, un 3 ó un 10% de beneficio. Una subida del Eurostoxx de un 10% podría reportarle a la CAN un 30% de beneficio. A su vez, nuestro beneficio está limitado a un 125% del 20% más un cupón del 2% del 20% si se supera ese límite. Esto es 162 euros. Todo lo demás, es beneficio para la Caja.