Y todos tan contentos. Desde hace años observo un elevado triunfalismo en las instituciones públicas y el periodismo navarro, por los datos económicos que nos muestran. Por lo visto, hay que demostrar que nuestros gobernantes con sus Planes Estratégicos son maravillosos, que nuestra Navarra está llegando a su máximo desarrollo humano y social, y que nuestra Comunidad uniprovincial se basta sola para vivir bien en el seno de los grandes Ejes del desarrollo del Valle del Ebro y del Cantábrico.
Ahora bien, el dato más frecuente que nos dan suele ser la RENTA PER CAPITA. La Renta per Cápita (RpC) es el Producto Interior Bruto (PIB) dividido entre los habitantes existentes en ese año. Si a más habitantes corresponde per capita menos cantidad de PIB, a menos habitantes corresponde más, siempre que, en ambos casos, el PIB sea constante o varíe poco. Lo lógico es que al disminuir el número de habitantes disminuya el PIB. Sin embargo, ¿qué ocurre en Navarra?. Ocurre que debido a que la población joven (entre 0 y 16 años) es un sector poblacional con una bajísima población -la proporción de viejos o mayores respecto a la población activa adulta es similar a otras Comunidades-, el PIB producido por la población activa ocupada varía poco respecto a una situación con un mayor número de jóvenes. Si nosotros tenemos mucha Renta per Cápita es -entre otros factores que no niego-, porque hasta hoy somos la Comunidad más envejecida de España por falta de jóvenes. Somos pocos para repartir el pastel, y esto es una desgracia. ¿Eso lo saben los navarros?. ¿Lo tienen en cuenta cuando leen prensa o escuchan TV?. Sea lo que fuere, lo cierto es que estamos muy envejecidos.
También nos obliga a superar la tentación triunfalista saber que el crecimiento del consumo de los hogares navarros ha pasado del 4’ 5% anual (2006) al 1′ 6 % (2008). Además, el coste de vida en Navarra es elevado (y con la actual crisis ha subido), lo que permite considerar la Renta per Cápita Real (RpCr), que es el PIB dividido entre el número de habitantes referido al poder adquisitivo real del lugar. ¿Y las grandes desigualdades de salarios y de nivel de vida, el “dinero negro”, los llamados “salarios basura”, los elevados precios de la vivienda usada y nueva, el aumento de pobres, el cierre de negocios “comidos” por los grandes etc. etc.?. Ya no nos sorprendemos por la gran cantidad de emigrantes y sin papeles, muchos de ellos poco o nada cualificados, y hoy caídos en el paro. ¿Y qué pueden hacer las familias numerosas?. ¿Por qué las Administraciones públicas consumen (dicen que “invierten”) tanto, y la sociedad, en proporción, tan poco, siendo uno de los principales agentes económicos?. Sigamos. Cada vez veo más gente husmeando día a día entre las basuras, lo que es nuevo e inédito para los cuarentones -por ejemplo-, mientras otros gozan en largos viajes y comilonas. ¡Qué cine de contrastes podríamos filmar!. Eso sí, creemos que esos contrastes son cosa -como dicen los libros escolares a nuestros hijos-, de la Edad Media, del absolutismo, los terratenientes y la industrialización. Y nos decían de jóvenes que todo iba a ser maravilloso y que nuestros padres habían sido un poco tontos. ¡Mire Vd. que ir "en un Seiscientos" e ir de viaje de novios a Barcelona… !. Seguiríamos…
Lamento que los medios de comunicación de masas repitan lo mismo, como si fuesen consignas para un mundo maravilloso. Prefiero ver las cosas como son, y echo en falta al espíritu crítico y plumas afiladas. Por lo visto, lo mejor es callar y que suene la canción; ¿ para qué complicaciones?.
Repito que uno de nuestros problemas principales, que expresa la decadencia y desorientación moral de nuestra sociedad, es la reducida población de niños y jóvenes, la escasa densidad poblacional, y la reducida población absoluta de nuestra Comunidad (sólo somos, y por la emigración, 619.114 habitantes en total, de ellos 64.518 extranjeros, esto es, el 10’4% de la población). Hoy los navarros no pueblan ni su propio viejo Reino, y eso que nadan –así dicen- en la abundancia. Tampoco eso es bueno para la política que tenga en cuenta el problema euzcadiano. Seguramente muchos de los bienvenidos tienen las ideas más claras y unas costumbres natalistas mejores que muchos navarros envejecidos y tristes de hoy. ¿Por qué ser "cinco gatos", envejecidos, sin descendencia propia para el relevo generacional, y además con un gasto sanitario y social cada vez mayor?. ¿Y qué será de la transmisión del ser de Navarra?. ¿Sabrán los emigrantes y las nuevas generaciones qué es Navarra?. ¿Vivirán en su corazón sus hasta hoy imborrables derechos históricos?.
No cantemos mucho lo bien que -según dicen- está Navarra en el marco europeo. Que nuestro oxígeno no se reduzca a palabras y medias verdades, que la sociedad atienda a sus verdaderos problemas, que la Administración sea reducida y eficaz, y que los políticos nos dejen. Muchas gracias,
Ramón de Argonz ( de la Cuenca de Pamplona )