Cualquier día del año, a cualquier hora, termina el curso para los que se mueren en un avión, en un accidente de carretera, nadando en la playa, corriendo las vaquillas o asfixiándose con un simple pincho de tortilla. La Parca ronda por ahí y sus amigos los periodistas hacemos de "cla" publicando sus trabajos como si fueran un espectáculo.
Por su parte la religión oficial del régimen apenas deja un resquicio público para otro consuelo espiritual que no sea ese funeral laico que llaman apoyopsicológico. El tabú típico del nacional-agnosticismo son las palabras que puedan sonar a esperanza trascendente, y por eso nos invita a un minuto de silencio. Por mi parte dedicaré ese tiempo -al menos- a rezar por los que se nos han ido. Descansen en Paz.
Jerónimo Erro