Los resultados están ahí.
El primer quebradero de cabeza con el que tropiezan todos los detractores de la educación diferenciada es el de los resultados académicos. Por alguna razón que se les escapa, los alumnos de los colegios diferenciados obtienen mejores resultados que los de los colegios mixtos. Este es un hecho objetivo y, como tal, no admite discusión. En Gran Bretaña, 3 de los 4 mejores colegios son “single-sex”. También lo son 14 de los mejores 35. En Navarra y ayer mismo, pudimos comprobar cómo los colegios con educación diferenciada habían obtenido los mejores resultados en los exámenes de selectividad. Puesto que las opiniones son discutibles pero los hechos no lo son, los detractores del modelo ya parten con la difícil misión de tener que explicar por qué el hecho de que los colegios diferenciados obtengan los primeros puestos curiosamente no tiene nada que ver con el hecho de que sean diferenciados.
Los chicos y las chicas son diferentes.
La llamada “ideología de género”, promulgada por el feminismo radical, es una de las principales enemigas de la educación diferenciada. Dicha ideología establece que las diferencias entre los hombres y las mujeres son meramente culturales. Así por ejemplo, el manual de Educación para la Ciudadanía de la editorial Alhambra enseña a los niños que “una cosa es el sexo biológico con el que nacemos, y otra, la identidad sexual que construimos a lo largo de nuestra vida ”. Frente a la ideología de género, se encuentra la evidencia de que los hombres y las mujeres somos biológicamente diferentes. Nuestro cerebro es diferente. Nuestro cuerpo es diferente. Nuestra química es diferente. Nuestro comportamiento es diferente. Y éste es un hecho previo a la educación y la cultura. Los chicos y las chicas muestran cualidades diferentes en múltiples facetas: maduración, manejo del lenguaje, agresividad, competencia, afectividad, disciplina, autoestima. Cualquier persona que piense que los hombres y las mujeres son diferentes, está en condiciones de plantearse si los hombres y las mujeres pueden tener necesidades educativas diferentes.
¿Una segregación de género contra la mujer?
El péndulo de la historia parece mostrar uno de sus movimientos característicos en los EEUU. Tras imponerse legalmente la educación pública según un modelo mixto, un cambio legal en el año 2002 está produciendo una eclosión de nuevos colegios que han adoptado el modelo diferenciado. Algunas cifras muestran que las chicas que estudian en este modelo no son precisamente quienes resultan perjudicadas. Un tercio de las ejecutivas de las 1000 principales empresas norteamericanas se graduaron en un colegio sólo para chicas. En el ranking de las 50 empresarias más importantes de la revista Business Week, el 30% de ellas estudió en un colegio diferenciado. El 20% de las mujeres que hay en el Congreso de los EEUU, estudió en un colegio “single-sex”. El dato resulta espectacular teniendo en cuenta que sólo el 2% de las chicas escolarizadas en los EEUU estudia en un centro diferenciado. Hillary Clinton estudió en un colegio sólo para chicas.
Resultados y libertad.
Más allá de los resultados académicos objetivos, se encuentra sin embargo una vez más el problema de la libertad. Asistimos de nuevo, con la sentencia del Supremo, a un nuevo recorte que se suma a los muchos otros que afectan últimamente a la libertad de los padres para educar a sus hijos. El estado, lejos de asumir un papel subsidiario, decide en lugar de los padres el tipo de educación que deben recibir sus hijos. El estado no se fía de lo que puedan querer los padres españoles para sus hijos, así que una vez más decide sustituirlos. Paradójicamente, dejando en manos de las autonomías la potestad para financiar o no los colegios concertados con un modelo diferenciado, sólo a las élites sociales se les permite realmente disfrutar de libertad de elección a este respecto. Nos encontramos, por otra parte, con un modelo educativo que no es obligatorio para nadie. Nadie está obligado a compartir las posibles virtudes de este modelo. Es un modelo sólo para quien quiera escogerlo.
Algunos datos.
Como colofón, para no alargar este análisis más de lo necesario, nos limitaremos a citar algunos datos:
- El artículo 2 de la convención de la UNESCO contra las discriminaciones en la enseñanza, determina que “no será constitutiva de discriminación” la “creación o mantenimiento de sistemas o establecimientos de enseñanza separados para los alumnos de sexo masculino y para los de sexo femenino”, siempre que se garantice la igualdad en la calidad del personal, infraestructuras o programas.
- “Que la enseñanza obligatoria que se imparte en los centros públicos sea mixta no significa que deba serlo también en todos los centros educativos. Se trata de una opción que no puede ser impuesta. Especialmente, cuando la Constitución reconoce a los padres el derecho a elegir la educación que desean para sus hijos, garantiza la libertad de creación de centros docentes y […] ampara el derecho de sus titulares a definir su carácter”. Sentencia del Tribunal Supremo, año 2006.
- “El mero hecho de que se enseñe sólo a niños o a niñas no es en sí mismo discriminatorio por razón de sexo siempre que los padres o tutores puedan elegir, en un entrono gratuito de la enseñanza, entre los centros existentes en un determinado territorio”. Misma sentencia anterior.
- La revista Der Spiegel, en el año 2004, abría su portada con el siguiente titular: “¿Ha sido un error histórico la imposición de la educación mixta en Alemania?”. En el interior, un estudio señalaba que cuando los alumnos y alumnas eran separados para recibir enseñanza, el interés y las calificaciones mejoraban de forma significativa en determinadas materias.
- En Australia se ofrece libremente educación pública tanto en colegios mixtos como diferenciados. Desde el año 2001, las matrículas en los colegios mixtos han bajado un 50% en favor de los colegios diferenciados.
A diferencia del estado, sometemos todos estos datos a su consideración para que ustedes, como siempre, los complementen con otros si lo estiman necesario y tomen su propia decisión.