Pero no lo ejerce. Lo que ha hecho, como un camaleón prudente, es camuflarse, disfrazarse, disimular. ¿En qué ha rectificado el amigo Patxi? ¿Es que alguien, por casualidad, le ha oído la palabra "perdón"? ¿Es que afirmar que ahora, ya, en este momento, no procede la táctica terrorista puede ser suficiente?
Mientras el método terrorista no reciba una condena total y retroactiva no habrá manera de vencerlo. Mal está justificar el terrorismo. Pero casi igual de malo es "haberlo justificado" en algún momento. Lo único que cabe esperar de ex-batasunos como Zabaleta es una petición expresa y pública de perdón y una retirada avergonzada a sus labores particulares. Que se vaya a casa puesto que ya no es posible confiar en él, y menos si ni siquiera pide perdón. Una sociedad que mantiene en la palestra a una persona que "ha justificado" el método terrorista está enferma y contaminada por ese mismo terrorismo del que dice aborrecer.