La crisis empieza a cobrarse víctimas.
Hace tiempo que circulan rumores por Navarra. De hecho, existe ya incluso una cierta psicosis. Continuamente se habla de empresas que alguien dice que acaso quizá ya estén en concurso. O si no, que en breve lo van a estar. En cualquier caso existe la percepción de que la crisis se amplía, y que el concurso de acreedores solicitado voluntariamente por Sercom no va a ser sino el primero entre muchos.
Las agencias de viajes al margen.
Las noticias son que la parte del negocio dedicada a las agencias de viajes (hasta 500) queda al margen, al tratarse de empresas asociadas independientes. Sercom nació en 1994 como una plataforma de gestión de agencias de viajes, a la que se han ido añadiendo otras actividades y servicios. Actualmente, el grupo con sede en Nuevo Artica consta de 15 empresas, se dedica a áreas como las nuevas tecnologías, el marketing, consultoría, formación, comunicación, sector inmobiliario o análisis de inversiones, y cuenta con 70 trabajadores.
“Con el único y exclusivo fin de continuar con la actividad empresarial”.
Tal y como informábamos recientemente, la propia Cámara de Comercio ha estado enviando cartas a los gerentes de múltiples empresas navarras invitándoles a sesiones informativas, cuyo objeto era precisamente promover entre los empresarios el conocimiento acerca del concurso de acreedores. Esta nueva figura, aún bastante desconocida, se concibió con el propósito de salvar de la desaparición a las empresas con problemas para hacer frente a sus pagos, para lo que se le dotó de diversos instrumentos. Así, entre los efectos que produce la declaración del concurso, se encuentra la suspensión del devengo de intereses o la de las ejecuciones en curso.
Es por ello que, según ha manifestado Sercom, “la solicitud voluntaria de concurso busca adelantarse a posibles acontecimientos, evitar problemas legales y reducir riesgos innecesarios que permitan a Sercom hacer frente con total seguridad a esta situación”. La solicitud por tanto, según afirman, se ha presentado “con el único y exclusivo fin de continuar con la actividad empresarial”.
Actividad versus patrimonio.
El concurso de acreedores y la refinanciación de los créditos con los bancos son actualmente las dos grandes herramientas con las que cuenta una empresa con problemas para hacer frente a sus pagos a corto plazo. Por otro lado, los propios acreedores se encuentran ante situaciones muy diferentes según la empresa con problemas de pago sea una empresa de actividad o una empresa con patrimonio. En el caso de una empresa con patrimonio, como una promotora, los acreedores pueden esperar recuperar una parte de sus deudas en un proceso de liquidación. Tratándose de una empresa de actividad, como el caso de Sercom, lo más lógico para los propios acreedores parece tratar de evitar su cierre. Careciendo de patrimonio, sólo la superación de la crisis y la continuidad de la empresa puede garantizar los pagos.
La inflexibilidad de la Administración.
Según nos llegán noticias, el desencadenante de la solicitud del concurso ha sido la dificultad para afrontar los pagos debidos a la Seguridad Social y la inflexibilidad de la Administración a este respecto. Una información que parece coherente con otras que van llegando, y que hablan directamente de “acoso” y de “presiones de la Administración” citando fuentes internas de la empresa.
Lo cierto es que, en estos momentos de crisis, incluso los bancos flexibilizan sus exigencias adaptándose a la nueva situación, conscientes de las dificultades que afrontan las empresas. Actualmente, la falta de flexibilidad puede ser contraproducente para sus propios intereses. Sorprende por ello esta aparente rigidez de la Administración ante la evidencia de que ya no estamos ante la misma situación de bonanza de hace ya bastantes meses.