A lo largo de la entrevista, Miguel Sanz declaró no creer que el PSOE fuera a adelantar las elecciones generales, a la vista de los pobres resultados que las encuestas estarían vaticinando. Zapatero se encontraría atrapado en la paradoja de tener que renovar sus pactos con los nacionalistas para conservar el poder si tiene unos malos resultados, al mismo tiempo que son precisamente esos pactos con los nacionalistas los que lastran sus expectativas electorales.
Sanz declaró que “si el partido socialista tiene miedo por los resultados que puede tener en las elecciones generales pactando con los nacionalistas, y no quiere pactar con UPN, a nosotros no nos apura absolutamente nada el que haya nuevas elecciones”. Además, el presidente en funciones se mostró totalmente confiado en que, en ese escenario, “los 2000 votos que nos han faltado para conseguir esa mayoría absoluta nosotros los vamos a recoger del partido socialista". Sanz cree que, de los 70.000 votos que tiene el partido socialista, UPN podría “recoger 10.000 que estén enfadados y que desde luego son antes navarros que socialistas”.
Miguel Sanz no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de que los tres etarras detenidos con un coche bomba en San Juan de Pie de Puerto tuvieran intención de atentar en Navarra contra algún cargo de UPN, aunque reconoció que los desinhibidores de frecuencia que portaban los etarras parecen indicar que, al menos, sí parece cierto que su objetivo podría haber sido algún cargo cuya escolta utilice inhibidores.