¿Preguntar qué?
En el momento de anunciar la convocatoria de su referendum, lo cierto es que nadie conocía la pregunta que Ibarreche iba a plantear en esa consulta. Seguimos sin saberlo pero la portavoz del gobierno vasco, Miren Azkárate, ha adelantado que de seguir adelante la consulta ésta constaría de dos preguntas, una sobre el “principio ético” y otra sobre el “principio democrático”. Es decir, una sobre el “derecho a decidir” y otra sobre la ETA.
El PCTV (y el referendum) contra las cuerdas.
Lo cierto es que la sibilina jugada de Ibarreche podría consistir en que la pregunta basada en el “principio ético” supusiera una condena a la violencia terrorista de ETA. De esta forma, obligaría en el Parlamento a los comunistas de las tierras vascas –que se niegan a condenar la violencia etarra- a votar en contra de la convocatoria. Sin el voto a favor del PCTV, la convocatoria no prosperaría, siendo rechazada por el propio Parlamento vasco. Ibarreche, por su parte, podría presentarse ante el mundo nacionalista asegurando que él había cumplido con su palabra. Y, en definitiva, sería el PCTV quien formalmente apareciera como culpable de haber impedido el referendum, además por su apoyo a ETA. A partir de ahí, por un lado se abriría el camino a un adelanto electoral. Por otro, desaparecida la consulta ilegal de Ibarreche, desaparecería también el principal escollo para un posible entendimiento entre el PSOE y el PNV.
Sólo queda por saber si, hipotéticamente, esta jugada se le ha ocurrido al lehendakari antes, después, o durante su paso por Moncloa el pasado martes.