El hecho de que Luis Colina forme parte del Consejo General de Caja Navarra, y que la pertenencia a ese Consejo dependa de una decisión del poder político, claramente pone al director del Diario en la tesitura de ser removido del Consejo General de la CAN si su trabajo en el Diario no agrada al poder político. El programa de Nafarroa Bai choca frontalmente con la exigencia estatutaria del Diario de "recoger y mantener las enseñanzas del orden social de la familia y de la propiedad", y con la de defender "resueltamente nuestro régimen privativo". El conflicto, por tanto, está servido.
Más difícil aún es la situación del presidente del Diario, Alvaro Bañón Irujo, director del Area de Promoción y Desarrollo de la CAN. Puesto que la pertenencia al Consejo de Diario de Navarra apenas está remunerada, la auténtica actividad profesional del presidente es la que desarrolla en Caja Navarra. Es decir, que los superiores del presidente del Diario de Navarra en su actividad profesional van a ser (si hay pacto de gobierno) altos cargos designados por Nafarroa Bai, IU y PSN.
Lo que les acabamos de relatar, sin presuponer nada ni poner en cuestión la fidelidad al ideario por parte de las personas referidas, no deja de ser una situación real y objetiva que produce una cierta preocupación entre los accionistas del Diario, de la cual mañana les daremos cuenta.