EL gobierno central alega que el caso navarro es una excepción al régimen común, que él no es competente y que, debido a su singularidad, debería ser la Hacienda Foral de Navarra quien en todo caso abonara los 400 euros. El gobierno navarro, por una parte, recuerda al PSOE que se trata de su promesa, y que por tanto tiene que ser él quien ahora la pague. Añade además que la devolución de los 400 euros es posible gracias a un superávit en el que Navarra ha colaborado activamente, por lo que no sería lógico excluirla a la hora del reparto.
Los partidos discrepan.
Si el PSOE intenta esquivar el pago de los 400 euros, el PSN en cambio los considera totalmente irrenunciables. Zabaleta, por otra parte, ha considerado la renuncia a los 400 euros como un acto de defensa del régimen foral. Izquierda Unida ha considerado que “cuando las decisiones se toman desde el mas puro electoralismo, sin el rigor económico y con claro carácter populista, se generan estos problemas”.
Reforma fiscal.
El consejero de Economía y Hacienda, Alvaro Miranda, expresó el compromiso de que ningún contribuyente navarro esté peor que en el régimen común. Explico que a través del Convenio, si el Estado accediera a la devolución de los 400 euros en Navarra, el gobierno navarro podría adelantar el importe y descontarlo posteriormente de la aportación al Estado. Finalmente, Miranda se refirió a la reforma fiscal que entrará en vigor en 2009, y que supondrá un tratamiento para las rentas del trabajo “más progresivo que la medida lineal de los 400 euros”.
Lo único claro una vez más, por tanto, es cómo el dinero sale del bolsillo de los contribuyentes; el improbable viaje de vuelta, por el contrario, siempre está lleno de incertidumbres.