El titular de Diario de Navarra, aquel martes era el siguiente:
Caída histórica en la bolsa de Madrid, arrastrada por el pánico en Europa a la recesión en los EEUU.
También recogimos entonces los titulares de otros medios, todos del mismo tenor:
El Economista: ¡Crash! El Ibex 35 baja un 7,54% en la peor sesión de su historia.
Cotizalia: Crash en la bolsa: El Ibex vive la peor sesión de su historia.
Expansión: El Ibex sufre la mayor caída de su historia.
La Gaceta de los negocios: Crack histórico en la bolsa.
Cinco días: Lunes negro en las bolsas. El Ibex 35 sufre la mayor caída de su historia al perder un 7,54%.
En aquella tesitura, decidimos no sólo comprar cuando todo el mundo vendía, sino comprar algunos de los valores más castigados:
Banco Popular, Antena 3 y Ferrovial.
Un banco y una constructora, el epicentro mismo de la crisis, y Antena3 que pasaba por allí y había sufrido un gran castigo.
Si la inversión hubiera sido real y nos hubiéramos arruinado, nadie hubiera pensado que no nos lo habíamos merecido.
Han pasado tan sólo poco más de dos meses desde entonces, y hemos sido incapaces de refrenar la curiosidad de saber lo que había pasado con nuestras inversiones. Hemos tomado los precios de compra que establecimos al componer nuestra cartera el 22 de febrero, y los hemos comparado con los precios de cierre de ayer. Como pueden ustedes ver, no nos hemos arruinado:
Por el contrario, tenemos beneficios en las 3 inversiones. Curiosamente, las más rentables, con un 22% y un 19,9%, son precisamente las más atribuladas, la del banco y la constructora. El resultado aún podía haber sido mejor, si hubiéramos comprado la mañana del día 22 –cuando publicamos nuestro experimento- en vez de tomar el precio de cierre del 21. Naturalmente nos ajustamos estrictamente a los datos que publicamos.
Comprobamos por tanto que no nos hemos arruinado a pesar de ir contracorriente en un momento de pánico. De hecho hemos tenido magros beneficios, pero tampoco nos atrevemos a decir que se han producido por el mero hecho de ir contracorriente. Nos conformamos con verificar que la masa no siempre tiene razón, sin dar el salto de afirmar que uno tiene razón por el mero hecho de ir contra la masa. No obstante, anotamos un tanto en la cuenta del viejo maestro de Omaha Warren Buffet, que siempre dice: hay que ser temeroso cuando los demás son ambiciosos, y ambicioso cuando los demás son temerosos.
En cuanto a qué hacer ahora con estos beneficios, no tenemos necesidad de plantearnos el problema. Es sólo una inversión virtual. Podríamos vender y hacer caja o podríamos mantener la inversión en cartera. Como es una inversión virtual y experimental, dentro de unos meses volveremos a mirarla a la luz de la situación en la que nos encontremos.