La rueda de prensa de Eusko Alkartasuna sirvió para fijar claramente la posición de este partido nacionalista. EA exige a Nafarroa Bai un “apoyo expreso” a la candidatura de Nafarroa Bai. Ciáurriz declaró que, en caso de no obtenerse ese apoyo, Nafarroa Bai se quedaría sin representante: “Vamos a esperar al acuerdo de la Permanente de Nafarroa Bai, y si no hay ninguna posibilidad de que la coalición apoye esa candidatura, el señor Maiorga Ramirez dirá que no se presenta o algo parecido, y saldrá elegido o nadie o el candidato de Izquierda Unida”. Guante de seda, puño de hierro.
Aralar dice que lo resuelva EA, y que esto hace más fuerte a Nabai.
La primera reacción de Aralar, en boca de Txentxo Jiménez, fue afirmar que “Maiorga Ramirez no es candidato de Nafarroa Bai, siéndolo exclusivamente de Eusko Alkartasuna”, añadiendo que “no cuenta a día de hoy con los cinco votos de que dispone Aralar dentro del grupo parlamentario de Nafarroa Bai”. La ejecutiva de Aralar en Navarra ha anunciado crípticamente que “la presentación de la candidatura de Maiorga Ramírez fue una decisión unilateral de Eusko Alkartasuna y corresponde igualmente a Eusko Alkartasuna resolver el conflicto generado de forma unilateral”. Consciente del deterioro en la imagen mientras perdura el conflicto y se resuelve el órdago de EA, Patxi Zabaleta, cuya opinión acerca del órdago de EA parece mucho más benévola que la de Txentxo Jiménez, acudió a sofocar el incendio con un sorprendente razonamiento, mostrando su seguridad en que este grave conflicto en el seno de Nabai supondrá “un incremento de fuerza que la haga capaz de ganarle a UPN”. Y si con este conflicto interno no basta para ganarle a UPN, ya pensará en algo Maiorga.