PNV.
Joseba Eguibar fue el encargado de hacer pública la postura del EBB, órgano supremo del PNV. Su razonamiento consistió en que medidas como una moción de censura “no conducen” a “escenarios de normalización”. El PNV hace gala una vez más de su extraño sentido de lo que es normal y anormal.
EA.
La formación abertzale, a través de un comunicado, explicó que sólo hubiera apoyado la moción de censura en caso de producirse una “unanimidad absoluta”. Es decir, se escudo en el comportamiento de los otros en vez de justificar el propio.
Aralar.
El partido de Zabaleta razonó su negativa aduciendo que “es el pueblo de Arrasate el que da y quita legitimidad, y eso lo tiene que hacer en las urnas”. Lo cierto es que no se entiende lo que dice Aralar cuando las urnas no dieron a ANV más que el 29,52% de los votos. Y aún se entiende menos diciendo lo que luego dice en Navarra. Es posible, no obstante, que la eliminación de un vecino no nacionalista de Arrasate/Mondragón, como Isaías Carrasco, haya hecho ascender la representación de ANV hasta el 29,521%.
ETA.
La organización terrorista, por su parte, emitió un comunicado en el que reivindicaba el asesinato de Isaías Carrasco. La banda, además, calificaba de insuficiente cualquier nuevo estatuto alumbrado tras un acuerdo entre el PNV y el PSOE si no daba satisfacción a la autodeterminación y la anexión de Navarra.
Mugi-Mugi.