Cuando el Diario de Noticias publicó que el jueves que un grupo de ultras habían gritado «Asirón ejecución» en la concentración contra la exposición ofensiva de Abel Azcona, la reacción inicial de los asistentes fue de sorpresa: nadie había oído nada.
Todo el mundo tenía claro que por megafonía no se había proferido en ningún momento esa expresión, todos los testigos presenciales tenían claro que, donde ellos estaban, no se había gritado eso. Podía ser quizá algo que había pasado en la otra punta, pero cuantos más testigos afirmaban no haber oído nada más dudoso, y siniestro, parecía todo el asunto.
Por las redes sociales y en los comentarios de los medios se reclamaba al director del Diario de Noticias, Joseba Santamaría, que aportara alguna evidencia de lo que su periódico estaba afirmando. ¿Había la más mínima prueba?¿Dónde estaban los vídeos?
Ante el silencio del Noticias, por la red iban apareciendo algunos vídeos particulares, pero en ninguno de ellos aparecía el famoso grito. En algún momento se publicó un vídeo asegurando que se trataba de la prueba definitiva y que en él se escuchaba con claridad el grito de «Asirón ejecución». Sin embargo, lo que se escuchaba claramente en el vídeo era «Asirón fuera exposición». En ese vídeo, sin embargo, se muestra la aparición de un curioso grupo, de unas 15 personas, que estaba a la vuelta de la esquina con una pancarta manifestándose contra la dispersión de los presos, el cual se acerca en un momento dado a la concentración contra la exposición y grita «Opus kanpora», luego vuelve a su sitio. ¿Será este el grupo al que Joseba Santamaría califica de «ultra» y que confunde con los concentrados? ¿Será este el grupo del que el Noticias confusamente cree que vienen los gritos que cree oír?
Nos quejamos de falta de fe. Algunos hablan muy mal de la fe. Pero si la fe consiste en creer lo que no se ha visto, lo cierto es que la fe de algunos goza de muy buena salud. Por ejemplo la fe de todos los que hasta la fecha creen que en la manifestación del jueves se gritó «Asirón ejecución». Pese a la presencia de varios medios en la concentración, incluyendo alguno de la izquierda abertzale, han pasado 4 días y sigue sin aparecer ninguna prueba de la existencia del grito.
Ridículo de los grupos del Ayuntamiento de Pamplona
La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Pamplona, reunida la mañana siguiente a la concentración, acordó una declaración en la que mostraba «la más absoluta repulsa y el más contundente rechazo a los insultos y amenazas de muerte proferidas al Alcalde», por parte de un grupo de personas que participaban en la concentración convocada por la plataforma «Respeto por Navarra». El acuerdo fue aprobado por los representantes de todos los grupos municipales.
Los partidos, pese a que no existía ninguna prueba material de esos «insultos y amenazas», ni siquiera tuvieron la prudencia de poner un condicional y condenarlas «si» se habían producido. El Noticias, sin aportar la menor prueba, tocó la corneta y todos ellos marcaron el paso de la oca. ¿Dónde están ahora los vídeos con las amenazas? ¿Y dónde están los vídeos con los insultos? Ni los unos, ni las otras. UPN, pese a suscribir la condena, al menos ha solicitado las pruebas que se aseguró que existían, la pelota se encuentra ahora en el tejado del alcalde, que debería o presentarlas o retractarse. El Ayuntamiento de Pamplona puede haber mostrado su absoluta repulsa por unos gritos que no han sucedido nunca, al dictado sumiso de un medio de credibilidad dudosa o con problemas de oído, perjudicando la imagen de unos manifestantes respetuosos y pacíficos legítimamente ofendidos.
En una concentración pacifica y respetuosa en la que había entre 1.000 y 2.000 personas no es imposible que un exaltado hubiera podido decir una barbaridad. Si tal cosa hubiera pasado, eso no habría desvirtuado el acto, no habría cambiado el mensaje y no habría sido representativo de los concentrados. Un grano de arroz en una playa no es una paella, un grano de arena en una paella no es una playa. Pero es que en este caso ni siquiera han podido encontrar a ese exaltado, ni un grano de arena en la paella.
El desamparo institucional de los creyentes
Mientras el Ayuntamiento, el Parlamento y el Gobierno han saltado como un resorte en favor del ofensor, en cambio no han movido un músculo a favor de los ofendidos. Tras haberles dado la espalda todas las instituciones, a los ofendidos sólo les ha quedado el recurso de protestar en la calle, dentro de la ley, respetuosamente, para encima ser tildados de ultras y para que se pongan en su boca cosas que ellos no han dicho ni han respaldado.
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Se ha debatido cómo denominar a Azcona en base a las cosas que hace: ¿artista?, ¿provocador? Tras obtener Abel Azcona el respaldo absoluto de las instituciones y los grandes medios que empujan a las instituciones, mientras estas daban la espalda a los ofendidos, sólo cabe denominar a Azcona como «activista gubernamental»; subversivo o provocador no es quien encuentra el respaldo del poder y artista le viene grande.
Los creyentes pasan a engrosar por tanto el saco de los navarros excedentes, que cada vez empieza a ser más nutrido con el nuevo régimen del cuatripartito: las familias que quieren el PAI, los opositores que no saben vascuence, los católicos, los que quieren el himno de España en el Día de Navarra…
Falso dilema entre libertad de expresión o respeto
Quienes se han lanzado a apoyar ciegamente las provocaciones y las ofensas de Abel Azcona han creado un falso debate entre libertad de expresión o respeto. Como si hubiera que elegir entre el uno y la otra. El debate no tiene sentido: queremos libertad de expresión, por supuesto, y también respeto, las dos cosas, por otro lado perfectamente compatibles. Es más, necesariamente complementarias. No existe un supuesto derecho a injuriar, ofender o calumniar. Todo se puede criticar, discutir y cuestionar sin ofender ni insultar. Entre insultos y ofensas, por el contrario, es difícil razonar, criticar, discutir y cuestionar.
Balance de la movilización
El resultado de la movilización contra Azcona, a pesar de los pesares, puede ser calificado como muy positivo. Las formas consagradas ya no están expuestas, lo cual marca un antes y un después de la exposición. Acabar con esa ofensa gravísima y permanentemente sostenida era fundamental y eso se ha conseguido. Las formas no están y no han sido repuestas. Quedan las fotos de la ofensa, que son repugnantes e intolerables pero, en una escala de agravios, ocupan un peldaño inferior a la propia presencia de las formas. No es lo mismo un bombardeo que la foto de un bombardeo. Después queda el resto de la exposición, que frente a la profanación no ha merecido mayor atención, otra razón más para no entenderse, más allá de fastidiar gratuitamente a los creyentes, el sinsentido de la provocación.
Además de haberse conseguido que ya no estén expuestas las formas, se ha conseguido retratar al cuatripartito y al PSN, retratar al alcalde de Pamplona y a Uxue Barcos, retratar al Diario de Noticias, poner a un montón de gente a protestar en la calle y hasta a rezar rosarios en la Plaza de la Libertad. Todo ello mientras al otro lado se extendía no ya el desprestigio, sino hasta el ridículo.
La exposición tiene además ahora por delante un recorrido judicial que el tiempo dirá lo que da de sí. Obviamente ser juez parece consistir, a veces, en entender algo distinto a todo el resto de los mortales al leer lo que dice el Código Penal.
El resultado no es absolutamente perfecto, pero el balance general es un éxito.
5 respuestas
No soy partidario de la pena de muerte en fría, habría de ser alguien excepcionalmente peligroso con crímenes horrendos detrás y que pudiera volver a hacerlo, un Hitler o un Pol-Pot.
Yo nunca gritaría «Asirón ejecución» pues este basurilla de alcalde, sectario y proetarra, es su maldad no llega a los tacones de esos otro peligros para la Humanidad.
Aunque viendo la trayectoria degenerativa de este tipo aupado a la alcaldía por PNV, IU y Podemos, lo más probable es que si oigamos, a menudo, alto, mucho y fuerte ‘Asirón a prisión’.
Yo no descarto verlo entrar en Santa Lucía o el El Salto del Negro.
DIARIO DE NOTICIAS ERES LO QUE LEES.No se puede decir mejor.
Caña, no se pase usted… no han ido ni Yolanda ni su palafrenero.. ¿Por qué había de ir Joseba?
Repasando el histórico de Diario de Noticias no todo lo que han publicado en su existencia es mentira. A veces la fecha de la cabecera ha coincidido con la del día de publicación. Hay quién dice que incluso una vez la programación de tv coincidió con la que que se correspondía. Quizás algún resultado de fútbol pudo ser cierto,pero no más. El lema estalinista de «una mentira repetida cien veces es un verdad» es tan cierto que no es de Goebels sino de Molotov, pero para algo están los papagayos, para repetir las mentiras del «Noticias» y de «Zutik».
He visto el video de «cargo» varias veces y hay que tener FE para oír «ejecución». El «Kampora» s oye, en cambio, perfectamente.
Los titulares y adjetivos que nos ha dedicado el Noticias son de traca. Excesivamente tendenciosos. Miedo?