Sobre el escudo y las cadenas de Navarra

Diario de Navarra publicaba ayer un interesantísimo artículo del prestigioso historiador Javier Martínez de Aguirre sobre el origen de las cadenas del escudo de Navarra, el cual ha levantado cierta polvareda, quizá más de la que el propio autor pretendía. Hay quien de la lectura del artículo ha intentando deducir algo así como que toda la actual simbología navarra es una patraña creada de la nada en 1910, fecha en que se institucionalizan los actuales símbolos de Navarra. Por el contrario, el artículo no dice nada semejante. Lo que dice el autor es que «al menos en sus primeros cien años el escudo de Navarra no tuvo nada que ver con la hazaña guerrera», refiriéndose a las Navas de Tolosa (1212).

Efectivamente, no se puede determinar que las cadenas se incorporaran al escudo de manera inmediata tras la batalla.

En el escudo de Sancho el Sabio ya se encuentra presente la actual configuración del escudo de Navarra, aunque el Sabio murió en 1194, antes de las Navas de Tolosa.

En el escudo del rey Teobaldo, en este caso posterior a la batalla de las Navas, también se aprecia la configuración actual, pero en cambio no está claro que sean cadenas lo que aparece en el escudo. Todo tiene una explicación.

Los escudos medievales de madera (imagen izquierda) eran muy vulnerables y podían ser fácilmente partidos de un golpe, por lo que solían ser reforzados con una estructura metálica en forma de cruz, de estrella o similar (imagen derecha). Es lo que se denomina como un escudo blocado.

En el caso de Navarra, parece claro que los escudos de los reyes representaban un escudo blocado con ocho barras de refuerzo que convergen en el centro (la bloca). Este peculiar blocado del escudo es anterior a las cadenas.

Lo que sucede tras la batalla de las Navas de Tolosa es que alguien, en algún momento, tiene la feliz idea de incorporar las simbólicas cadenas al blocado. Es decir, que en vez de unas simples barras el blocado del escudo tenga forma de cadena, con todo el significado consiguiente.

Como dice el historiador en su artículo, esto no sucede inmediatamente después de la batalla de las Navas, o no podemos saberlo seguro. Por un lado estaba la configuración del escudo y por otro lado estaban las cadenas, llenas de simbolismo, pero la unión quizá no se produjo de inmediato. ¿Cuándo se produjo?

La respuesta no la sabemos con precisión, pero sí sabemos que se produjo antes del Privilegio de la Unión en 1423. En esa fecha Carlos III unifica los burgos de Pamplona y establece el escudo de la ciudad, un león con fondo azul sobre las armas de Navarra, que describe como las cadenas de oro sobre fondo rojo:

“Et un pendon de unas mesmas armas, de las quolles el campo sera de azur; et en medio aura un leon pasant, que sera dargent; et aura la lengoa et huynnas de gulean. Et alrededor del dicto pendon aura un renc de nuestras armas de Nauarra, de que el campo sera de gulean et la cadena que yra alrededor, de oro”.

Las cadenas, por consiguiente, ya forman parte del escudo sin ninguna duda en 1423.

De hecho, lo que sabemos es que como tarde formaban parte del escudo en 1423. La incorporación es anterior sólo que no podemos determinar exactamente el momento. Cuando se institucionalizan las cadenas seguramente no se trata de una decisión administrativa que genera una tradición, sino que es la tradición y la identificación popular de las cadenas la que genera esa decisión administrativa

Adicionalmente tenemos la “Crónica de los Reyes de Navarra” escrita en 1453 por el mismísimo Príncipe Carlos de Viana (también redactada en romance, por cierto, como el Privilegio de la Unión, no en latín ni en vascuence), en la que relata la gesta de Sancho el Fuerte en la batalla de las Navas de Tolosa de esta guisa: “tomó el encadenado de los camellos y de las tiendas y conquistó las cadenas por armas, y las asentó sobre las aristas con un punto de sinople en medio”, añadiendo posteriormente al referirse al reinado de Teobaldo I que “llevó por armas, este rey Don Teobaldo, dichas cadenas, partido el escudo en palo con las armas de Champaña, que son el campo de azur con una banda de plata en una parte y de oro en la otra”. ¿Eran realmente las cadenas de las Navas las que aparecen en el escudo del rey Teobaldo (1234)? ¿Pueden ser otras cadenas cualesquiera? ¿Es simplemente el blocado característico que aparece en los escudos navarros con clavos u otros elementos pero no aún con eslabones? La conclusión puede cambiar según la representación que miremos. Si en las imágenes anteriores, presentes en la catedral de Tudela, parece un blocado, en el escudo real parecen cadenas. Lo indudable, como decíamos, es que ya en 1453 el Príncipe de Viana asumía que eran las cadenas de las Navas y que para 1423 las cadenas ya estaban indudablemente incorporadas al escudo de Navarra.

Como conclusión de todo lo anterior, carece totalmente de fundamento pretender que las cadenas forman parte del escudo de Navarra como una imposición castellana posterior a 1512. También es absurdo sostener que los símbolos de Navarra datan de 1910, fecha apenas posterior a la invención de la ikurriña. En esta fecha, símplemente, se oficializan en la época moderna y se trasladan a la actual bandera e iconografía ofical de la administración los símbolos tradicionales e históricos de Navarra. Lo cierto por tanto es que en mitad de nuestra bandera navarra, con una simbologia que data del siglo XV, anterior a 1512, aparece un símbolo clamoroso de la Reconquista de España, en la que no sólo participó Navarra sino que, además, era un hecho de armas del que se enorgullecían particularmente los reyes navarros. Lógicamente, puesto que la intervención navarra fue determinante para la victoria.