La palabra clave del nuevo ejecutivo de ilusión y progreso en sus primero 100 días es «paralización».
Paralización del Canal de Navarra.
Paralización del PAI.
Paralización de la mina de Cilveti.
Paralización del AVE en Pamplona.
Tampoco es que todo esto sea una novedad. El tetrapartito ya se encargó desde la oposición, por ejemplo, de la paralización de los centros de investigación de Donapea.
Respecto a la mina de Cilveti hay un pequeño elemento diferenciador, acaso sólo casual. Este elemento es que la oposición a la mina de Cilveti la llevó el bufete de abogados de la consejera de Interior, María José Beuamont. Lo cual quizá no habría levantado ninguna suspicacia si el Gobierno de Navarra no hubiera renunciado a recurrir la sentencia y si no fuera la primera vez que el nuevo gobierno renuncia a recurrir un caso que lleva el despacho de la consejera. UPN, de hecho, ha pedido conocer todos los pleitos pendientes del Gobierno de Navarra con el despacho de Beaumont y ha apuntado que se ha renunciado a recurrir sin esperar siquiera el informe técnico de los servicios jurídicos. Si bien no podemos dejar de mencionarlo, todo esto tampoco quiere decir que las decisíones no se hayan tomado en base a criterios objetivos sino en función de los intereses de Beaumont
Respecto a la mina de Cilveti, lo objetivamente malo es que la paralización de la mina puede suponer la pérdida de 200 puestos de trabajo. Dice el nuevo ejecutivo que no pasa nada, que se hará un esfuerzo para compensar la pérdida. Lo que sucede es que, como decíamos al principio, son ya muchas las cosas que se están paralizando, con un presumible efecto sobre el empleo, y van a tener que ser por tanto muchos los esfuerzos que se van a tener que hacer para compensarlo. Algo así como empezar un partido contra el desempleo teniendo que remontar un 4-0.
Incluso aunque el Gobierno de Navarra se sacara de la manga un proyecto que generara 200 puestos de trabajo, en caso de no haberse paralizado la mina tendríamos 400, los de la mina y los del plan alternativo. El plan alternativo, por tanto, nunca va a igualar realmente el tanteo. Si a eso sumamos los 400 puestos dejados de crear por la oposición meramente ideológica a los centros de investigación de Donapea. O los que pueden derivarse de la paralización del AVE y del Canal de Navarra… Por si fuera poco, estamos subiendo los impuestos a más de 110.000 navarros, y además elevando el impuesto de sociedades por encima de nuestro entorno, convirtiendo a Navarra en un infierno fiscal al que no quiera venir ninguna empresa a instalarse y crear empleo.
Como contrapartida a todo esto sólo tenemos ikurriñas, demandas, la camiseta de Spiderman y una inversión reconocidamente «atípìca» en Davalor, por valor de un millón de euros.
Pues bien, este es el balance de los 100 primeros días de gobierno.
3 respuestas
QUE MAS QUIERE BARCOS Y BILDU QUE ARRUINAR NAVARRA PARA TENER MÁS A TIRO LA ANSIADA ANEXION A BURRUTULANDIAGADAS.
Se están dando prisa por cumplir su programa de máximos, y el principal objetivo es la anexión a Euzkadi de una Navara debilitada, sin sangre ni ánima, y eusquerizada a la fuerza.
Y todo eso antes del 20D en que se cortan un poco para no espantar posibles votantes, incautos que siguen en la luna de Valencia, sin poner los pies en el suelo.
Porque lo que nos espera tras el 20D si no se les empieza a poner freno con un buen varapao en las urnas, va a ser un verdadero infierno.
Si les ha parecido que la multiplicación de Ikurriñas era sofocante, que la parálisis del PAI o del Canal de Navarra era malo, que la invasión de ETB y la expulsión de las ondas de Navarra TV era intolerable, prepárese con casco y refugio antiaéreo por lo que vendrá después.
Es mejor coger el macuto se la Resistencia Navarra ya, y no lamentarse después.
¿¿Y la Oposición?? ¿¿Dónde está la oposición?? ¿O es que aquí los 100 días de gracia son 200? ¿O 500? ¿O 1000?
¡Despertad, coñe, despertad!