> N. C. Como una prueba más de la importancia que en el resto de España se da a los comicios autonómicos en Navarra, el diario bilbaíno El Correo dedica un artículo a analizar el escenario electoral de la región. Asume que las diferencias son mínimas, aunque cree bastante probable la posibilidad de que los socialistas puedan formar gobierno con la izquierda y los nacionalistas: “ Un ‘gobierno a la catalana’ integrado por las dos fuerzas de izquierda y la concentración de cuatro formaciones nacionalistas (Aralar, EA, PNV y Batzarre) en torno a la emergente Nafarroa Bai”. El periodista entiende que esta hipótesis lleva a que la ‘navarridad’ sea la cuestión clave en la campaña electoral. Recoge la creencia general de que dentro del socialismo navarro hay muchos militantes que prefieren que UPN-CDN gobiernen en solitario antes que el PSN se vea obligado a pactar con los nacionalistas. Eso explica que Puras y Chivite se nieguen a hablar de posibles pactos, conscientes de que les haría perder votos antes de empezar la campaña. “ Nadie está dispuesto a mantener este debate en público. Por encima de todo, el PSN ha cerrado filas, escarmentado por los espectáculos de división que lastraron su mensaje en los comicios de 1999 y de 2003. Ahora, el primer mandamiento del manual electoral impone que, en campaña, la política de pactos es un tema tabú”. En todo caso, los del PSN tienen claro que van a llegar a acuerdos de gobierno con los socialistas. Sin embargo, esperan obtener más votos que Nafarroa-Bai para poder mandar en la negociación y ceder sólo el control de las políticas sociales, sin que las cuestiones de fondo puedan ser objeto de cambalache. ¿Suficiencia? ¿Ingenuidad? Juzguen ustedes mismos.