Tal como lo contaba el editorial del Diario de Noticias del lunes, «la reivindicación del derecho a decidir vivió ayer un nuevo capítulo con los actos organizados por la plataforma ciudadana Gure Esku Dago en los cinco territorios de Euskal Herria». Naturalmente el nuevo alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, participó en el acto celebrado en Pamplona declarando que el «derecho a decidir» es un «derecho inalienable de los pueblos», que «como derecho básico hay que reivindicar».
Si ustedes se fijan, hay mucha materia para analizar sólo en las cinco frases que acaban de leer.
Por ejemplo, verán que se niega el derecho a decidir de Navarra. No en vano, Asirón habla de que el derecho a decidir es un derecho «de los pueblos» y la reivindicación se celebró «en los cinco territorios de Euskal Herria».
Es decir, el sujeto del derecho a decidir no es Navarra ni el pueblo navarro, y el ámbito territorial es Euskal Herria.
Parece que se está defendiendo la democracia, la libertad y el derecho a decidir cuando, por arte de birlibirloque, de repente el sujeto de decisión no son los navarros sino el pueblo vasco y el ámbito de decisión no es Navarra sino Euskal Herria. ¿Nos están dando más libertad o nos la están quitando?
Dice además Asirón que el derecho a decidir de los pueblos es un derecho «inalienable». Es por esto que ETA entendía que sus crímenes estaban justificados. Supuestamente la ETA no hacía sino reclamar algo que, como era inalienable, no se podía discutir. Y al que lo discutiera estaba justificado matarlo porque era un opresor. Sin embargo, ¿por qué no se podía discutir que el derecho de autodeterminación fuera inaplicable en el País Vasco, que la CAV fuera una colonia, o que Navarra y la CAV no fueran sujetos distintos? Nótese que, en teoría, si el sujeto inalienable del derecho a decidir es el pueblo vasco, ni la CAV ni Navarra pueden decidir nada por separado. ¿O sí pueden? Pues entonces hay algunos problemas argumentales graves con el derecho a decidir.
Si Navarra puede decidir al margen de la CAV, entonces es que el sujeto del derecho a decidir no es el pueblo vasco o que Navarra se encuentra al margen del pueblo vasco.
La única salida es que el derecho a decidir ya no es del pueblo vasco, ni inalienable, ni indiscutible, y que el sujeto del derecho a decidir tiene los límites difusos.
Porque si el sujeto de derecho ya no es el pueblo vasco, sino que hay varios sujetos, siendo la CAV uno y Navarra otro, perfectamente y en virtud de la misma lógica se podía defender que, a su vez, dentro de estos sujetos también podría haber otros sujetos.
A pequeña escala el nacionalismo ya defiende que un ayuntamiento puede decidir por libre, sin contar con el resto de Navarra, que la bandera de la CAV le represente. ¿Por qué no iba a poder decidir toda la zona vascófona hacer un referéndum y pasarse a formar parte de la CAV? Si una mayoría de los habitantes de esa zona así lo decidiera, ¿qué argumento podría oponer un nacionalista sin incurrir en una contradicción y sin utilizar el mismo tipo de argumento que utilizaría un «unionista» español? Pero si la zona vascófona se convierte en un sujeto de decisión, ¿eso sería defender el derecho a decidir de la mayoría de los navarros o ir esquivándolo por zonas?
Ya puestos también el Segundo Ensanche, donde UPN ostenta una amplia mayoría, podría decidir autogobernarse, o independizarse de Euskal Herria llegado el momento, o por lo menos del Ayuntamiento de Pamplona ahora mismo. ¿Acaso Bildu no ha defendido el derecho de Igueldo a separarse de San Sebastián? Pues a lo mejor el Segundo Ensanche podía decidir constituirse en municipio separado del resto de Pamplona y, en virtud del derecho a decidir que defiende Asirón, no aceptar a Asirón como alcalde, pasando a constituir el burgo del Segundo Ensanche, con fuero propio, murallas, torres y catapultas.
Llegados a este punto cabe preguntarse si esto del derecho a decidir, que suena tan democrático y tan precioso, no puede llegar a ser todo lo contrario de la democracia. ¿Por qué aceptar la voluntad de la mayoría en vez de separarse de ella? Se puede empezar defendiendo el derecho a decidir como una cosa buena para el pueblo navarro (o el catalán, o el vasco, o el andaluz) y acabar viviendo en barrios amurallados y destruyendo Navarra, la CAV, Cataluña, Andalucía y España.
Por no mencionar si todos los territorios han de tener derecho a decidir o sólo los pobres. ¿O vamos a defender como un planteamiento progresista el derecho de los ricos a separarse de los pobres? Si se encuentra petróleo o una mina de diamantes en Caparroso, ¿podría independizarse y quedarse todos los beneficios esgrimiendo su derecho a decidir separarse del resto?
Como ven, todo esto del derecho a decidir, que parece muy progresista, en el fondo puede ser muy conservador.
Y aunque se disfraza bajo un discurso de defensa de la libertad, también puede ser un peligro para la convivencia entre diferentes, la codeterminación y, en el fondo, también puede ser muy antidemocrático y pasar a consistir en que la minoría, o los ricos, o los pelirrojos, pasen a formar un sujeto de derecho distinto en vez de acatar las decisiones de la mayoría.
2 respuestas
Bueno, las cosas en esto no han cambiado.
Nunca Navarra votará si quiere incorporarse a Euscadi. O a Euscalerría.
Primero se hará el Organo Común Permanente. Y luego ya se votará, en todos los territorios del OCP la fusión de esos territorios que llamarán, oh casualidad, Euscalerría.
Pero ellos harán la votación, donde ellos quieran, y votando los que ellos quieran. Exigirán que no voten los funcionarios del estado, ni los que lleven menos de 10 años salvo que presente cursos de eusquera como símbolo de «integración» y los niños en la IkaSStrola.
Y ellos harán el recuento de los votos.
Controlarán el momento, el censo, y el recuento. Menos del 110% seguro que no sacarán.
Disfruten de lo votado.
Sr.Ciudadano, todas sus afirmaciones son como mirar a la contra los procesos iniciados por el gobierno de UPN.
Eliminar contactos con las comunidades que hablen euskera y acelerar el ritmo de acuerdos con las que no lo hablen. Poner paraguas en antenas para no poder recibir señales en ese idioma satanico. Retirar antenas particulares ( aunque no le cueste nada a nadie) que permitan recibir estos canales satanicos.
Olvidarnos de nuestros Fueros cediendo nuestros derechos a Madrid y limitandolos.
Las votaciones y las decisiones, seran en Madrid y a espaldas de nuestros ciudadanos y siempre bajo la tutela del partido al que obedeceis.
Con el tema del censo ( que os pensais que se nos olvidan las cosas ) ya hemos comprobado como os las gastais en cuanto a empadronamientos en pueblos para ganar votos y presentar candidaturas.
Que habeis dado verguenza y se te olvida todo en dos dias.
De aquellos polvos, estos lodos.
Vamos a disfrutar de lo votado.