> N. C. Aquí tenemos una prueba más de que el Gobierno parece dispuesto a conceder a Batasuna lo que no le da la legalidad vigente. Los radicales han abierto una especie de oficina electoral en Barañain que sirva de lugar de encuentro para sus seguidores y facilite la elaboración participativa (de acuerdo con el centralismo democrático marxista-leninista) del programa con que los batasunos planean presentarse a las próximas elecciones municipales. También han aprovechado la ocasión para introducir uno de los posibles lemas o nombres con los que piensan concurrir a los comicios, en previsión de que haya que sortear la incómoda normativa legal: Orain, en este caso, Orain Barañáin, palabra que ya designaba a la empresa editora del difunto periódico Egin. Los radicales tampoco han querido dejar pasar la oportunidad de volver a anunciar que “la izquierda abertzale va a estar presente en las elecciones de mayo, no sólo en esta localidad, sino también en todos los ayuntamientos de Navarra”. Una de las portavoces de la cosa, Ainara Armendáriz, también ha hablado de lo que para ellos será “un momento histórico en el que se puede abrir un proceso democrático por medio del cual podemos recuperar nuestros derechos”. Confiemos en que los despistados asuman que este despliegue ya no es sólo una broma de mal gusto.