Por suerte, Intermon Oxfam está equivocado o no dice toda la verdad.
Es decir, que hay mucha menos gente pasándolo mal ahora que en el pasado.
Las cosas no están empeorando sino mejorando.
1-En 1960, la renta media en Estados Unidos era once veces superior a la de Asia, mientras que hoy es inferior a cinco. Durante este periodo la tasa de pobreza china ha caído de un apabullante 84% a tasas inferiores al 10%.
2-En cuanto a la tasa global de pobreza entre 1990 y 2010, dicho indicador medido por la ONU llegaba hace 25 años al 47%, frente al 22% registrado hace 4 años.
3-Las horas trabajadas por año también bajan de forma generalizada, desmontando el mito de que el libre mercado conduce a una esclavitud laboral inhumana.
4-La proporción de personas que sufren la lacra de la malnutrición ha bajado del 23,6% al 11,8% entre 1990 y 2015, de acuerdo de nuevo con los datos de la ONU.
Todos estos datos y más pueden encontrarse en un excelente artículo de libremercado.com.
Pero aún podría añadirse algo más a favor del capitalismo, el mundo occidental y el libre mercado, que no suelen tener en cuenta los estudios como el de Intermon,
La desigualdad puede ser cualitativa y/o cuantitativa.
Imaginemos una persona sin casa durmiendo al raso
Otra persona con una casa.
Otra persona con dos casas.
Entre la primera persona y la segunda y entre la segunda persona y la tercera cuantitativamente hay una casa de diferencia. Pero la diferencia cualitativa entre la persona que duerme al raso y la persona que tiene una casa es mucho mayor que entre la persona que tiene una casa y la que tiene dos.
Decíamos que hay algo que se puede decir muy a favor del capitalismo y el libre mercado y es que en los países occidentales puede haber personas que sólo tienen una casa y personas que tienen 20 casas, pero prácticamente nadie duerme tirado en la calle.
Es importante destacar que los estudios que hablan de las grandes diferencias que existen en los países occidentales no tienen en cuenta el aspecto cualitativo de esas diferencias.
En los países occidentales existe un mínimo prácticamente garantizado a todo el mundo. Las diferencias, por grandes que puedan ser luego, se producen a partir de ese mínimo.
2 respuestas
Al final lo que no tengo claro es si Oxfam es un partido político, una Ongsigubernamental, un círculillo bolivariano, o qué demonios.
Lo que sí tengo claro es que no trabajan para los pobres, sino para que haya más o al menos se noten más, y seguir pilando cacho, cacho subvención por aquí y por allá, que ya saben que el que parte y reparte, se queda la mejor y mayor parte.
Y si de paso pillamos un puestejo de salida en Izquierda Hundida, o mejor aún en Potemos, pues ni te cuento lo que es vivir del cuento.
Pues, amigo Caña, no le quepa duda de que la susodicha oenege es un pesebre más dentro de esa inmensa «industria» que se ha montado alrededor de «lo social». Como no tienen que dar cuentas a nadie de sus afirmaciones, ni de si se cumplen o no sus profecías, sus disparates les salen gratis. Así que, venga, ¡otra de gambas!.