.
¿Qué le hace pensar a alguien que si hace una pintada o pone una pancarta en la fachada de una casa está mal pero si lo hace en la fachada de la UPNA está bien?
El principio, sin embargo, es el mismo: no es la casa del que pone la pancarta o hace la pintada.
Si alguien va a la casa del rector de la UPNA, don Julio Lafuente, y hace una pintada o pone una pancarta, ¿se quedaría don Julio tranquilamente sin hacer nada?
¿Qué haría don Julio si un vecino reiteradamente hiciera pintadas o pusiera pancartas en la fachada de su casa?
Pues sería una lástima pensar que don Julio cuida su casa mejor que la universidad de la que es rector.
Que no se le pide que cuide su casa tan mal como la UPNA, sino la UPNA tan bien como su casa.
No digamos ya si, por ejemplo, la pintada en la casa del rector dijera algo así como: «respeto para los derechos de los presos condenados por delitos de pederastia».
O bien: «piscina cubierta orain para los presos acusados de violación».
Quien quiera poner una pancarta de este tipo que la ponga en su casa, si acaso.
Pero que no la ponga en la casa de otra persona.
Y tampoco en una fachada que es pública y por tanto de todos, no sólo suya.
Poner una pancarta en la casa del vecino no es libertad de expresión, es no respetar la pared del vecino.
La fachada de la UPNA debe ser tan respetada al menos como la pared del vecino. Quizá más aún.
Por otro lado, una fachada llena de pintadas y pancartas no es el aspecto que suelen tener las universidades que ocupan los primeros puestos en los ránking de las mejores universidades del mundo.
Parece ser que las pancartas que ustedes ven en las imágenes estuvieron ayer prácticamente todo el día colgadas de la fachada de la UPNA sin que nadie hiciera nada.
Pues si nadie quita este tipo de pancartas cuando alguien las coloca igual tenemos que encargar dos carteles.
Uno que ponga Universidad Pública, para colocar en la UPNA.
Y otro que ponga Herriko Taberna, para ponerla en el correspondiente establecimiento.
Más que nada para que nadie se despiste y las confunda.
No sea que el mismísimo rector acabe no distinguiendo bien dónde tiene el despacho.
Ya. Ya. Ya sabemos. Estamos exagerando un poco.
4 respuestas
Aquí lo que ocurre es que la gente accede a los altos cargos (rector, director general, consejero, etc.) para meterse en un despacho y llevarse un buen sobre a fin de mes.
Eso sí, los problemas no se solucionan, las normas no se hacen cumplir, no se quiere ejercer la autoridad sino ostentarla. Vamos, que solamente a las maduras.
Igual estaba el rector más preocupado por las tarjetas black descubiertas en las universidades andaluzas, no sea que en Navarra las tengamos a calderadas.
O que a la gente le de por investigar cómo se contrata y qué sueldos tienen en las universidades públicas, esas taifas del birrete, cuyos rectores acuden a las reuniones que les sale del moño, y que cuando acuden en tropel, convierten los aparcamientos en la campa de salida de la linea de fabricación del Audi A8, versión cuerodeluxe.
Alguien ha mirado en ese Portal de la Transparencia cuánto cobra el rector poco recto pero mucho siniestror…
Ah, acabáramos.
Lo dicho, mi descendencia a la privada. Y si es necesario, fuera de España. Aunque tenga que pluriemplearme 24 horas y comer patatas y huevos 365 días al año.
Eso si, el problema se acababa con el cheque escolar. Las pintadas desaparecían en 5 minutos, las pancartas en 2.
Que asco da ver esto como Navarro,hay cámaras en la Upna? Debiera haber vigilando el exterior de cada edificio.Y si son «alumnos»expediente y si reiteran,que dejen la plaza a alguien que desea formarse.Hay seguridad privada? pues efectivamente que el rector actúe.No se puede ser cobarde como lo parece este seudorector.Y si no vale,hay gente muy válida para rector.Oiga,que esta carísima universidad la pagamos todos los navarros,le mando que actúe.
Hay un par de aspectos en este texto que me gustaría comentar. El primero que no son todas las pancartas las que están en las fachadas por los siglos de los siglos, sino solo las de determinado color político. Si se pusiese una pancarta en contra de la desigualdad que sufren determinados estudiantes al no hacer una asignatura en vascuence y hacerla en español (examenes más difíciles, no posibilidad de liberar materia,… porque para el profesor es más importante perfeccionar su vascuence que la enseñanza de esa asignatura y así se lo dice a sus alumnos), ésta duraría muy poquito en la fachada.
Y segundo punto, ésto que pasa, no solo es asi con el actual rector Julio Lafuente. Con Pedro Burillo y con Antonio Perez Prados, los radicales también campaban a sus anchas. Manifestación que convocaba determinado sindicato estudiantil de la izquierda abertzale, manifestación en la que podían hacer lo que quisieran ante la pasividad de la seguridad de la universidad.
Sólo una vez el rector se movió con celeridad, cuando un grupo de estudiantes nos enfrentamos a los radicales que habían estado una hora con bombos y silbatos en la biblioteca, y montamos una manifestación espontanea y llamamos a la televisión para decir que no podíamos estudiar y el equipo rectoral no hacía nada. Esa tarde el rector pasó por todas las radios de Navarra para decir que no era para tanto, y eso que «sólo» habíamos salido en canal 4.