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Al margen de eslóganes más o menos populistas sobre la corrupción y la casta, hay algunas cosas en el discurso de Pablo Iglesias que resultan bastante preocupantes: su odio a la libertad ajena.
Iglesias se ha reiterado recientemente en su afirmación de que “La existencia de medios de comunicación privados ataca la libertad de expresión”. Es decir, que libertad de expresión es cuando el gobierno controla todos los medios. O al menos cuando el gobierno de Pablo Iglesias controla todos los medios.
Si examinamos el programa de Podemos nos encontramos exactamente el mismo enfoque liberticida dirigido a la Educación:
«Eliminación de cualquier subvención y ayuda a la enseñanza privada, incluida la modalidad de concertada, destinando el ahorro a la financiación y mejora de los centros públicos».
¿Por qué esta saña de Podemos (aunque no sólo de Podemos) contra la educación concertada?
Por ir descartando factores, vamos a ir eliminando algunos posibles motivos.
Por motivos económicos no es, puesto que el gasto por alumno en la concertada es bastante menor que en la pública:
Por motivos académicos tampoco es, porque los resultados académicos de los alumnos de la concertada son mejores que los de la pública en el informe PISA. Es más, los resultados de los colegios navarros concertados no sólo son mejores que los públicos, sino que también son mejores que los de la tan cacareada educación pública de Finlandia.
Quedan por fin otro tipo de motivos de índole social, como la integración de los inmigrantes.
Según este discurso, es la red pública la que acoge a la mayoría de los inmigrantes, lo que explica sus peores resultados a la par que justificaría la eliminación de la concertada.
Lo que sucede es que este argumento resulta un tanto débil.
En Finlandia apenas hay inmigrantes. ¿Significa eso que la educación pública finlandesa no es muy buena, sino que sencillamente acoge pocos inmigrantes? Ya hemos hecho notar que la educación concertada navarra es superior a la pública finlandesa.
En el Informe PISA del año 2000 la proporción de inmigrantes en la pública y la concertada era similar, porque aún había muy pocos inmigrantes en España, no obstante lo cual la concertada ganó claramente a la pública.
En Navarra la red pública no acoge al 100% de los inmigrantes, sino al 80% de los inmigrantes, pero hay que tener en cuenta que la red pública supone el 65% de la red. Obviamente es falso por tanto que la red concertada está cerrada para los inmigrantes. La brecha del 15% que todavía se aprecia puede tener otras explicaciones que no necesariamente tengan que ver con que la red concertada rechaza a los inmigrantes. Por ejemplo, ¿cuántos inmigrantes acogen las ikastolas? Muy pocos, por tanto es normal que la red pública acoja más inmigrantes ya sólo por este factor. Otro elemento puede ser la religión. Inmigrantes musulmanes o asiáticos pueden rechazar los centros concertados religiosos y preferir la educación pública. Y además tenemos el hecho de que la oferta concertada es menor a la pública en términos puramente geográficos, lo que puede explicar otra parte de la brecha.
En cualquier caso, de lo que se trataría es de incluir a los inmigrantes que lo desearan en la concertada y no de sacar de la concertada a todos los demás.
Es por ello que la postura de PODEMOS, pretendiendo acabar con la educación concertada, difícilmente se puede justificar en términos económicos, sociales o académicos.
Si queremos entender el rechazo de Podemos a la concertada seguramente tendremos que explorar los motivos puramente ideológicos.
Como decíamos al principio, Podemos pretende que el gobierno controle toda la educación y que el gobierno lo controle Podemos.
Que la educación pública de nuestros hijos la paguemos todos, pero que la decida Pablo Iglesias.
Que la red pública se convierta en el sustitutivo de la red concertada que la izquierda no tiene.
Que la red pública se convierta en un monopolio educativo controlado por la izquierda.
Pensándolo friamente, Podemos no está en contra de la educación concertada, sino en contra de la libertad educativa.
No obstante, seguro que Podemos no desea poner toda la educación o todos los medios de comunicación en manos del gobierno y que luego gobierne el PP. U otro partido más a la derecha del PP que pudiera surgir.
En realidad, si Podemos lo pensara un poco incluso a ellos mismos les interesa a largo plazo la libertad.
Ellos no podrán imponer sus ideas a los hijos de los demás, pero a cambio los demás no podrán imponer sus ideas a sus hijos.
Es un buen trato.
Y además la libertad educativa es más barata.
Y produce mejores resultados académicos.
Aunque el vecino no eduque a sus hijos como nos gustaría a nosotros.
7 respuestas
Y mucho ojo Navarra,que aquí hay por debajo pacto de potemos con La ETA-Bildu,y puede ser que acabe de consejero de Educación,el greñas boicoteados de nuestro Riau Riau Pamplones,el mostrenco este es profesor del instituto de Alsasua,puede ser este o quizás ese de la ikastrola que dejo 50 kilos de Amonal en un tren en Madrid….Padres y profesores de la concertada,ya pueden ir espabilando y movilizando en los coles,potemos-ETA nos quieren adoctrinar en el fasciNazionalismo Batasuno……..
«La diferencia entre el socialismo y el comunismo, es la misma que entre el suicidio y el asesinato. El primero es la muerte voluntaria, y el otro, la muerte por obligación». AYN RAND.
Y Potemos es comunismo en vena, con sobredosis en un organismo ya debilitado. La muerte segura.
En Educación el PSOE ha buscado debilitar la instrucción de la gente para que sólo aspiren a ser reponedor del Carrefour o cobrar el subsidio, y ahora llega Potemos para darle el empujón final, todos súbditos del estado todopoderoso y único rector de la vida de las hormigas humanas.
Realmente «Podemos» esta atacando derechos fundamentales reconocidos en nuestra Constitución el derecho que tenemos los padres a decidir la educación de nuestros hijos.
Yo soy quien decido como educar a mis hijos y no una Administración. Los poderes públicos están obligados, con el dinero públicos que generamos todos, a garantizarme la libre elección de Centro.
La verdad, no haría mucho caso de las proclamas de Podemos, porque ya son líderes, exactamente igual que la casta sobre la que pretenden erigir su emporio político, en corregirse una vez sí y otra también. Como se dice en buen español, del dicho al hecho hay un trecho. Hay que reconocer que el señor Iglesias ha sabido capitalizar con suma competencia las heridas y problemas que nuestro sistema político actual ha venido cosechando es su singladura desde 1978. Sin embargo, es evidente para cualquiera con cierta experiencia que son unos completos ignornates en materia de materialziación y ejecución de políticas públicas.
Como siempre mezclando churras con merinas y acercando el ascua a vuestra sardina.
En cuanto a costo: ¿Cuantos colegios concertados hay en la zona rural, por ejemplo Roncal o Basaburua?.
En el tema de resultados: ¿Cuantas familias inmigrantes desestructuradas llevan a sus hijos a la red concertada?.
Lo que nos ocurre en Navarra y en España es que la mayoría de la gente estamos tan tranquilos en nuestras cómodas vidas pagadas a plazos.
La enseñanza concertada no es más que la maniobra del PSOE para controlar la enseñanza religiosa cogiendo a los colegios por la cuenta de resultados.
Hay que preguntarse si buena parte de la responsabilidad de vivir lo que estamos viviendo no es de los centros religiosos de enseñanza que, lejos de transmitir los valores de la doctrina social de la Iglesia, se ciñen a los proyectos de ingeniería social que se desarrollan en los proyectos educativos del régimen constitucional.
Los centros religiosos de enseñanza deberían salir del plan de concertación de la enseñanza por orden expresa de la jerarquía católica y educar a los jóvenes como siempre lo hicieron hasta caer en la trampa de la subvención.
¿Acaso los maristas, escolapios, ursulinas, claretianos, jesuitas, etc. no se dedicaban a la enseñanza antes de la concertación con el Estado?
Y yo, en favor de la libertad, aún iría más lejos, amigo Estricuel: Previo acuerdo con los gobiernos correspondientes, dejaría libertad a cada centro para implantar el sistema educativo español, finlandés, alemán, etc, y que se obtuvieran los títulos correspondientes a cada país. Ahí, sí habría una verdadera y sana competencia. Ahí se verían las bondades y miserias de cada sistema. Eso sí sería una verdadera libertad de enseñanza.
Eso y, por supuesto, el cheque escolar. La mayor dificultad estaría en que, mi propuesta, restaría poder al gobierno de turno, y no creo que ninguno de nuestros «sacrificados» políticos estén por la labor.