El Noticias anunciaba ayer que el mundo de la escena estaba consternado por la muerte de Koldo Losada. El País titulaba de este modo: «Asesinado el actor Koldo Losada en Bilbao y detenido su marido». Vecinos del fallecido relataron que la pareja se estaba separando y que el presunto autor de un delito de violencia doméstica que acabó con la muerte de Losada, Jon Ezkurdia, se encuentra en dependencias de la Ertzaintza a la espera de ser puesto a disposición judicial.
Aparte de lo lamentable en sí del hecho, llama la atención que nos encontramos ante un caso de violencia que es doméstica, es de pareja, es pasional, pero no es de género.
Si se tratara de un hombre que mata a una mujer, el manual de estilo políticamente correcto nos tendría que llevar a hablar de un crimen machista. Un genocidio machista. Un holocausto machista. Un cosmicidio machista.
Pero como en este caso es un hombre que mata a otro hombre… este caso no tiene explicación «ideológica» o «de género».
Aunque claro, a lo mejor es que los demás tampoco la tienen.
Porque por lo visto no hace falta ser machista para matar a tu pareja. Puesto que machos eran la víctima y el verdugo. O tampoco se podría recurrir al machismo para explicar el asesinato de una mujer a manos de su pareja lesbiana. Ni resultaría aplicable al supuesto en el que es la mujer la que mata al marido.
¿Por qué entonces estamos seguros de que los crímenes contra una pareja de sexo femenino son todos por odio en general hacia ese género y no hacia esa mujer en particular?
La única explicación es que la mayoría de las veces que alguien asesina a su pareja se trata de un hombre que mata a una mujer.
Pero también el 90% de las veces que se atraca un banco el atracador es un hombre y a nadie se le ocurre que la causa de atracar un banco sea el machismo.
El caso es que de algún modo estamos aceptando que los crímenes pasionales normales sólo se pueden cometer en los matrimonios de gays y lesbianas. Lo que equivale a pensar que las lesbianas, los gays y las mujeres matan a sus parejas por razones completamente distintas a los hombres heterosexuales, que matan por ideología machista en vez de por rabia, orgullo, celos o desamor, que al parecer son sentimientos que no afectan a los hombres heterosexuales sino al resto de la humanidad.
3 respuestas
Yo lo tengo claro. La violencia es de gėnero, está claro.
Concretamente, de género político. Porque aplicar la excepcionalidad a un delito, al sexo del que lo practicare contra quién lo hiciere, es una aberración política.
Imagínense que en un país multicolor, hubiera unos negocios bajo el sol, tiendas por más señas, regidas por blancos y por otras razas, con atracadores blancos y de otras razas. Históricamente, las tiendas de blancos eran atracadas por emigrantes de otras razas que no tenían recursos…y a un partido político se le ocurre cambiar el código penal, aplicando la pena de muerte a los de otras razas que atraquen tiendas de blancos; y por contra, a los blancos que atracaren cualquier tienda, o a los de otras razas si atracan tiendas no de blancos, se les de una palmadita en la espalda , y se les dice «anda, y que sea la última vez, eh, o me enfadaré…».
De locos, ¿verdad?. O de nazis.
Pue algo de eso hay.
Lavadoras de cerebro cortesia NWO a toda pastilla.
Es que no se han enterado ustedes que la INDUSTRIA de la violencia de género, vive sólo de las agresiones de los hombres a las mujeres?
Han visto ustedes el lamentable chamizo que han montado en Carlos III con Plaza del Castillo los de la INDUSTRIA de la violencia de género?
Claro, como muchos ya se han olido la tostada de que va esto, y las denuncias cada día bajan más, muchos ven peligrar su trabajito y mamandurria en el observatorio público de turno o en la oenegeta de turno subvencionada con fondos públicos
La casetitia en cuestión dice ahora que la violencia de genero no son solo golpes…si no palabras…
Llegará el día en el que tampoco sean ya palabras, serán miradas, o pensamientos.
Es un caso flagrante de violencia degenerada.