Los que dicen que los lemas en las manifestaciones no son importantes, dando una vuelta de tuerca más a la que se hará en el País Vasco «Por la paz y el diálogo» podrán justificar también que vaya a acudir Batasuna. El PSE que condicionaba a que vaya Batasuna, tal vez pudiera hacerlo practicando eso que hacía en las reuniones con ellos, para convencerlos en que participen en la vida democrática. Manifestarse lo es, sin duda. Diálogo entre todos los partidos, Batasuna, como no existe para De la Vega, podrá dialogar a través de los derechos políticos e individuales de sus integrantes en versión del fiscal Cándido. Si Batasuna no existe, el PSE podrá acudir a la manifestación en comandita por la paz y el diálogo. ¿Qué es diálogo cuando no existe libertad para ejercerlo sin escolta?. Al preguntarle al dirigente del PSE Jose Antonio Pastor, tranquiliza su respuesta de que si va Batasuna ellos no irán a la manifestación. La unión de los partidos cuando el principio es espectral, deviene en fantasmal unión de éstos. Unión que para exterminar a ETA nunca se podrá hacer entre el lobo y los tres cerditos. Menos aún entre cerditos en chozas de paja o cabañas de madera. El PNV irá con la ilegalizada Batasuna a la manifestación de la paz y el diálogo, el mismo que reclama el Gobierno para que haga la gran unidad de partidos para la paz y una España sin bombas. Al disponer la fiscalía de argumentos jurídicos tan potentes como la realidad social y los derechos individuales de los integrantes de los partidos ilegalizados, nadie podrá poner pegas a que el brazo político de ETA ponga en ridículo y contradicción toda la campaña de manifestaciones y lavado de imagen de Zapatero. Los lemas de las manifestaciones sí importan, sobre todo si son fantasmas. En igual medida que la unión fantasma de partidos. ¿Acaso nadie se ha apercibido de que ZP todavía no ha llamado a Unión del Pueblo Navarro desde su proyecto negociador?