Que Osasuna necesite un rescate no es una novedad, desde que pasaron aquellos felices tiempos de Fermín Ezcurra en los que la filosofía era no gastar más de lo que se ingresaba. Lo cierto es que en aquella época a Osasuna no le iba ni mejor ni peor en lo deportivo, de hecho quizá sí que algo mejor. Ahora bien, en lo económico le iba extraordinariamente mejor. Por no hablar de la imagen transmitida de seriedad del club, sus dirigentes y la propia Comunidad Foral. En este caso, todo tiempo pasado sí que fue mejor.
Pero en algún momento las cigarras sustituyeron a las hormigas y el club llegó a una situación insostenible que ya en 2003 precisó de un rescate y de una ley que materializara ese rescate en forma de aval. El artículo 1 de esa Ley Foral, la 1/2003 de 14 de febrero, determinaba que “Se aprueba el otorgamiento de aval de la Comunidad Foral de Navarra a favor del «Club Atlético Osasuna», con C.I.F. G31080179, por un importe máximo de 18.030.363,13 euros, con el objeto de garantizar operaciones de crédito o préstamo destinadas a la refinanciación o pago de las deudas asumidas por dicho Club”.
¿Les suena? ¿No?
El resultado es que en 11 años hemos pasado de que el Gobierno de Navarra (todos los contribuyentes navarros, más bien) avalara 18 millones a que Osasuna nos deba casi 50.
¿Y cómo ha pasado esto?
Pues lo inquietante es leer los artículos 7 y 8 de la citada ley, que en teoría establecían las facultades de Hacienda y las obligaciones de Osasuna para que la operación fuera rigurosa, periódicamente controlada, transparente y no tuviera costo alguno para el contribuyente.
Artículo 7.º
1. El Departamento de Economía y Hacienda podrá requerir a la entidad de crédito prestamista información detallada sobre el cumplimiento por parte de la entidad prestataria de las obligaciones derivadas de la operación de crédito o préstamo avalada por la Comunidad Foral de Navarra.
2. La entidad acreedora queda expresamente obligada a notificar de forma fehaciente la falta de pago de la acreditada en el plazo de 30 días naturales, contados a partir del día siguiente a aquel en que se produzca el vencimiento del plazo conferido en el contrato de crédito o préstamo para proceder al abono de cada una de las cuotas de amortización de capital e intereses pactados. El incumplimiento de esta obligación determinará la exoneración de las obligaciones del Gobierno de Navarra respecto al importe de la deuda impagada no comunicada.
Artículo 8.º
La entidad avalada facilitará la inspección y control que ejercerá el Departamento de Economía y Hacienda en orden a verificar las operaciones financiadas con el contrato de crédito o préstamo avalado, al objeto de comprobar su aplicación y rentabilidad, así como la solvencia de la entidad avalada, pudiendo para ello verificar los documentos que se consideren oportunos.
A tal efecto, dicha entidad remitirá por trimestres anticipados un calendario de pagos que deberá ser auditado y conformado por el citado Departamento.
Salta a la vista a la luz de los acontecimientos posteriores y las cifras actuales que ni Osasuna cumplió nada de nada ni Hacienda y el Gobierno se lo reclamaron en absoluto.
En un país en el que Podemos no fuera la primera fuerza en las encuestas, no pasarían estas cosas. O mejor dicho: en un país en el que no pasaran estas cosas, Podemos no sería la primera fuerza en las encuestas.
La pregunta es si alguien se cree que el Gobierno de Navarra y Osasuna, que llevan 11 años haciendo la vista gorda, riéndose de los contribuyentes en este tema y de lo aprobado en la Ley Foral de 2003, ahora tienen alguna credibilidad para decir que van a ser muy rigurosos durante los próximos 30 años con el nuevo rescate y la nueva ley.
Lo curioso es que habría una fórmula en la que el rescate de Osasuna y el pago de su deuda con Hacienda no sería cuestión de creer o no creer, que es la conversión de Osasuna en sociedad anónima. Llama la atención que existiendo esa fórmula que sería segura para los contribuyentes, se apueste en cambio por un nuevo rescate que no garantiza nada a los contribuyentes. Si el Gobierno y Osasuna nos la quisieran volver a jugar, ¿por qué fórmula creen ustedes que apostarían? ¿Y por cuál deberíamos apostar los contribuyentes si no queremos que nos la jueguen?
7 respuestas
Que nadie se engañe. La ayuda a Osasuna acaba de empezar. Osasuna ha entrado en la nebulosa esfera navarra de «Lo Publico». Es decir, que esa escuálida cerda que es la administración foral ha de apañar unas cuantas tetas mas para que uno de sus mas renombrados lechones (yo creo que mas bien es un tumor) mame a voluntad.
Vuelvo a recetar a esta sociedad la medicina que mas le conviene, por mala que sepa: Verdades.
Seguro que Harold Ramis, el director de «Atrapado en el tiempo», no conocía Navarra (quizá por entonces no teníamos la Film Comission) porque de haberla conocido, hubiera preferido ambientar su film en esta tierra en vez de en Punxsutawney.
Es levantarse y siempre lo mismo, siempre lo mismo, siempre lo mismo, siempre lo mismo: el 1512, el Fuero, la Gamazada, Osasuna, la CAN, el euskera, la anexión vasca…
Agotador, oigan, agotador.
¿De verdad nadie tiene un plan de FUTURO ilusionante para esta tierra? ¿De verdad? Un plan que «cobre» los desmanes del pasado, pero que no se regodee en ellos, y que mire abiertamente y con esperanza hacia el futuro…
A este paso, cualquier día me encontrarán muerto de aburrimiento.
No se preocupen, el Estado Socialista proveerá. Y cuando lleguen los de Podemos al poder, absoluto, les cambiarán el color del pantalón por el rojo y les dejarán elegir nuevo nombre, ya que serán los clubes propiedad del estado, como todo. La lista empieza con nombres como CSK de Moscú, Steaua de Bucarest… Nada de rojillos, eso es capitalismo pasado de moda, los «Rojos de Iruña».
Y viva el Camarada Pablo y el furbol amañado…si todos los equipos son del estado, el estado gana. Y el resto pierde.
Todos sabemos hace ya tiempo que Osasuna no va a pagar su deuda con la Hacienda Foral en primer lugar porque si puede no pagar prefiere no hacerlo(como casi todos)y en segundo porque quien tiene que cobrar tampoco está por la labor.Y yo creo que ese es la almendra del asunto ¿por qué no muestra determinación en cobrar como ha hecho y haría con cualquiera de nosotros?Quizás sea motivado por todo lo que vamos conociendo de unos y otros en los últimos tiempos pero la única explicación coherente que encuentro es que aquí hay algo que tapar,no de Gobierno de Navarra como tal,sino de sus regidores pasados y-o presentes y ambas entidades han llegado a un acuerdo y yo hago como que me pongo serio y te cobro y tu haces como que me pagas y te callas.
Yo creo que la explicación es muy fácil, nadie quiere pasar a la historia como el malísimo gobierno que cerró Osasuna por deudas.
UCD, UPN, PP, PSOE… todos han hecho lo mismo.
Algún día se hará justicia y todos éstos pagarán su culpa.
El engendro ha devenido en tumor. Los tumores se han de extirpar, aunque sea tarde, mal y nunca. Si el patrimonio del Osasuna vale lo que dicen es muy fácil, que lo ponga en el mercado y con lo obtenido de la venta que pague.
Todos sabemos que todo es mentira pero ayer, a Dios gracias, el inefable Adanero nos explicaba por la radio que claro, que el Bilbao y la Real también han mamado de las tetas forales vascas… acabáramos, mal de muchos consuelo de imbéciles.