> N. C. Aunque la polémica política de ayer estuvo centrada en la metedura de pata de Jaime Ignacio del Burgo en el Congreso de los Diputados, no ha sido menor el chasco de Juan Cruz Alli en el Senado. Si bien el líder de CDN no es el responsable directo del rechazo de la moción que proponía el uso del Concierto Económico para la financiación del TAV, se suponía que sus buenos oficios iban a asegurar el apoyo de CIU y el PNV. Como es sabido, con tal fin se desplazó a Madrid y tuvo reuniones con representantes de los partidos nacionalistas catalán y vasco. Según nos han informado, Alli creyó que podría triunfar donde ha fracasado Miguel Sanz. Al mismo tiempo, vistas las flojas perspectivas de voto de su partido, pensó que obtendría rendimiento electoral al aparecer como el conseguidor de la alta velocidad para Navarra. Tan seguro estaba Don Juan Cruz del compromiso adquirido, que anunció sin complejos que la votación del Senado sería un paseo. Pero finalmente no ha sido así, y la pregunta que nos hacemos es que si con la influencia y habilidad que nuestros políticos demuestran en la capital, podemos tener alguna esperanza de que sabrán defender con solvencia la integridad de Navarra. Y sin contar con los socialistas, que como mostró ayer el señor Chivite, ni están ni se les espera para la causa de la Comunidad Foral.