No tenemos claro si nos gustan las bibliotecas públicas tal y como se encuentran actualmente organizadas.
Y además no nos gustan los cachorros.
Ya ven por tanto que aquí no nos detienen los pensamientos prohibidos ni los tabús políticos.
Algo no funciona cuando no hay medicinas para los abuelos o para las ambulancias y, al mismo tiempo, usted esta pagando impuestos para que una persona que gana más que usted y que podría alquilársela en un videoclub vea gratis Loca Academia de Policía.
Puesto que el mundo es profundamente imperfecto y después de pagar ilimitados impuestos para pagar ilimitados servicios públicos no nos quedan ilimitados recursos para vivir nuestra limitada vida, tenemos que hacernos un par de preguntas.
1-Si las bibliotecas tienen que ser omnicomprensivas y servir para que la gente lea Cincuenta sombras de Grey o vea Transformers 2 a costa del erario publico.
2-Si las bibliotecas públicas, en vez de ser una manera de evitar que la gente sin recursos no pueda acceder a la cultura, no se han convertido en una manera de que todo pichichi vea películas y lea libros a costa del presupuesto.
Decíamos que no hay medicinas para los niños, pero que Emilio Botín puede cogerse Los albóndigas en remojo gratis en la biblioteca pública. Ya nos contarán ustedes si lo de que Botín pueda ir gratis a una biblioteca pública es para evitar que la gente sin recursos no tenga acceso a la cultura y siquiera si Los albóndigas en remojo es cultura.
Naturalmente el caso de Botín es extremo pero, a fin de cuentas, describe una situación real. ¿Por qué el sistema público ha de pagarle el alquiler de Misión Imposible 3 a un tipo que gana 1.500 euros?
¿Para que luego no tenga que recortar en cubatas?
Que los usuarios de las bibliotecas públicas son un público mucho más amplio que los indigentes o los parados es un hecho, puesto que el número de usuarios de las 93 bibliotecas públicas en navarra supera las 239.000 personas.
Por consiguiente estamos quitando las medicinas a los abuelos que no pueden pagarlas para invitar a ver Torrente u otras películas similares a decenas de miles de personas que sí podrían pagarlas.
Llámennos salvajes por atrevernos a reflexionar sobre esto, pero es obvio que hay algo que no funciona.
Además también es normal que así sea casi imposible que sobreviva ningún videoclub. Por si no bastara con la piratería, cualquiera puede sacarse el carné de un videoclub público y tener las películas gratis.
Gratis a costa del dinero de todos y de quitar las medicinas a los niños.
Seguramente no se trata de dinamitar las bibliotecas públicas cual absurdo y ruinoso circuito de velocidad, pero sí a lo mejor de replantearse su carácter omnicomprensivo y universal, o si a lo mejor lo que habría que alquilar a las personas sin ingresos sería un e-book, lo cual podría ser casi como alquilar la propia biblioteca, o por lo menos una enorme selección, que no necesariamente tendría por qué incluir a JJ Benítez, Belén Esteban o Risto Mejide.
Hay que atreverse a analizar críticamente incluso las cosas sobre las que está prohibido poner nada en duda, incluyendo el gasto en cultura. Que se nos vaya a señalar como enemigos de la cultura y malvados en estado puro no debe impedirnos pensar porque nuestra naturaleza es pensar y la de la prensa libre provocar a pensar.
Lo de los cachorros lo dejamos para otro día. Pero no descartamos con carácter previo que tampoco nos gusten.
4 respuestas
Las bibliotecas debieran tener un 10% de BestSellers tipo JJBenitez (nunca una Belén Esteban de turno), un 70% de libros de amplio espectro cultural, desde la Ilíada a autores como Tolkien o Isaac Asimov, y un 20% de libros de profunda formación cultural y filosófica, desde Platón y Aristóteles a Orwell y Ayn Rand.
Pelis, casi ninguna, salvo que estén basadas en buenos libros, como el Hobbit, El Señor de los Anillos,o Yo Robot, y El Hombre Bicentenario.
Y documentales los que quieras.
De paso no permitir usar los ordenadores para jugar al jueguecito de moda durante horas……
Pero si proponemos usar las bibliotecas para su verdadero propósito, y no como ludoteca de niños y adultos, igual nos llaman hasta fachas y elitistas, que estamos en contra de «el pueblo», a los que curiosamente algunos queremos savar de la inopia, y otros prefieren seguir manteniéndoles en la oscuridad más absoluta.
Les recomiendo ir dos o tres tardes a la semana por La Milagrosa, Zizur, San Francisco y estos dias por la B.Geneneral.
Si no hubiera Bibliotecas Públicas en Navarra… ¿quien iba a comprar los libros que se editan en euskera?
El texto parte de una premisa totalmente falsa y absurda: que sea necesario quitar medicinas a los niños y servicios a los ancianos para que existan surtidos de novela pornográfica, DVDs de Jackie Chang y acceso libre a internet en las bibliotecas públicas, para todos.
No lo están quitando. Lo están EXTERNALIZANDO, es decir, PRIVATIZANDO, para quu la casta viva de dar esos servicios.
Por cierto: lo público jamás (JAMÁS) es entendido como algo creado para las personas sin recursos.
Es tan estúpido como pensar que la operación de Gendulain obedece a un interés común y público.