1. En 1985 se sanciona, la ley de Felipe González de despenalización del aborto. Desde ese año y hasta la actualidad, las cifras de niños asesinados en España quirúrgicamente en el vientre de sus madres van en continuo ascenso, hasta estabilizarse en torno a 100.000 muertes al año a finales de los años 90 (si esto no es un genocidio, que alguien me lo explique; estamos hablando del 20% de los embarazos en España). El TC dice que la constitución de 1978 ampara esta barbarie.
2. En el año 2000, Aznar permite la dispensación de la píldora abortiva en España. Desde entonces, es imposible computar el número total de abortos, que bien puede haber duplicado las cifras anteriores. Por otro lado, no obviemos que la extendidísima (desde finales de los años 70) píldora anticonceptiva, también es potencialmente abortiva.
3. En 2010, Zapatero aprueba la nueva ley del aborto, teóricamente más permisiva. La «derechona» monta en cólera y se rasga las vestiduras. Estadísticamente no hay ningún cambio; la respuesta es sencilla: el coladero de 1985 hacía el aborto LIBRE en España desde 1985, y fácil y «limpio» desde 2000.
4. En 2013, Rajoy saca una nueva ley, que izquierdas y derechas políticas y mediáticas nos presentan como más restrictiva. El rojerío se desmelena y el peperismo saca pecho. Cuando uno se lee la ley, se da perfecta cuenta de que es exactamente igual que la de 1985. Es decir, aborto LIBRE en España y encima, fácil y «limpio», pues sigue vigente la dispensación de la fatídica RU-486. Si alguien tiene alguna duda, que vea las cifras demoledoras del próximo año.
2 respuestas
Querido amigo:
Todo esto es un horrible cementerio, un terrible holocausto. Basta de cifras, que no obstante parece hay que dar para mover los pedernales y hasta los infiernos.
Me basta que el poder civil cierre los ojos ante en sacrificio de UNA SOLA criatura, y si encima da (en cuanto que los traspasa de manos)los medios para matarla…
¿Estamos en un mundo de locos?
Cierto es que hay leyes restrictivas (ya conozco, ya, lo que explicó don Ángel Rodríguez Luño en «L’Osservatore Romano» nº 38, 20-IX-2002, pág. 9-11), pero ocurre que: a) el PP es el que hace la ley completa (y la ley autoriza, aprueba, legitima), no dice que por bla, bla y bla va a restringir la anterior y sin admitir lo malo que positivamente contenga; b) no se trata de una ley tolerante (permisión negativa del mal) sino legitimadora; c)la ley Gallardón no restringe casi nada como Vd. dice muy bien, y así se reflejará en la práctica; y d) ya basta de jugar en España a «un poquito menos de mal, por favor», con la mucha necesidad que se tiene de proponer, mantener e imbuir todo con los principios más básicos: un poder civil que formula en la ley que va a cerrar los ojos (no digo aprobar, estimular, legitimar y dar medios)ante el asesinato de UN SOLO inocente… no cumple su obligación y abre la puerta a una cascada de males.
Llevamos así un montón de años y los efectos son estos: ¿Se legitimará y aún dará medios para matar a tantos miles o a cuántos? ¿Es que los menos aborteros de hoy harían lo mismo de tratarse del caso del holocausto nazi o los gulag soviéticos?
Sí, sí, un mundo de locos. Y lo hemos hecho terriblemente injusto.
Ramón de Argonz
Iruña, 10-I-2014
Le hago el ruego de que sea Vd.más respetuoso, especialmente tratando un tema tan difícil y delicado, y no utilice palabras despectivas como «derechona», «rojerío», «peperismo» … .