En las últimas fechas se ha convertido en “viral” un video casero grabado por el popular cómico Moncho Borrajo. En ese video Borrajo arremete contra la clase política tratando de encarnar la indignación de todos los ciudadanos. Los políticos serían básicamente los culpables de todos nuestros males. Entre los comentaristas del vídeo predominan quienes dan la razón en todo a Borrajo. Parece que las dos conclusiones lógicas del vídeo serían que:
a) Los políticos son malísimos b) Somos mejores que ellos
Tampoco es raro encontrar algún comentario crítico en el sentido de que no se puede igualar a todos los políticos: son todos muy malos, sí, pero los nuestros menos.
¿Pero es lógico pensar que la culpa de todo es de los políticos?
A lo mejor los políticos no son sino un reflejo de lo moral, honrada, trabajadora, responsable y valiente que es el conjunto de la sociedad.
Si no tiene sentido pensar que los taxistas, los camareros, los administrativos, los funcionarios, los electricistas, los médicos o los informáticos son peores personas que el resto, quizá tampoco tenga sentido pensar que los políticos son peores personas que la media.
Además nos encanta dejar que los políticos se encarguen de todo, aunque luego les echemos la culpa de todo. ¿Cómo se entiende que la misma sociedad que tanto repudia a los políticos y que piensa que todo lo hacen tan mal quiera al mismo tiempo que el estado se lo haga todo?
Si, por otro lado, seguimos votando a los nuestros hagan lo que hagan, y da igual porque son los nuestros, ¿cómo no van acabar haciendo cualquier cosa si les vamos a votar igual? ¿Para qué tendrían que esforzarse o exigirse una excelencia moral? Nosotros mismos estamos creando las circunstancias, con nuestra “incondicionalidad”, para que los políticos relajen sus niveles de autoexigencia.
Porque si bien es posible que los políticos no sean ni peores ni mejores que el resto de los mortales, o que no sea posible una clase política lamentable en una sociedad excelente, el hecho es que en cualquier caso y hagamos lo que hagamos los políticos siempre serán humanos.
Y los humanos somos débiles e imperfectos.
La sociedad está perdiendo la fe en la política y los políticos pero aún no ve que lo que necesitamos no es otro gobierno u otros políticos, sino menos gobierno y menos políticos.
Ya sabemos lo que no queremos, pero la libertad aún nos da miedo.
2 respuestas
Hay que tener cuidado con las soluciones de pata de banco. Algunos han llegado a votar a expresidiarios como Conde o Ruiz Mateos. Lo siguiente puede ser peor, Chavezes, Maduros, Adolfs o Vladimires cuando no Jomeinis…
Borrajo, fiel a su lema. Sonar y ponerse al sol que mas calienta, no se pase ocasión de sonar, o caigo al pozo del olvido donde, por méritos, debiera estar. Una estrategia que le hizo declararse homosexual pasados los 50 años, cuando era lo que se estilaba en la farandula, o meterse con los politicos y darselas de indignado… ahora que ZP y sus mamporreros no toman nota de la matricula. Muy valiente el comiquillo, ya lo creo…