El mal que nos ha traído a donde estamos persiste y no ha sido erradicado. Fíjense que ni un solo político de Navarra se plantea incumplir el objetivo de déficit… por abajo. Todo lo contrario, tenemos a todos nuestros políticos de todos los partidos del Parlamento ansiosos por gastar más del objetivo de déficit, o por ampliar el objetivo de déficit, o por rebasar el límite de endeudamiento, o por subir más impuestos para intentar recaudar más (de esto tampoco han aprendido nada) para seguir aumentando el gasto. ¿Pero cómo no iba a pasarnos lo que nos ha pasado si hasta después de habernos pasado nuestros políticos no han aprendido?
Y luego, si sube la recaudación un 0,37%, ¿en qué creen que están pensando nuestros políticos? ¿En bajarnos los impuestos o en gastar un 0,37% más?
Ayer, en unadesoladora tarde en el Parlamento, todo el debate fue si tenemos que gastar un 1,2% más de lo que ganamos o si todavía deberíamos gastar más. El nacionalismo vasco clamaba indignado porque Navarra aceptara que el estado le impusiera un techo de déficit del 1,2%. El mismo nacionalismo indignado que en la CAV recorta los presupuestos un 10,8% y acepta un techo de gasto… ¡del 1,2%! Por su parte, los socialistas adornaron su discurso con la propuesta de volver a subirnos los impuestos. El programa electoral que empieza a esbozar el futuro e inevitable gobierno de Roberto Jiménez incluye por tanto más ikurriña, más déficit y también más impuestos.
Que por cierto: toda la subida de impuestos que la oposición nacionalista y socialista nos infligió a los navarros el año pasado se traduce en la mencionada y ridícula expectativa de subida de ingresos de un 0,37%. Es decir, que con eso no se paga ni la quinta parte de la paga extra de los funcionarios. A cambio la consejera de Economía, Lourdes Goicoechea, adelantó una evolución negativa del empleo del -1,2%. A los diputados de la oposición sigue sin entrarles en la cabeza que a más impuestos, menos crecimiento y menos empleo. Claro que se trata de algo que tampoco le entra en la cabeza a Cristóbal Montoro.
Rebelémonos para hacer las cosas bien, para variar
De acuerdo, Incumplamos el objetivo de déficit, que por otro lado no es obligatorio alcanzarlo, pero imponiéndonos un déficit cero. Intentemos algo osado: para salir de la ruina hagamos algo distinto de lo que hemos estado haciendo para arruinarnos.
Un comentario
Yo preferiría que esa rebeldía fuera para tener no ya déficit del 1,2% sino superávit del 3%, y que nos bajaram los impuestos como ya hacen Madrid, Galicia y hasta Extremadura.
Pero Barcina no está en lo que tenía que estar, está a que no le muevan el sillón el Pitillés Ginebrino ni el Miguel Sanz agente comercial de Quesitos Reunidos SA.
Y los de la Ikurriña gigante en una mano y el Impuesto Megagaláctico en la otra, aporreando las puertas del Castillo Foral. …como no nos rescate Mercadona vamos dados.