Como todos sabemos, es habitual que algún grupo de personas irrumpa e interrumpa en un acto en el que participa alguien de la derecha, o insulte a su paso en cualquier vía pública a los cargos electos de la derecha.
También sabemos cuál es la reacción de los partidos y los medios nacionalistas y progresistas cuando tienen lugar esas interrupciones o esos insultos.
Para ellos, cuando el insultado o el interrumpido no es de los suyos, se trata de la comprensible y lógica reacción de una hipotética mayoría popular indignada ante las políticas antisociales e irracionales de la derecha.
Un ejemplo de ello son los insultos que una parte de la corporación municipal recibe todos los años durante la procesión de San Fermín.
Este mismo mes, el pleno del Ayuntamiento de Pamplona rechazó los insultos durante la procesión con los votos de UPN, PSN, I-E y PPN, pero con la abstención de Nabai y Bildu.
Sin embargo, este mismo verano también tuvo lugar esta otra curiosa escena por las calles de Azpeitia.
En esta ocasión es Iñigo Urkullu, líder del PNV, quien era increpado por un grupo de jóvenes al grito de “payaso” y “fascista”.
Urkullu, comprensiblemente molesto, se encara con los jóvenes rodeado por sus escoltas.
En cuanto Urkullu se marcha, aparece una furgoneta de la Ertzaintza cuyos agentes proceden a identificar a aquellos con los que se había encarado Urkullu y a denunciar a uno por un delito de injurias.
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Posteriormente, Urkullu declaraba que «Les he pedido respeto. Nada más«, explicando que «Si en aras a la libertad de expresión estamos sometidos a cualquier insulto personal, y menos de carácter de payaso y fascista como se me ha denominado, no lo admito», añadiendo que «ningún representante institucional» debería hacerlo.
La argumentación de Urkullu resultaría impecable si a su formación eso mismo le sirviera para Pamplona.
3 respuestas
En París se conserva el Metro de Platino base de la métrica actual mundial.
En Guernica montarán un Museo Etnográfico de la Euskodoble Vara de Medir, caso único de metro variable. En la sala aneja podrán contemplar el Euskoembudo, que se utiliza desde tiempos del Basajaun para lo mismo, la famosa Legea Zarra… del Embudo.
Los insultos e intentos de agresión a cualquier político son condenables, vengan de donde vengan y punto.
A estos Bildus les encanta gritar payaso y fascista.Mas fascistas que ellos,NADIE,payasos,con perdón para esos profesionales que hacen reír a los niños,como lanzan tartas mejor que FOFO,que le pregunten a Barcina.Una frase para todos los que quieran como yo,a esta mi querida y bendita tierra Navarra,» El precio de la libertad,es la eterna vigilancia» Navarra atentos con los Nazionalistas y Socialistas.