El 11 de septiembre se celebra el aniversario de la rendición de la ciudad de Barcelona a las tropas borbónicas en 1714, durante una de las acciones bélicas de la Guerra de Sucesión Española.
Han leído bien: sucesión, no secesión.
En aquella guerra dos pretendientes se disputaban el trono de España al morir sin descendencia Carlos II “el Hechizado”. De una parte Felipe de Anjou, francés y Borbón, y de otra el Archiduque Carlos de Habsburgo, austriaco. Como puede suponerse, todas las potencias europeas se posicionaron a favor de un bando u otro e intervinieron en la guerra en función de sus intereses. Francia con Felipe de Anjou y Austria e Inglaterra con el Archiduque Carlos. Los catalanes apoyaron mayoritariamente al Archiduque Carlos.
El conflicto no tuvo nada que ver con ningún planteamiento nacionalista ni secesionista y el escenario bélico superó ampliamente los límites geográficos de Cataluña.
Las tropas del Archiduque Carlos conquistaron Madrid, se retiraron de ella, fueron derrotadas en la Batalla de Almansa en 1707, volvieron a tomar Madrid y volvieron a tener que retirarse ante la llegada de tropas francesas.
El 11 de septiembre de 1714, como decíamos, tuvo lugar el último episodio reseñable del conflicto al caer Barcelona, principal bastión de los partidarios del Archiduque, determinando la victoria sucesoria de Felipe de Anjou.
Si la toma de Barcelona fue protagonizada por el duque de Berwick, la resistencia fue dirigida por Rafael Casanova, Conseller en Cap de la ciudad y su máxima autoridad. Poco antes de la capitulación, fue cuando se dictó el famoso bando llamando a los habitantes de Barcelona a la resistencia, pero en términos muy distintos de los que hoy en día pretende el nacionalismo catalán:
“Se hace saber, que si luego, inmediatamente de oído el presente pregón, todos los naturales, habitantes y demás gentes hábiles para las armas no se presentan en las plazas de Junqueras, Born y Plaza de Palacio, a fin de que unidamente con todos los Señores que representan los Comunes, se puedan rechazar los enemigos, haciendo el último esfuerzo, esperando que Dios misericordioso, mejorará la suerte. Se hace también saber, que siendo la esclavitud cierta y forzosa, en obligación de sus cargos, explican, declaran y protestan a los presentes, y dan testimonio a los venideros, de que han ejecutado las últimas exhortaciones y esfuerzos, protestando de todos los males, ruinas y desolaciones que sobrevengan a nuestra común y afligida Patria, y exterminio todos los honores y privilegios, quedando esclavos con los demás españoles engañados y todos en esclavitud del dominio francés; pero se confía, que todos como verdaderos hijos de la Patria, amantes de la Libertad, acudirán a los lugares señalados a fin de derramar gloriosamente su sangre y vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España, y finalmente dicen y hacen saber, que si después de una hora de publicado el pregón, no comparece gente suficiente para ejecutar la ideada empresa, es forzoso, preciso y necesario hacer llamada y pedir capitulación a los enemigos, antes de llegar la noche, para no exponer a la más lamentable ruina de la Ciudad, para no exponerla a un saqueo general, profanación de los Santos Templos, y sacrificio de niños, mujeres y personas religiosas”.
La literalidad de este bando no hace sino confirmar una vez más que Cataluña simplemente apoyó a un aspirante al trono frente a otro, sin duda en defensa de sus propios intereses y preferencias, pero siempre en el marco de una guerra de sucesión dentro de España. Cuando en alguna ocasión desde el bando borbónico se acusó a los dirigentes catalanes de estar defendiendo sólo sus privilegios, fue la propia Generalidad de Cataluña quien publicó dos manifiestos, titulados “Despertador de Catalunya” y “Crisol de Fidelidad”, reafirmando su compromiso con toda España y con la libertad común de todos los españoles.
La lealtad de Rafael Casanova a España la confiesan y reconocen hasta sus propios descendientes hoy en día.
Un video alternativo sobre la Diada de Cataluña
Hoy se celebra la Diada en Cataluña, pero por todo lo visto la conmemoración se ha convertido no sólo en una manipulación histórica sino en un acto excluyente para muchos catalanes no nacionalistas. Precisamente por ello los catalanes no nacionalistas reivindican su existencia, explican la realidad de la Diada, rechazan el enfrentamiento con el resto de los españoles y denuncian las dificultades para no ser nacionalista bajo los actuales gobiernos nacionalistas. Un ejemplo de ello es este curioso video.
A menudo cometemos el error de confundir Cataluña con los nacionalistas catalanes y responder ante determinados insultos arremetiendo contra todos los catalanes en vez de contra aquellos que los profieren. Cometer ese error favorece a los nacionalistas, a quienes el enfrentamiento, la incomprensión mutua y desde luego el intercambio de insultos entre los catalanes y el resto de españoles les favorece para sus propósitos. Conseguir que el resto de españoles odie a Cataluña es tan beneficioso para ellos y facilita tanto sus planes como que los catalanes odien al resto de españoles. Que el resto de españoles llegue a desear la independencia de Cataluña es la mitad del trabajo de los independentistas.
14 respuestas
Como siempre la manipulación de la Historia por el nazionalismo; algo, no lo olviden, imposible de realizar si no se hubiera lobotomizado previamente los cerebros de los niños con la Logse socialista. Da igual que le presentes oos documentos históricos avalados por todas las cancillerías de las potencias de la época. Les da todo igual.
Lo que resulta curioso es que si el Archiduque Carlos, futuro mandatario imperial, hubiera sido FRANCÉS, y el Anjoú BELGA por decir algo, Barcelona y Cataluña hubieran estado a favor del Borbón, porque el miedo de todos ellos era ante el enemigo secular de ellos, que era desde tiempos atrás Francia y sólo Francia.
Recordemos que la unión de Castilla y Aragón tiene como motivación más poderosa para el Reino de Aragón el disponer de musculatura suficiente para repeler al enemigo francés, de sus constantes ataques e invasiones. Y esa musculatura se llama ESPAÑA.
Si no espabilamos en Navarra,este cambio de la patria y la historia desde la escuela e institutos que ha sucedido en Cataluña y Vascongadas,y que ha empezado en el Norte de Navarra,piensen que puede estar enseñando ese greñas reventador del Riau Riau 2012 que es profesor del instituto de Alsasua,a sus alumnos de la Barranca,efectivamente así esta la Barranca,saliendo en los medios nacionales por mofas y provocaciones a las víctimas.pues ese cáncer Ideológico Nazionalista si no espabilamos lo pueden extender.Navarra despierta!
A veces siento envidia de algunos catalanes.
Y si no, piensen en el maricomplejismo de este gobierno foral con la historia ficción que vivimos en esta tierra con el 1512 -exposición de Oroz incluída- o con la ausencia en las conmemoraciones de las Navas de Tolosa.
En fin…
Don Arturo y sus predecesores de CiU, que no han querido nunca la independencia porque realmente sería ruinosa para las élite empresarial catalana, y para sus propios bolsillos, la han estado alimentando y la alimentan, ahora más si cabe, con el único fin político de alcanzar su objetivo de disponer de una financiación más generosa, y de paso están conduciendo a Cataluña a un callejón de difícil salida. Este partido político de corruptos y chorizos de cuello blanco, que tras el gobierno tripartito de chorizos y corruptos progres ya llevó a Cataluña a la ruina, no duda en seguir arruinando a su querida tierra. Las conversaciones secretas de Rajoy y Mas sólo pueden ser para ver cómo se reparten el pastel. Mientras tanto, a los ciudadanos se les vende la independencia como una suerte de nirvana político, tras 30 años de mentiras y propaganda pancatalanista. Y el farsante Rajoy qué está haciendo…? Negociar en secreto.
Estimados lectores
Por un error no podía verse el video. Está modificado y puede verse ahora.
Tiene mucho interés porque son jóvenes catalanes que dan la cara en pro de la unidad de Las Españas frente a la división ,
un saludo
Hay que recordar a los soberanistas de hoy los beneficios que en épocas de bonanza obtuvo en la historia Cataluña formando parte de España.
Con Felipe V, su centralismo – a la gran moda entonces en Europa – llevó a abolir todas las aduanas y obstáculos internos al comercio entre los reinos hispanos, resultando una bonanza en el comercio que benefició enormemente a Cataluña.
Y otro ejemplo sangrante de algo muy reciente: la industrialización comenzada con el Plan de Estabilización de Ullastres en 1957-58 se hizo bajo un fortísimo régimen proteccionista aduanero-arancelario que permitió a las industrias vascas y catalanas – únicas regiones ya en parte industrializadas – vender sus productos en el resto de España a precios muy por encima de los niveles internacionales. El boom industrial y la acumulación de capital que resultó en Cataluña y en las Vascongadas fue impresionante. Pero tomen buena nota: ello se hizo a costa del consumidor de otras regiones españolas a quienes se obligaba a pagar precios muy por encima de los que prevalecían en los mercados internacionales.
Pero con la accesión de España a las Comunidades Europeas en 1986 se les acabó la guinda. Al ser impuesto a España desmontar su sistema proteccionista arancelario (y eliminar las cuotas, contingentes y subsidios a la exportación), los vascos y los catalanes cerraron la mayoría de sus industrias ya que por no haberse devaluado entonces la peseta ya no serían competitivas, y se pasaron a los servicios, la construcción y lo inmobiliario, sectores generalmente carentes de competencia internacional. Luego se rompió la burbuja, vino la recesión, el paro, el déficit en las cuentas públicas y el sobreendeudamiento y al no ver ganancias en el embrión español, se aceleró de nuevo el independentismo.
Pero algo les dice a los catalanes – ¿ su seny? – que mejor para el bolsillo quedarse cerquita del embrión español por si acaso vuelve otra bonanza a costa de la Península..
«Historia Medieval del Reyno de Navarra»: «LOS CATALANES EN BUSCA DE UN SEÑOR» http://www.lebrelblanco.com/21.htm?&cap=8;
Javier Barraycoa «Historias ocultadas del nacionalismo catalán» http://www.lebrelblanco.com/articulos/
Magnífico y esclarecedor comentario, D. Carlos. Eso habría que explicar en todas las escuelas, me temo que también en la Universidad.
Yo no voy a mirar a la historia, voy a mirar al presente. La realidad que a los españoles no os gusta es la que se ve, la mayoria de los catalanes, quieren ser solo catalanes y no españoles. Eso no es un delito, el poder decidir libremente es un derecho y tienen todo el derecho a hacerlo.
Guste o no, lo van a hacer porque son mayoria y al que no le guste, que mire para otro lado. Como cuando el Gobieno de esta comunidad decide ejecutar algun proyecto, como tienen la mayoria, no preguntan a nadie. Lo que pasa es que os cuesta aceptar las realidades.
Todo esto está muy bien, pero hay que recordar una vez más que la verdad histórica no tiene nada que ver con este asunto. A la gente la Historia le da igual, o como mucho le puede servir de palanca para conseguir algo, aunque sea falseándola.
Aquí hay experiencia al respecto: el asunto del 500 aniversario de la «conquista», etc, etc, etc.
Pongamos: mañana los conquenses se despiertan independentistas y piden la independencia de su provincia. Pueden pretextar, usando la extensa Historia de esta parte del mundo, una batalla ocurrida hace 600 años para presentar su falta de libertades. Después expondrán que las casas colgadas son «hecho diferencial», et voila.
Cuenca, Estado y nación independiente.
¿Absurdo? Puede ser, pero si la mayoría abrumadora lo pide, poco más hay que decir. La culpa, por supuesto, de quienes nos han dirigido durante décadas o incluso siglos, por no saber enhebrar a este país con inteligencia, juicio, progresismo, etc, etc, etc.
Poder decidir libremente es un derecho cuando esa decisión no no afecte a terceros. De otra forma ¿donde ponemos el límite del poder de decisión?. ¿Lo circunscribimos a toda Cataluña junta? ¿Y porqué no lo hacemos municipio por municipio o barrio por barrio y calle por calle?. Así podríamos llegar a circunscripciones individuales, de tal forma que cada municipio, barrio, calle o individuo podrían pertenecer o no a Cataluña, a España o a lo que quisieran. A esto nos lleva el planteamiento (no razonamiento) de Hemengo.
Has dado en el clavo, Clarete. Lo que más me molesta de este asunto es que cierta izquierda apoya o al menos disculpa a los nacionalismos, cuando el pensamiento nacionalista debería ser lo más alejado del pensamiento de izquierdas.
El nacionalismo es heterodoxo hacia España pero ortodoxo hacia sí mismo. Por ejemplo, ¿por qué se puede romper España y no se puede romper Cataluña? Yo pido que si Cataluña dice sí a la independencia, Cornellà u Hospitalet tengan derecho a separarse de Cataluña.
Y ojo, no es tan bobada lo que digo. El Gobierno comarcal del Valle de Arán ha pedido formalmente que si Cataluña tiene consulta, Arán tenga el suyo para decidir si sigue unido a la región. Y además apelando, como digo en mi anterior comentario, al «tema histórico»
http://www.gentedigital.es/lleida/noticia/1202181/la-val-daran-celebra-los-700-anos-de-su-carta-magna-era-querimonia/
http://politica.e-noticies.es/los-socios-del-psc-en-la-vall-daran-piden-una-consulta–78756.html
Ridículo, pero cierto. Está pasando delante de nuestros ojos.
Totalmente de acuerdo con Hemengo. Si Cataluña expresa democráticamente su deseo de secesión, por mucho que nos joda, no deberíamos aceptarlo?
Respecto al comentario de Clarete 2011 sobre donde poner el límite de la secesión, sugiriendo que entonces una calle o un barrio podrían querer la secesión, habría que recordarle que en la Constitución de 1978 se recogen las nacionalidades históricas que conforman España.
¿Y porque existen esas nacionalidades? Porque tienen una identidad común que las define. Porque no puede ser que exista una identidad española, por ejemplo, y no puedan existir otras, como la catalana o la vasca. Y todas las identidades no tienen porqué llevar a la secesión, pero si lo quiere la mayoría de catalanes, debemos oponernos?
Lo primero que dice la Constitución es que España es una e indivisible, por lo tanto, la circunscripción para decidir si se separa una de sus CCAA tendrá que ser, en todo caso, la de toda España pudiendo votar todos los españoles con derecho a voto. Si no es así el mismo derecho tiene Cataluña a proponer unilateralmente una consulta secesionista, que el ayuntamiento de Hospitalet o la Diputación de Tarragona a plantear otro para no separarse de España dicha ciudad o esa provincia.
Todo esto suponiendo que se respeta la Constitución, claro.
Es muy fácil vender ideas que parecen muy lógicas y muy sensatas y que, sin embargo, son meras falacias: «el derecho a decidir» o «el derecho a la independencia» de Cataluña. Pero hay que recordar que esta Cataluña a la que se apela carece de toda entidad político-jurídica salvo como parte integrante de la Nación española. Hay que recordar que esta Cataluña ha carecido históricamente de toda soberanía, si bien disponía de facultades políticas de autogobierno con sujeción a la soberanía de la Corona de Aragón. Hay que recordar que esta Cataluña es una amalgama de ciudadanos integrada también por los millones de españoles (¿cuántos?) que emigraron para ganarse la vida. Hay que recordar que esta Cataluña, en fin, no ha sido otra cosa en toda su vida que España, y hay que recordar que esta Cataluña política, como en episodios históricos anteriores, sólo tiene por propósito perseguir la independencia y la ruptura con España con el fin de mejorar sus privilegios respecto del resto de regiones españolas.