El año pasado fueron muy celebradas unas declaraciones del actor Alberto San Juan afirmando que “Yo creo que no hay intelectuales de derechas. O son intelectuales o son de derechas”.
Muchas personas asumieron como propio este planteamiento o, acaso más bien, Alberto San Juan expresó este planteamiento, que él no era sino una más de esas muchas personas que lo tienen asumido e interiorizado. Esto suele pasar cuando un pensamiento en voz alta resulta muy celebrado.
Qué duda cabe de que en España, en eso que se llama “el mundo de la cultura”, particularmente en el cine, la mayoría de sus miembros sostienen posturas progresistas o de izquierdas.
Podríamos reflexionar sobre este punto invirtiendo el razonamiento y señalando que, quizá, puede ser que haya tal predominio sociológico de las ideas progresistas en España que el problema más bien es que, para ser considerado intelectual, hay que defender ideas de izquierdas. Siendo así, a la par que es imposible ser considerado un intelectual si alguien es de derechas, cualquier mamarrachada dicha por alguien de izquierdas le eleva sin más a la categoría de intelectual. Otra pregunta podría ser qué entendemos por ser un intelectual de izquierdas. ¿Willy Toledo? ¿ Concha Velasco? ¿Rossy de Palma?
Acaso hay una razón de fondo para que en un determinado sector, como el del cine, todo el mundo acabe siendo izquierdista, o por lo menos estatalista si es que hay alguna diferencia. El intelectualismo subsidiado siempre es de izquierdas, como el cine español; no por intelectual, sino por subsidiado. No hay subsidiados que sean libertarios. No les interesa. Pero volviendo al nudo principal de la cuestión, ¿acaso no hay intelectuales y personas del mundo de la cultura de derechas?
Pues se nos ocurre que cualquier persona culta debería tener alguna noción de la existencia de personalidades de la cultura, la filosofía, el arte y el pensamiento como Karl Popper, Milton Friedman, Ayn Rand, Friedrich Hayek, Paul Johnson, Ludwig von Mises, Bernard-Henry Lévi…
Sin ir más lejos, en la misma España tendríamos a Ortega y Gasset, Marañón o Julián Marías.
En la siguiente imagen quizá puedan ustedes reconocer junto a Videla a Borges y Ernesto Sábato.
Obviamente no se puede meter a todos en el mismo saco sin previamente compartimentarlo y la extensión de este escrito impone eludir la cuestión de en qué consiste exactamente ser de derechas, pero no por ello podemos dejar de citar, cada uno por diferentes motivos, a Mario Vargas Llosa, John Ford, Jean Françoise Revel, Howard Hawks, Celine, Ezra Pound, Robert A. Heinlein, John Dos Passos, Clint Eastwood, Elia Kazan, TS Elliot, Evelyn Vaughn, Billy Wilder, Hergé…
Naturalmente no podemos dejar de citar a algunos de los intelectuales y artistas más notables de inspiración cristiana como Tolkien, Chesterton, CS Lewis… o Delibes.
¿Y aquellos entre los que existe incluso una vinculación con el nazismo siquiera como antecesores ideológicos? Nietzsche, Heidegger, von Karajan… e incluso algunos ya citados que de un modo u otro podríamos incluir en este grupo.
Volviendo a España, los principales novelistas podrían ser considerados derechistas, empezando por Baroja y Unamuno (como tales los tildó la izquierda de la época al transigir en algún momento con el bando nacional, cuando no al decantarse expresamente por él), para terminar con Cela, pasando por Maeztu o el fusilado pedro Muñoz Seca.
Hasta Camus, Gide u Orwell rechazaron enérgicamente del comunismo y se enfrentaron por ello a toda la izquierda europea de la época, más o menos indisimuladamente prosoviética, que los consideró como unos renegados e incluso unos fascistas. Alguno de sus escritos contra el comunismo los habría firmado cualquier intelectual de derechas, si bien sería excesivo pasar a considerarlos por ello como escritores de derechas.
Un punto seguramente a favor de todos los intelectuales que hemos citado y de la derecha es que realmente son un conjunto de lo más variopinto e incompatible. Las diferencias entre ellos resultan abismales. Es probable que el pensamiento de izquierdas resulte mucho más uniforme.
Cuando Alberto San Juan aseguró que “Yo creo que no hay intelectuales de derechas”, tal vez haya que asumir que no conoce la obra de ni uno sólo de los personajes de esta lista, que desde luego no tiene carácter ni remotamente exhaustivo.
Las personas que se precipitaron a secundar la afirmación de Alberto San Juan, al hacerlo, demostraron que tal vez no habían leído una docena de libros en su vida. Efectivamente no conocían a ningún intelectual de derechas. Ni de izquierdas. A ningún intelectual en absoluto. A menos quizá que lo hubieran entrevistado en La Sexta y sólo por el contenido de esa entrevista.
A lo mejor la formación de nuestros jóvenes está tan ideologizada que no conocen intelectuales de derechas. Que alguien del mundo de la cultura, a la vista de la lista que acabamos de exponer, diga que no conoce intelectuales de derechas, le descalifica automáticamente como alguien que pueda pertenecer al mundo de la cultura.
Por lo demás, no conocer a ningún intelectual de derechas es una opción voluntaria. Como levantarse al atardecer y acostarse al amanecer. Uno puede pasarse la vida leyendo sólo a intelectuales de izquierdas, artistas de izquierdas y periódicos de izquierdas. Pero hasta el que se acuesta al amanecer, si no anda muy perdido, sabe que existe la luz del día, aunque sea para evitarla.
3 respuestas
El problema español es desde hace mucho tiempo la LOGSE. Implantada en las aulas por profes recien salidos de la Universidad y requeteimplantada en los cerebros infantiles desde esas aulas y la televisión, es el arma preferida por el PSOE a la hora de imponer la Dictadura Perfecta, la que no se nota, como por ejemplo que el virus del estatalismo se encuentre en todos los partidos en mayor o total medida.
Hagan encuestas; la gente sabrá de Machado pero si les preguntas cuál de los dos, ni sabrán que eran dos hermanos. Por eso, de Maeztu (que creo recordar que también murió fusilado) ni hablamos, pero podemos perorar toda una noche de Lorca pero callar que si estaba en la zona nacional es poque pensaba que era más seguro, y además estaba refugiado en casa de un jerifalte falangista.
Y así todo.
Igual estos progres afectados por la Logse lo que piensan que significa «intelectual» es pisacharcos y desgarramantas. Claro que viendo a los intelectuales progres igual no andan tan desencaminados…
Intelectuales de derecha los sigue habiendo, claro que sí, y de izquierda, también. Para mí que en la sociedad actual cuesta mucho leerlos o escucharlos, dado el ruido mediático que nos ensordece. Pese a que los medios de comunicación se han incrementado muy notablemente, la gran mayoría consume lo más popular que tiene mucho que ver con el entretenimiento: información política, económica, financiera, del tiempo, películas y series, concursos, información de sociedad, etc. Cuántos se preocupan, en sus ratos libres, de leer las columnas de opinión o los editoriales, o de leer un ensayo. Nos estamos empobreciendo culturalmente
Izquierda derecha, derecha izquierda, adelante atrás; un dos tres!
En España (sobretodo) parece necesario elegir bando, ser de i o d. Creo que es fácil, estúpido y anda lejos de ser intelectual.
Personalmente pienso que cada individuo, con espíritu crítico, debe ser capaz de formar su propio pensamiento, empapándose de ideas de un lado y del otro, hasta crecer intelectualmente y llegar a ser capaz de fundar las suyas propias.
Con este artículo, lo único que se consigue es continuar favoreciendo esta división, al contrario de lo que debería ser: coge de aquí, de allá y de todavía más lejos, y construye tu propio pensamiento!