El ministro de Educación plantea que para poder obtener una beca universitaria haya que obtener una nota mínima de 6,5. Posteriormente, la beca queda condicionada a que se aprueben todas las asignaturas. El sistema se matiza en algunas carreras especialmente dificultosas.
Por su parte, el Gobierno de Navarra rechaza estas exigencias alegando que ningún alumno debe quedar excluido por razones económicas. No obstante lo cual, para obtener una beca universitaria en Navarra, además del criterio de renta se añade el de aprobar el 80% de las asignaturas.
¿Se debe becar a los pobres vagos y torpes?
El adjetivo “pobre” adquiere a veces tintes mágicos en manos de un buen hechicero de progreso. Si alguien nos pregunta a cuánto dinero de nuestro sueldo estaríamos dispuestos a renunciar para pagar una beca a un vago, un torpe o un jeta, seguramente diríamos que a muy poco o a nada.
Recordemos además que estamos hablando de becar los estudios universitarios, no de la educación obligatoria.
Sin embargo, si al jeta o al vago lo convertimos en “pobre”, entonces nos parece una idea estupenda subvencionarlo.
En realidad, si alguien no necesita esforzarse para recibir una beca es una tontería que se esfuerce. Claro que también es una burla para el que se esfuerza. Y desde luego para el que se esfuerza para pagarla.
Alternativamente, podría pensarse que becar los estudios de alguien no tiene sentido más que si el becado es trabajador y tiene cualidades. Más que nada porque lo que la naturaleza no da Salamanca non praestat. Y el Banco de España tampoco. ¿Qué clase de cirujano quiere usted que le opere el día de mañana? ¿Cuántos cursos habría tenido que repetir para que usted empezara a sentirse nervioso? Y evidentemente tampoco puede ser que los contribuyentes tengan que tener más interés por la carrera de alguien que el propio interesado.
Pero bueno, juzguen ustedes mismos.
12 respuestas
Yo se lo que es la Universidad, y les juro por lo más sagrado que crea cada uno, que el 20% de los que pululan por ahí sobran. De raíz. Fuera. A su casa o a FP o a hacer cursos a distancia, me da igual, sobran.
El 60% deberá hacer un esfuerzo mayor dado que ya se le.está becando el 80% de la carrera, que tiene narices gente arrastrando asignaturas de primero estando en cuarto de carrera, y no es porque estén trabajando precisamente.
Sólo un 20% se merecen el 80% de la beca, y dentro de este grupo, los que por condiciones económicas pudiera ser becado, les aseguro que tienen de media de un 7 para.arriba.
Así que estoy totalmente en desacuerdo con Wert, la nota mínima a becar debe ser de manera general un 7.
Tenemos que crear profesionales preparados, no liberados sindicales.
No,de hecho habría que poner un año,en el que como antes,si tuviese alguna asignatura suspendida,a dejar de estudiar y buscarse la vida,ni becas ni zarandajas,y dejar sitio a quien se lo merezca y que los vagos no ocupen silla ni molesten a quien quiere estudiar.Luego la UPNA que nos cuesta riñón y medio y mitad del otro a cada Navarro,que no entré nadie con un raspado que se eleve la nota basé de entrada,que entren los mejores,ni más ni menos.
Claro, mejor que solo estudie el que pueda pagarlo.
Le damos la subvencion a la UN y ya esta, como en los tiempos de Franco. Asi se reducen los costes de la UPNA y gastamos menos en educacion, como siempre ayudando al sector privado ( Opus Dei ).
Independientemente de ideologias, esto es un ataque al sistema de educacion español, que despues de la reforma de Bolonia ( seguro que alguno tiene hijos en la Uni ) se ha quedado hecho unos zorros.
El sistema ha funcionado hasta ahora, si no son causas economicas ( no se lo cree ni el el Wert ), que si lo son, flaco favor hace para la salida de la crisis en este pais.
Si necesitan mano de obra barata, sin cualificar y que no proteste, que empiecen por bajarse los sueldos ellos y aclarar todo lo que a traves de Barcenas se han ido repartiendo.
1.¿La selectividad selecciona? No, sólo ordena (aprueba el 95%). 2.¿A quién beneficia que haya muuuuuchas becas? Al futuro titulado no. 3.¿Acaso la formación universitaria es obligatoria? Pues no. 4. ¿Y por qué son entonces administraciones públicas que se deben financiar con nuestros impuestos? Qui lo sa, pero lo son. 5.¿Es bolonia un sistema razonable? Sí. Promueve una primera etapa -estudios de grado, 3 ó 4 años- para adquirir los conocimientos básicos y poder acceder al mercado de trabajo, y una segunda etapa «voluntaria» -postgrado, 1 ó 2 años- de especialización. 6.¿A qué viene tanto revuelo? Como siempre, a que las instituciones universitarias -todas a una- perciben la amenaza, y sus máximos representantes -los buenos rectores- se envuelven en banderas muy bonitas, como la «igualdad de oportunidades». Todo radicalmente falso. Vayamos al principio: la dimensión del sistema público universitario ha alcanzado tal desproporción innecesaria que para seguir justificando su desmedido gasto necesita ingresar mucha materia prima cada año y, a tal efecto, requiere: una selectividad que no seleccione, muuuuuchas becas de sólo aprobar, precios o tarifas bajas, exigencia en los estudios escasa. Todo ello ha conducido a una calidad entre mediocre y mala. Y esta universidad pública tan progre, ¿qué ha conseguido socialmente?: 1. Crear miles y miles de titulados cuyos títulos se valoran en el mercado de trabajo como bono basura y cuyas posibilidades de empleabilidad son evidentes, vistas las tasas de paro juvenil (mera aplicación de la ley de oferta y demanda). 2. La mejor aliada de la clase empresarial para bajar los sueldos de titulados, incluso sin cobrar. 3. Estimular la creación de universidades privadas, vista la calidad de las públicas. Y 4. Con tal de seguir alimentando a una pléyade desmesurada de funcionarios, el mejor favor que le han hecho a las clases sociales medio-bajas ha sido cargarse de raíz el famoso ascensor social que fue la universidad pública. Olé.
Que conste que a los «hábiles y trabajadores» también se las están quitando. No hay más que ver lo que ha pasado con las Becas Navarra para másteres en el extranjero.
Es una Wertguenza el justificar lo injusticable… ¿quien habla de vagos? ¿de pobres?
Estamos hablando de la gestión del dinero público… y lo que es una enorme VERGUENZA es esto: subvencionar a entidades privadas.
http://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/mas_navarra/2012/07/25/la_educacion_privada_recibe_269_euros_ayuda_publica_por_alumno_87172_2061.html
Hoy en día, los dos secretos mejor guardados de este país, son las cuentas de los sindicatos (junto con los ingresos de sus dirigentes), y la entidad que le paga a Hemengo por hacer el ridículo sistemáticamente en este foro, porque, si encima lo hace gratis…
Enhorabuena Teranleto, lo ha bordado de pe a pa, un 10 a su comentario.
No hay más preguntas Señoría.
Lo que reciben esos centros, amigo Lucas, no es una subvención, es el pago del servicio educativo que reciben unos ciudadanos los cuales, líbremente y con todo el derecho, han elegido esos centros para formarse, ese dinero también sale de sus impuestos. Compare Vd. ahora lo que supone al contribuyente cada plaza en un centro público. Haga un cálculo del incremento que supondría escolarizar obligatoriamente a toda la población en centros públicos, (sin contar con la estocada a la libertad que esto supondría).
Sin entrar en otras consideraciones, los proyectos de ley (no conozco proposiciones) suelen dar –como es el caso- discusiones inanes como la de ser pobre o rico, ser listo o tonto, en las que se enredan quienes tiran con pólvora del rey. Miren, los entes privados y las personas particulares que dotan los fondos para becas —algunos muy cuantiosos, jugándose su dinero y su prestigio— no exigen a sus becarios que demuestren ante el comité de becas si son pobres y además listos llenos de merecimientos. El solicitante de la beca suele tener que demostrar: 1º. La calidad de su currículo académico y, 2º. Que carece de recursos para continuar sus estudios. El currículo se enfrenta a una nota de corte según la demanda general que haya para los estudios que se deseen cursar; la carencia de recursos se enfrenta a su vez no sólo a una declaración de renta y patrimonio sino con una verificación de signos externos de riqueza, porque pudiera darse el caso que la familia del solicitante esté dando más importancia a los bienes materiales que a los estudios de su hijo. En cualquier caso, la renovación de la beca requiere una repetición del procedimiento señalado.
Buenas tardes,
Creo que hay que plantear un debate serio en base a dos principios: la igualdad de oportunidades y la calidad del sistema universitario.
En cuanto a la calidad del sistema universitario, considero que se fundamenta en una gestión eficaz (¿son realmente eficaces nuestras universidades públicas?), en la selección de los mejores docentes e investigadores y en la selección de los mejores alumnos. Para ello hay que cambiar el modelo actual y pasar de la cantidad a la calidad. Y ello por qué, porque en un mundo globalizado como el actual no seremos competitivos si no es por la innovación y el talento. Y si no somos competitivos, seremos más y más pobres. Es, por tanto, cuestión de supervivencia.
En cuanto a la igualdad de oportunidades, no creo que la calificación alcanzada deba de ser el único criterio, aunque sí es el más objetivo y fácil de aplicar, ni siquiera el número de asignaturas aprobadas. Considero que un modelo mejor se podría basar en la responsabilidad, es decir, en que la beca no fuera una subvención sin retorno, sino que fuera más bien un préstamo a devolver en cómodos plazos y a bajo interés. Por tanto, el Estado actuaría dando préstamos a todos aquellos que fueran capaces de finalizar sus estudios en un sistema universitario exigente y eficaz. Sería una inversión que la sociedad hace esperando que se podrá devolver cuando finalicen los estudios.
De esta manera, además, se daría seguridad a los futuros estudiantes de entornos socioeconómicos más desfavorecidos ya que no dependería su beca de la tesitura presupuestaria y del político de turno que decida dar o no la subvención correspondiente, si no solamente de su esfuerzo y talento. Esta es la conclusión, tenemos que configurar una sociedad en la que cualquier persona con talento y a base de esfuerzo, sea capaz de lograr un estatus económico y social apropiado. Doy por hecho que la mayoría de las personas tienen el talento suficiente, luego la diferencia radica en el compromiso propio y personal, en el esfuerzo.
De acuerdo, no basta con ser pobre, hay que ponerse a estudiar. También en paralelo deberían endurecerse las condiciones de permanencia en la universidad para que no haya niños ricos que no necesitan becas haciendo sus míticas carreritas de diez años.