Corralito en Chipre. Horror y pavor. El ministro de Economía, Luis de Guindos, aparece en escena y nos dice que todos tranquilos, que aquí nadie va a tocar el dinerito que tenemos en el banco, que los depósitos “son sagrados” (sic). Cinco minutos después es el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien comparece ante los medios para anunciar que el gobierno va a imponer un impuesto a los depósitos bancarios de entre el 0,1% y el 0,2%, para financiar los gastos de las comunidades autónomas. Pero que no es tocar los depósitos porque el impuesto no lo pagarán los depositantes, sino los bancos. Que es un poco como pretender que los impuestos sobre la gasolina lo paguen las gasolineras, no los automovilistas.
Y es que resulta muy difícil pensar que si el gobierno pone un impuesto sobre los depósitos los bancos no lo vayan a repercutir sobre los clientes en forma de comisiones o menores intereses, lo cual se traduciría en menos dinero en nuestra cuenta del que debería haber antes de la penúltima ocurrencia de Montoro. Si la administración aprueba una medida en virtud de la cual parte de nuestros depósitos desaparecen y aparecen en las arcas de la administración, podemos llamar a esa medida como queramos, pero se parece increíblemente a un impuesto sobre los depósitos, como lo de Chipre. Simplemente es un impuesto sobre los depósitos más pequeño, de momento.
Aparte del hecho de que con toda probabilidad el impuesto lo acabaremos pagando los depositantes, llama la atención que aquí por un lado los contribuyentes tengamos que avalar un préstamo de 40.000 millones para rescatar a los bancos y que por otro les pongamos un impuesto de 2.000 millones. Si los bancos no tienen dinero, ¿habrá que darles ahora 42.000 millones para que puedan pagarlo? Nos estamos haciendo trampas a nosotros mismos en el solitario.
Más dinero para la burocracia autonómica, menos para las familias y las empresas
Sean los depositantes o sean los bancos quienes acaban pagando el impuesto, pensábamos que el mayor problema del país era la falta de crédito. Como si ya no tuviéramos suficiente crowding out reflejado en el hecho de que todo el dinero que Europa presta a los bancos estos los utilizan para comprar deuda pública (en definitiva para prestar al estado), en vez de para reabrir el grifo de la financiación a las familias y las empresas. Pues nada, ahora nos dedicamos a quitar dinero a los bancos para pasárselo a los políticos.
Que vuelva el liberal Solbes.
Queremos los impuestos que había con la Escuela Austríaca de Zapatero.
6 respuestas
Hombre, es distinto poner un gravamen a los depósitos que una quita sobre los depósitos; en un caso reduce el beneficio, en el otro caso es una pérdida directamente.
Y ya puestos a pedir, yo preferiría luchar porque se eliminaran las cláusulas suelo, qué caradura la banca, y de pedir refuerzos austríacos llamar a Varea que volviera otra vez a embridar gastos y políticas. Y a Juan Ramón Rallo de asesor externo.
No es mucho pedir, ¿verdad?
El impuesto de marras existía en nuestro sistema tributario desde el 1 de enero de 2013, con un tipo del 0%. Se puso para evitar que Exremadura,Canarias y Andalucía cobrasen el impuesto autonómico que fue declarado constitucional en noviembre de 2012. En diciembre, lo implantaron Cataluña y Asturias, aunque en ambos casos se impugnó ante el Tribunal Constitucional porque el Gobierno le dio una peculiar eficacia retroactiva para compensar a las Comunidades Autónomas (1 de diciembrede de 2012). De tal manera que el resto de los españolitos teníamos que compensar con 230 millones a las tres Comunidades citadas en primer lugar. De hecho, Extremadura «pagó» la extra a los funcionarios con los 39 millones que recaudó, tras leventar la suspensión el Tribunal Constitucional.
El impuesto -cuya capacidad económica gravable no se sabe cuál es- será, no hace falta ser adivino, repercutido por los bancos a los clientes, de manera que su cuenta de resultados no se vea mermada.
Creo recordar que este gran ministro, ilustre azote de presuntos defraudadores, preclaro varón de la patria declaró no ha mucho que en 2013 no subirían los impuestos. Pues nada, su palabra vale menos que un euro de madera.
En fin, como él se autodefine, un liberal de toda la vida.
Es que el PP hace tiempo que se convirtió la socialdemocracia y su mensaje queda meridianamente claro: hay que derrochar y gastar al máximo porque si ahorras acabarás pagando la factura.
Son neoliberalsocialdemócratas, todo vale para saquear nuestros bolsillos.
Y todo lo contrario, porque son muy tolerantes ellos….
Váyase por impostor, Sr. Montoro.
Aunque no tiene que ver con la noticia permítanme una breve reflexión. Sigo este confidencial desde hace cuatro o cinco años y soy uno de los comentaristas más habituales (y, por lo tanto, cansos). Pero infinidad de veces me pregunto si sirven de algo los comentarios, si merece la pena.
Esta mañana he oído en la radio que los Sres. Consejeros de Salud (ministrillos) de las autonomías españolas han decidido unificar el calendario de vacunas infantiles para toda España. Me ha venido a la mente un comentario que lanzó respecto a ese asunto uno de los habituales (creo recordar que fue el Sr. de la Hucha) y por un momento he fantaseado con que alguien nos lee y, además, nos acaba teniendo en cuenta.
Si es así (que no lo creo) el empeño valdría la pena. Más vale tarde que nunca, aunque por medio, una decisión tan de cajón como ésta haya supuesto tirar montones de dinero público (y, por público, nuestro) por el camino y la necesidad de una reunión de ministrillos al más alto nivel. En plena época de internet.
La esperanza es lo último que se pierde. Que tengan un buen día.
De acuerdo con los dos primeros párrafos de Fernando de la Hucha.
En consecuencia, el artículo es incorrecto. Demuestra que se ignoraban los antecedentes. Como otras veces se ha hecho, sugiero añadir una PD pidiendo disculpas, porque confunde: basta con leer los comentarios.
De otro modo no iríamos bien. Justo ahora que viene para Navarra lo mas duro, como está escrito desde hace años, deberíamos ser muy rigurosos, porque repartiendo bofetadas verbales a diestro y siniestro, la cosa irá peor.
«De tal manera que el resto de los españolitos teníamos que compensar con 230 millones a las tres Comunidades citadas en primer lugar…».
El resto de españolitos, están deseando tener el convenio que tienen Navarra y País Vasco, pues la democracia no debería distinguir entre diferentes españolitos. Y no vale de excusa los derechos históricos, ¿o nos vamos a la Hispania romana, a la Spaña visigótica o al 711 en que nos convertimos en sirvientes de los musulmanes hasta 1492? O podemos retroceder mucho más, para buscar derechos históricos.
¿Quién compensa a quién? No hablemos mucho que acabarán quitándonos el chollo del convenio. ¡Y no nos quejemos de «mantener» a otras comunidades! Calladitos mientras nos dure nuestro «hecho diferencial».
¿Lo mejor es que Cataluña fuera independiente para ahorrarnos el mantenerlos?
De momento nuestro banco navarro se llama CaixaBank, y debemos dar como navarritos gracias a CaixaBank por quedarse el muerto del gran banco navarro. Navarra, capital: Barcelona, económicamente hablando.