En las últimas horas nos hemos preguntado si la devolución de las dietas constituye un acto inédito en la política española y parece ser que sí. Recientemente, saltó a los medios la noticia de que Unión Democrática de Cataluña había llegado a un acuerdo in extremis con la fiscalía para devolver los 388.000 euros del “caso Pallerols” y evitar así la entrada en prisión de los acusados. El caso fue bastante comentado porque se reclamó además, infructuosamente, la dimisión de Duran Lleida. De aquella devolución se dijo que era la primera vez en la historia judicial española en que un partido devolvía dinero defraudado a la administración pública.
Cabe pensar por tanto, aunque no hemos podido realizar una investigación tan minuciosa como para poder asegurarlo, que las devoluciones de las dietas de la CAN constituyen como mínimo un hecho sumamente atípico, máxime teniendo en cuenta que en este caso además se trata de dinero, parece, cobrado legalmente. Lo que nos lleva al siguiente punto.
Hay quien se ha apresurado a asegurar que cuando se suceden las devoluciones masivas de dietas de la CAN es que precisamente los implicados empiezan a temer las posibles implicaciones judiciales de sus actos. Pues bien, según evidencian el caso Pallerols y el propio Código Penal, las devoluciones que se están produciendo no se justifican desde este punto de vista. Porque no sólo quienes están devolviendo las dietas no se encuentran imputados en ningún procedimiento judicial, ni de hecho parece que las dietas de la CAN sean legales, sino porque, incluso llegados a ese extremo, podrían haber devuelto el dinero en un momento muy posterior. En este sentido puede que devolver las dietas no borre completamente la mala actuación pero tampoco sería justo quitarle a este hecho todo valor. Obviamente también podría decirse que las devoluciones obedecen a intereses políticos inmediatos, pero ni siquiera esto parece que explique todos los casos.
Entre quienes han cobrado dietas de la CAN, por otro lado, los hay también que defienden tanto su rectitud como la moralidad y legitimidad de las dietas cobradas, caso de Javier Caballero. En cualquier caso parece coherente no devolverlas si no se aprecia nada incorrecto en haberlas cobrado. O devolverlas cuando se aprecia algo incorrecto. Menos coherente puede ser el discurso de quienes consideran incorrectas las dietas pero no las devuelven o el de quienes las consideran correctas cuando las cobraban ellos e intolerables cuando las cobraban los que estaban a su lado en la mesa, en aquellas maratonianas sesiones de la Junta de Entidades Fundadoras.
Para que quede claro, como puede verificar cualquiera que consulte nuestra hemeroteca, a nosotros desde siempre las dietas de la CAN nos parecen todas escandalosas y hasta perversas. Aunque fueran legales. Aunque fueran transparentes las que lo fueran. Y no tanto por su cuantía como, sobre todo, por su finalidad.
6 respuestas
Es que nunca se está a gusto con el clima, si llueve porque llueve, si hace calor porque hace calor. Seamos justos, lo que siempre pedimos es que los que roban que al menos DEVUELVAN EL DINERO. Si lo de las dietas era técnicamente legal y lo están devolviendo, algunos, todos no, pues albricias y alegría.
Y coincido en que TODAS las dietas y otros emolumentos de la CAN son devolvibles, porque fueron ellos los que la quebraron. Sanz, Asiain, Jiménez y Goñi deben devolver hasta el último euro de aquellos años de vino rosas para ellos, y de resaca y espinas para los demás.
El caso Pallerols y la financiación de UDC no es comparable con las dietas de la CAN.
Las dietas del Consejo de Administración de la CAN eran perfectamente legales (no entro a valorar si eran muy altas, muy bajas, porque todo se mide en función del trabajo realizado).
En el caso Pallerols lo que hubo fue apropiación indebida de fondos destinados a la formación de parados y UDC era responsable civil (no imputada ni condenada, otra cosa es que el «pacto» entre la Fiscalía y los acusados llevase a esa situación).
Recientemente el TSJ de Catalunya, pese a que la pena impuesta a D.Fidel Pallerols era inferior a dos años, ha ordenado su ingreso en prisión, no suspendiendo la ejecución de la condena. El caso Pallerols arranca de 1994 y concluye en 2013 y UDC se «salvó» porque teóricamente el dinero se lo quedaron determinados militantes.
En el caso del Consejo de Administración de la CAN, las dietas eran legales (y es muy libre NC, faltaría más, para considerarlas escandalosas y perversas); que fueran excesivas es otro cantar pero cómo no sé que hacían los consejeros pues no opino.
Pero en síntesis, el caso Pallerols no es un tema de dietas sino de distracción de fondos públicos y de «salvar la cara» (iba a utilizar otra parte del cuerpo) al Sr. Durán y Lleida.
El dinero mal adquirido -sea legal o no- hay que devolverlo.
Si ha sido adquirido de forma ilegal, que además respondan ante la justicia.
Si ha sido adquirido de forma legal nos encontramos ante un problema de conciencia: quien tiene un mínimo de ella, devolverá el dinero; quien no tiene conciencia se aferrará a la legalidad para conservarlo.
Sin olvidar que nos la han intentado colar…TODOS.
De momento tan solo han DICHO que lo van a devolver. Todavía no lo han HECHO. Yo ya no me fío de ninguno.
No ciudadano. Que devuelvan el dinero y además que paguen sus malos usos. Que dimitan y se vayan, ya que legalmente no se les puede reclamar, ya que como he dicho en otros foros, legalmente será correcto, pero eticamente no y los ciudadanos exigimos que nuestros políticos sean honrados. Asi nos considerarán en el extranjero,. Pregunten en Francia, Alemania, Inglaterra, etc. que opinan de los políticos españoles…..Y se nos caerá la cara de vergüenza.