Kontuz no se enteró de nada de lo que pasaba en la Caja hasta el verano del año pasado. Pero los hay más lentos. Diario de Navarra comienza un especial informativo sobre lo que ha sucedido en la CAN en febrero del 2013. Fecha en la que Enrique Goñi también empieza a dar algunas explicaciones por carta, aunque sea media hora antes de comparecer en sede judicial o en el Parlamento, y aunque sea de 400 en 400 y básicamente para exponer su buen criterio a lo largo de todos estos años de insuperable gestión. Da la impresión de que Enrique Goñi, más que informar a nadie, debería más bien ser urgentemente informado por cualquiera de lo que ha pasado estos últimos años.
Si Goñi lo ha hecho bien, ¿en qué consiste exactamente entonces hacerlo mal?
Caja Navarra ha muerto. Pero su dedo gordo del pie ha sido transplantado al cuerpo de un millonario. Caja Navarra es ahora el 1,16% (datos de la CNMV) del cuerpo de un millonario que ya puede volver a usar chancletas. Que el doctor Goñi le diga a la familia del muerto que el fallecido ha mejorado es tan ridículo que asusta pensar que esta persona ha regido los destinos de la Caja, aunque a la vez lo explica todo.
Historia de un fracaso personal
Enrique Goñi ha llegado a asegurar en las últimas fechas que la fundación especial en que ha derivado Caja Navarra ocupa ahora un lugar en el ranking superior al que tenía la Caja en 2002, cuando él llegó a la dirección. Obviamente no aclara cuántos equipos había en la liga entonces y cuántos quedan ahora, porque no necesariamente es superior el 8 entre 9 que el 17 entre 60. Lo que sí sabemos, por ejemplo, es que en 2003 los beneficios de Caja Navarra, nada más llegar él, eran de 69,6 millones de euros. Pues bien, los dividendos anuales del 1,16% de CaixaBank sólo son 12,5 millones de euros, con la diferencia además de que ahora esa fracción de lo que ganábamos es lo que ganamos en el banco de otro.
El espejo de la Caja Rural de Navarra y CaixaBank
Enrique Goñi escuda su nefasta gestión tras la aseveración de que en España sólo quedan dos cajas de ahorros, las de Pollensa y Ontinyent. Pero esto es sólo formalmente cierto. Como su propio nombre indica, la Caja Rural de Navarra en realidad también es una caja. Por no hablar de la propia CaixaBank, que efectivamente es un banco pero del cual el 73,79% es de la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona. Otro ejemplo cercano es el del las cajas vascas, o el de IberCaja. Si lo que quiere decir Goñi es que todas las cajas han acabado igual hay que decirle que no. Si lo que quiere decir es que él ha sido tan inepto como la mayoría de los personajes que estaban al frente de la mayoría de las cajas, en eso se le puede dar completamente la razón.
Goñi se explica por carta a 400 políticos, empresarios y personalidades de Navarra
Enrique Goñi debe creer que las explicaciones se las debe a 400 personas y es posible que a lo largo de sus años como gestor de la CAN, efectivamente, llegara a la conclusión de que para tener el control aquí basta con dar explicaciones a, o tener aprobación de, sólo 400 personas. Lamentablemente puede que en eso no le falte razón y casi demasiadas nos parecen. Pero olvida que él capitaneaba una institución que en el fondo, si algún día se disolvía, lo que quedaba de ella según los estatutos de la CAN volvía a los dueños, es decir a las instituciones fundadoras que fueron el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra. O sea, al conjunto de los navarros. A todos ellos es por tanto a quien debiera dar explicaciones y no sólo a 400 privilegiados.
El error de los relojes
Goñi sólo reconocía ayer en Diario de Navarra que regalar relojes a políticos fue un error, si bien con las dietas que les adjudicó podían comprarse inmensas cantidades de relojes y de eso no se arrepiente. Sin embargo, alguien que no reconoce errores es muy difícil que pueda ser un buen gestor. Porque o no los comete nunca, lo cual es muy improbable, o no los puede corregir, lo que le descalifica como gestor. Por otra parte él no tiene por qué reconocer nada, pero tras llevar a la CAN al desastre se le tendría que haber destituido por sus pésimos resultados. Tampoco decimos que por nada más que por eso. Pero al menos por eso, nada menos.
9 respuestas
Partiendo del respeto a la presunción de inocencia, como hace NC, leí el publirreportaje de los dos diarios de Navarra ayer domingo. Amén de apelar a la ética -concepto que dirimirá su conciencia personal, no los jueces- sólo asume dos pecados veniales: la velocidad y la falta de comunicación. Y una tercera cosa que me sorprendió: si yo tengo acciones de Banca Cívica el valor de mi inversión ha disminuiido un 25%, mientras que en el caso del Popular han caído un 60%.
Que yo sepa las acciones de Banca Civica dejaron de cotizar el 3 de agosto de 2012, o sea que o es un lapsus calami o linguae o no se sabe como puede poner ese ejemplo. Triste consuelo es que otros lo han hecho peor; pero esos otros rinden cuentas a los accionistas.
Una salvedad: Caja Rural no es una caja de ahorros sino una cooperativa de crédito, pero compararse con la Caja de Onteniente y de Pollença es curioso.
Y también es curioso el informe de AFI de diciembre de 2012. Muy curioso.
La segunda frase del artículo es para enmarcarla. «Los hay más lentos». Toma!.
De la carta recibida a mí la frase que más me llama la atención es: «Con Ibercaja no se llegó a un acuerdo satisfactorio». Y resulta que en Zaragoza todavía de vez en cuando a Amado Franco y a sus chicos les entra la risa floja recordando aquellos días.
Supongo que sus señorías preguntarán mañana por lo que pasó en la plaza Paraíso ¿no?. Por aquellas intenciones frustradas ¿verdad?.
Por que lo de La Caixa, no se olviden fue un viaje de ida y vuelta.
Ah! Y lo de que Cajas sólo quedan Ontenient y Pollença (¿por qué una la escribe en su lengua y la otra no?) es de risa. No me llames Caja, llámame Lola. O Sanz.
¿Qué os apostáis a que Enrique Goñi vota por Catalán en el congreso de UPN?
Entre Queseros anda el juego.
Lo malo es que han jugado con nuestros ahorros, nuestros dineros y nuestras ilusiones. Nosotros los hemos perdido…. y Queserías Anónimas se lo ha llevado, crudo o cocinado.
El éxito de los gestores privados sólo puede medirse por los resultados que arroje su gestión, ponderados a lo largo de cierto periodo de tiempo, y sólo éstos reflejan su categoría o calidad gestora. Lo demás son excusas de mal gestor. Los resultados del Sr. Goñi son de derribo y ruina total, así que lo único que puede hacer es a redactar cartas, es decir, excusas de mal pagador.
No se vuelvan locos con el personaje. No es más que un «pijus inter pares». Con el delito que tiene ser pijo de Pamplona, dicho sea de paso.
El sr. Enrique Goñi es de los que piensan que la culpa de todos los males, siempre la tienen los demás.
El típico sujeto que no tiene abuela y cree que nadie puede hacer las cosas mejor que él, ya que está claro que él se considera así mismo el mejor.
Quizás el mejor despilfarrador del reino, el mejor coloca amigos con sueldazos en puesto de «confianza», sea cual sea su trayectoria o experiencia anterior.
Sólo hay que acordarse del famoso vídeo, en el que aparecen todos esos sujetos haciendo payasadas, como si fuese gracioso arruinar la Caja de Ahorros de Navarra, como si todo fuese sobre ruedas y mejor no se pudiesen hacer las cosas.
Yo suponía que Enrique al pedir la comparencia en el Parlamento realizaba una defensa avanzada, en el habitual proceso paralelo al judicial.
Resulta amarga (pero no sorprendente) la cerrada defensa del estamento UPN/DiariodeNavarra/Corella/PSN.
Epatante que no se mencione siquiera el «pequeño tema» de la Salida a Bolsa, que es donde han ocurrido -presuntamente- los más graves fraudes. En ese sentido, lamentable que no se mencione (más que de pasada) la completa denuncia presentada por UPyD, como si solo el abertzalismo persiguiera, siempre torticero y malevolente, siempre deslegitimado de raíz como actor social, investigar el naufragio.
El lector que solo se informe por el Diario de Navarra solo recibe una imagen deformada de la realidad (siempre compleja). Y eso debería avergonzar profundamente a los periodistas y responsables de este medio de comunicación.
El resultado de esta gestión de la información (nunca mejor dicho) es una sociedad profundamente desinformada, desubicada, estuporosa, sin horizonte ni alternativa politica o ética. El resultado que se persigue este es conseguir la PARALIZACIÓN de la sociedad; lograr su indefensión a base de acumular mentiras, persuadirla de que no tiene nada que hacer, nada que investigar, nada que depurar. Es cuestión de «superar un trauma» derivado de la errada comprensión de las circunstancias en que se produce la desaparición de la CAN, sentado que este era un hecho inevitable (todas desaparecieron salvo dos).
Resulta doloroso entender que los medios están divididos en pos de su rey y señor natural. Una sociedad servida por tales medios solo puede esperar la peor evolución de sus libertades.
Quienes tienen que hablar y contar son los empleados de Caja Navarra, que están muy callados y ellos sí que saben qué pasó.
Bla, bla, bla…
¿Alguno de ustedes ha ido a alguna de las manifestaciones en las que se pedía intentar -sólo intentar- aclarar lo de CAN? ¿Alguno de ustedes ha firmado alguna petición -con nombre y apellidos- de las muchas que ha habido en las que se pedía intentar -sólo intentar- aclarar lo de CAN? ¿Qué ha hecho ustedes para intentar aclarar lo de CAN? No cuenta el escribir en un confidencial: bla, bla, bla…
Por cierto, Hucha, escribe usted «la ética -concepto que dirimirá su conciencia personal, no los jueces-«… ¡Repase los apuntes de Ética del colegio o escuela! Y los de gramática, pues los guiones no los maneja correctamente. Supongo -quiero suponer- que ha escrito muy deprisa o que era muy de mañana.
No confunda Ética con Moral. La Ética es una ciencia humanística con sus fundamentos y metodología, y sea un fundamento deontológico o teleológico (utilitarista) NO tiene nada que ver con la Moral de cada persona: usted puede cumplir con el código o buenas prácticas éticas de un determinado colectivo -como con la Ley como ciudadano-, pero no con su propia conciencia.