Michael Clancy era un fotógrafo profesional, sin ninguna relación con la medicina, al que el destino llevó a cubrir una noticia relevante en el terreno de la cirugía. Corría el año 1999 y una pareja esperaba un hijo al que las pruebas médicas habían diagnosticado espina bífida. Entre la posibilidad de abortar o tener un hijo con severas discapacidades, existía la posibilidad de intentar una cirugía fetal experimental desarrollada por un equipo de la Universidad de Vanderbilt. Esta fue la noticia que llevó a Michael Clancy con su cámara al interior del quirófano para cubrir el suceso. En la operación sucedieron dos cosas importantes, una de ellas especialmente imprevisible. La primera de ellas que la operación misma fue un éxito. La segunda que durante la misma, al abrir el cirujano el útero, el niño estiró el brazo y le agarró el dedo con la mano. Michael Clancy estaba allí para inmortalizar el momento en una foto que tras publicarse en el USA Today daría la vuelta al mundo. Se trata de una de las imágenes que más daño ha hecho a los partidarios del aborto.
Desde entonces se han popularizado muchas fotos similares, e incluso puede encontrarse una recreación de este momento, conmoviendo al controvertido protagonista, en la popular serie House:
Como colofón a esta historia tan sólo cabe añadir que el niño tenía 21 semanas durante la operación, que la ley de plazos permite el aborto en España hasta las 22 semanas, que se llama Samuel Armas, que sobrevivió a la operación y que esta (además de la de la portada) es una foto varios años posterior con sus padres y su hermano.
3 respuestas
Hay que evitar que las ideologías extremas nublen la verdad y la lógica. El de la mano, la manita más bien, no es una cosa ….es simplemente, un ser humano.
No me cabe duda de que entre el derecho a la vida del «nasciturus» y los supuesto derechos de la gestante debe prevalecer el primero.
Otra cosa es el reproche penal que deben tener las conductas abortivas,que en mi opinión debe ser leve, o incluso impune. con respecto a la gestante y severo con quienes practican (y se lucran) y con quienes facilitan y promueven estas conductas.
Aunque son casos distintos, el tratamiento penal pudiera ser similar al suicidio, que evidentemente no es delito con respecto al suicida pero sí se pena el auxilio al suicidio
Excelente noticia. Ojalá la técnica llegue pronto a nuestras tierras.
Y si no, si por desgracia nos encontramos con este grave problema en nuestra familia, siempre podremos pagarle a la moza un viajecico a Londres. Tampoco vamos a ser tan inflexibles.
Hipócritas de mierda.