Que la situación del Grupo Noticias dista mucho de ser paradisíaca es un hecho bien conocido. A mediados del año pasado, los trabajadores del Noticias de Navarra publicaban una nota titulada “Imagina Navarra sin el Noticias”, donde denunciaban los recortes de salario, de plantilla y la falta de un proyecto de viabilidad. Un año antes se manifestaban por las calles de Pamplona por similares motivos y describiendo las condiciones de trabajo en el Noticias como las de un episodio de “Pesadilla en la Cocina”.
Pesadilla en el Noticias
A todo lo anterior se suma que el comité de empresa del Diario de Noticias en Guipuzcoa ha publicado que la dirección del periódico ha presentado un ERE de extinción “para despedir a 21 trabajadores del periódico, es decir: casi la mitad de la plantilla”. El comité amplía la información relatando que “esta decisión se suma a una larga serie de despropósitos acumulados en dos años en los que hubo despidos intermitentes de varios compañeros, fuimos forzados a bajarnos drásticamente nuestro exiguo salario y la empresa presentó un ERE de reducción de jornada del 30% que aún hoy padecemos. Todo con la misma excusa que ahora esgrimen: la pervivencia de una empresa sin un plan de futuro definido”.
Los trabajadores denuncian asimismo que “los responsables de la empresa han sido incapaces de plantear ideas o soluciones más allá de recortes que siempre han sido cargados sobre las espaldas de los trabajadores. Por si eso fuera poco, la dirección pretende indemnizar a las personas despedidas con prácticamente lo mínimo que permite la nueva reforma laboral de Mariano Rajoy. Es decir, para despedir a sus trabajadores, el Grupo Noticias pretende usar en su favor la misma ley que tanto ha criticado en informaciones y editoriales”.
Por todo lo cual, se convoca a una huelga de cuatro días, etc.
El discurso progresista no funciona en la práctica
Tres cuestiones al menos obliga a plantearse este nuevo ERE del Grupo Noticias.
– En primer lugar, qué legitimidad tiene el Noticias para azuzar a la gente cuando tiene a sus propios trabajadores en la calle.
– En segundo lugar, qué credibilidad tiene su discurso contra los recortes o los sacrificios cuando lo que plantea es recortar plantilla, salarios y gastos en vez de preparar planes de estímulo, subir el precio del diario o hacer todas esas cosas que predican para los otros.
– En tercer lugar que si no son capaces de hacer lo que dicen, bien porque no quieren o bien porque su discurso no funciona y no pueden, al menos que entonces tengan la honestidad intelectual de reconocerlo y cambiar de discurso.
Menudo papelón, Joseba. Casi seguro que no tuiteas esta noticia.
6 respuestas
Esperemos a escuchar al Docto Juan Carlos Longás, que seguro tiene alguna teorìa conspirativa de la derecha rancia desde Viriato hasta Franco pasando por la tableta dem chocolate de Aznar y bla bla.bla….
Sin olvidarnos de los ineludiles derechos de los pueblos, desde los guanches hasta la raza elrgida eusquérica, de librarse del yugo milenario de la opresión de Madrid, allá por el siglo II a.d.C y bla bla bla…
As usual my friend.
Esta es una mala noticia.
La buena es que estos 21 trabajadores tienen un nuevo sitio donde poder ganarse el jornal: MERCADONA.
Oh! Wait!
El problema de comulgar con una ideología política de izquierda, que está muy cerca de una doctrina religiosa y, por tanto, se las da de trascendente, es que llega el momento de bajar al terreno de lo material, sobre todo cuando toca afrontar la cuenta de pérdidas y ganancias, momento en que la propiedad de la empresa muta a la inmanencia y abraza el recto liberalismo (según ellos «neo»), para poder en su momento solicitar el perdón y redimirse de semejante ERE-pecado. En fin, lo de siempre: para los de arriba conservar los muebles posibles, para los de abajo esperanza y mucha miseria.
Que candidez tan solidaria! Da gusto leerle! Enseguida se aprecia que su gran corazón y su afán de justicia no cuestionan con quien se debe uno solidarizar. Es un ejemplo de asepsia en cada uno de sus razonamientos!
Sin mas, quiero yo también seguir su ejemplo, y así, espero que cuando llegue el ERE de Iberia, pueda usted también acogerse a las opciones de futuro qué le ofrezca Mercadona. Así cómo hoy sabe distinguir e incluso conversar con esas personas diferentes, según usted, que viajan en «business» , espero que también sepa conversar, ser amable, e incluso le permitan realizarse como persona, cuando pueda entablar conversaciones y ejerza de cajero en su querida Mercadona. Hasta yo mismo, estoy dispuesto a escucharle o darle conversación. Mercadona es un clero ejemplo del futuro de España: obreros y camareros. Ya puede perdonar mi arrogancia, pero ese futuro tan alentador, no es el mío
Nunca he entendido ni nunca entenderé porqué debo indemnizar a un trabajador cuando lo despido. ¿No le he pagado el salario convenido? ¿No he cotizado a la Seguridad Social? ¿No he pagado por su desempleo? ¿No he respetado los horarios y condiciones laborales pactadas? ¿Porqué entonces debo indemnizarle cuando ya no lo necesito? Porque lo dice la ley, efectivamente, no porque sea justo. Si el trabajador encuentra un trabajo mejor o le toca la lotería y se despide igual cuando más lo necesito ¿Me indemnizará? No. Vendrá a que le pague el recibo de saldo y finiquito y yo solo le podré descontar algún día si no preavisó. ¿Legal? Sí. ¿Justo? Pienso que no. Pero así son las cosas y así nos hundiremos.
Conetstando a Mandeville
La indemnización por despido es una protección del trabajador frente a posibles arbitrariedades del empresario. En la relación empresario trabajador es el primero el que está en una posición de fuerza, es el que puede decidir pagar lo que sea, o no pagar, y si la relación se rompe, el que queda en mejor posición.
También hay que entender que la indemnización por despido no es sino una forma de retribuir al trabajador por su dedicación a la empresa. Yo personalmente preferiría recibir ese dinero con la nómina, y luego administrarlo como me pareciese, pero esa es otra cuestión. Pero si se retira esa retribución, que tampoco se espere mucha lealtad a la empresa por los trabajadores.
Hay que tener en cuenta que cuando no hay regulaciones quien gana es el caradura. Si compiten dos empresas, una honrada y otra explotadora, esta última tendrá ventaja, y la otra acabará o cerrando, o haciendo lo mismo. Quien sale perdiendo de todo eso no es ni el trabajador ni el cliente, sino el empresario, que aumenta su margen de beneficios.
Lo malo es que los que estén haciendo trampa son extranjeros. Las empresas españolas tienen problemas para competir contra las chinas, con costes laborales ridículas, o las alemanas, con sus “minijobs” y su inestabilidad. Como a la UE le importa un pimiento la ciudadanía y solo hace caso a los grupos de presión, hay que aguantarse y luchar con las mismas armas. Pero no nos equivoquemos, eso no es sino cometer la misma trampa antisolidaria que ya han cometido otros antes. Todo para que los bienes de consumo cuesten un euro menos, que total, tampoco vamos a poder pagarlo.
Y ojo, que no critico a los empresarios que arriesgan su capital. También entiendo que haya trabajadores que aprovechen las regulaciones para echarle morro. Pero igual que hay normas en la relación vendedor – consumidor, debe haberlas en la relación empresario trabajador que protejan, al menos en parte, a la parte más débil.
Otra alternativa, desde luego, es quitar regulaciones. Por mi, perfecto, pero que sean todas. Pero entonces que nadie se queje si a ese empresario le duele la tripa, va al cirujano, y le dice “o me pagas cien mil euros, o no te opero y te mueres, y no te molestes en buscar otros cirujanos, que nos hemos puesto todos de acuerdo”. No soy cirujano, aviso. Pero la ley de la selva no es lo que quiero.