La obligación de llevar cada conductor su propio alcoholímetro para poder circular por Francia, que tenía que haber entrado en vigor este mes, se retrasa hasta el mes de marzo. El siguiente paso es llevar cada uno obligatoriamente sus propias esposas para ser detenido cuando dé positivo con su propio alcoholímetro. Si fuera en España diríamos que aquí hay pelotazo seguro.