Vivimos en la civilización del usar y tirar. Presumimos de ecológicos porque carecemos de respeto a la naturaleza. La basura crece y crece. Pero ya no es un problema. Ahora es una oportunidad de negocio. En este mismo momento varios camiones recorren cientos de kilometros para trasladar nuestras basuras de las mancomunidades navarras a vertederos e incineradoras legales. Mucha logística, mucho dinero en juego. En algunos países el control de la basura es cosa de la mafia. Y en otros muchos una herramienta para que las administraciones incrementen aun mas el control, los impuestos, el poder. Supongo que podríamos estar peor pero eso no consuela. Mientras tanto, un periódico vegetal editado en Navarra que se autoproclama defensor de las ideas progresistas dedica su portada a denunciar cómo la Universidad de Navarra ha tirado cierta cantidad de libros en los contenedores. Mal hecho, desde luego, por parte de una institución que debería cuidar estos gestos. Pero mucha hipocresía por parte de una empresa que destruye todos los años muchos miles de árboles. El que esté libre de pecado que tire la primera bolsa.